Recientemente se ha publicado la novela “El Símbolo Perdido”, de Dan Brown, conocido autor de “El Código da Vinci” y de “Ángeles y Demonios”. De nuevo, el escritor norteamericano nos presenta una obra llena de misterios a resolver, esta vez ambientada en el mundo de la Masonería.
El protagonista de la misma vuelve a ser el profesor de Harvard Robert Langdon, que tendrá que enfrentarse de nuevo a la resolución de una serie de puzzles simbólicos, para evitar la muerte de un viejo amigo y mentor, y todo ello en un plazo de 12 horas, siguiendo aquí Dan Brown su costumbre de utilizar un breve espacio temporal para el desarrollo de las tramas de sus novelas.
Si analizamos los principales personajes de la misma, nos encontramos:
- Robert Langdon, que recibe la petición de un amigo de acudir a Washington DC para dar una conferencia en el Smithsonian, ante el plantón que le da el conferenciante originario. Además, se le pide que lleve un misterioso paquete que se le había entregado años atrás.
- Peter Solomon, es la cabeza visible del Smithsonian, y un conocidísimo masón, que nunca ha ocultado tal condición. Su familia es muy adinerada, y siempre ha destacado por su pasión por la cultura y la filantropía. Dado que ocupa el más alto rango dentro de la masonería (grado 33), tiene en su poder las claves de los misterios que esta organización lleva guardando centurias; y ello hace que sea secuestrado por el villano Malik, que solicitará a Langdon su colaboración en la resolución de ciertas claves, para devolverle a su amigo con vida.
- Katherine Solomon, es una científica que trata de probar la relación que tienen las teorías místicas de la Antigüedad, mediante el método científico. Así ha realizado múltiples experimentos destinados a probar la existencia material del alma humana, o la posibilidad de que los pensamientos de una persona se materialicen. A lo largo de la novela, ayudará a Langdon en la resolución de los misterios que pueden salvarle la vida a su hermano secuestrado.
- Inoue Sato, directora de la CIA con la que Langdon tendrá relaciones tanto de colaboración como de obstruccionismo mutuo. Está más preocupada por el peligro para la seguridad nacional que la revelación de ciertos secretos supondría, y al contrario que Langdon, no tiene inconveniente en que Peter Solomon de su vida, a cambio de mantener esas informaciones en secreto.
- Warren Bellamy, es el “gerente” (en la versión original recibe la denominación de “arquitecto”, aunque no en el sentido de diseñador del edificio, sino de encargado de su mantenimiento) del capitolio, además de masón. Le servirá a Langdon de ayuda en varios tramos del desarrollo de la historia.
- Malik, el misterioso y tatuado villano que ha secuestrado a Peter Solomon para obligarle a entregarle el gran secreto que celosamente guarda la Masonería. Destaca además por haber infringido varios ataques previos a la familia del secuestrado, llevándola a su práctica destrucción. Además, su identidad guarda un peculiar secreto que se desvela al final, pero que sin duda, será fácilmente identificable por los lectores avispados (y esto ha sido una pista).
Una vez trazados los rasgos básicos de la obra, procedo a mi valoración crítica, que como en el resto de novelas de Dan Brown es: “se trata de una novela entretenida pero literariamente mediocre”.
Resulta interesante porque la continua sucesión de misterios sobre la cultura clásica o los análisis etimológicos pueden entretener al público que no es muy ducto en estas materias; pero en el fondo muestra un gigantesco grado de mediocridad, porque se trata de “otra novela paralela” a las que el autor ha escrito. Sigue exactamente el mismo esquema, con personajes simétricos, desde el policía con el que tiene tensiones, a la chica relacionada indirectamente con el implicado, y que le ayuda a resolver el misterio; pasando obligatoriamente por el villano que nos va contando su historia personal a lo largo de la trama.
Y todo ello con la continua sucesión de puzzles como hilo conductor, dándose la peculiaridad de que el autor, llega a repetir los misterios utilizados en otras novelas anteriores. Así, el nombre en latín de Isaac Newton, o la etimología de “sinceramente” y “sin cera” ya habían aparecido respectivamente en El Código da Vinci y en Fortaleza Digital.
En conclusión, que no tengo la más mínima duda de que arrasará en ventas, y de que en un par de años, tendremos la película; pero no por ello voy a dejar de destacar de que nos encontramos ante otro ejemplo de mediocridad literaria con una buena campaña de marketing, y dirigida a un público de masas que quiere algo “fácil de digerir” intelectualmente.
El protagonista de la misma vuelve a ser el profesor de Harvard Robert Langdon, que tendrá que enfrentarse de nuevo a la resolución de una serie de puzzles simbólicos, para evitar la muerte de un viejo amigo y mentor, y todo ello en un plazo de 12 horas, siguiendo aquí Dan Brown su costumbre de utilizar un breve espacio temporal para el desarrollo de las tramas de sus novelas.
Si analizamos los principales personajes de la misma, nos encontramos:
- Robert Langdon, que recibe la petición de un amigo de acudir a Washington DC para dar una conferencia en el Smithsonian, ante el plantón que le da el conferenciante originario. Además, se le pide que lleve un misterioso paquete que se le había entregado años atrás.
- Peter Solomon, es la cabeza visible del Smithsonian, y un conocidísimo masón, que nunca ha ocultado tal condición. Su familia es muy adinerada, y siempre ha destacado por su pasión por la cultura y la filantropía. Dado que ocupa el más alto rango dentro de la masonería (grado 33), tiene en su poder las claves de los misterios que esta organización lleva guardando centurias; y ello hace que sea secuestrado por el villano Malik, que solicitará a Langdon su colaboración en la resolución de ciertas claves, para devolverle a su amigo con vida.
- Katherine Solomon, es una científica que trata de probar la relación que tienen las teorías místicas de la Antigüedad, mediante el método científico. Así ha realizado múltiples experimentos destinados a probar la existencia material del alma humana, o la posibilidad de que los pensamientos de una persona se materialicen. A lo largo de la novela, ayudará a Langdon en la resolución de los misterios que pueden salvarle la vida a su hermano secuestrado.
- Inoue Sato, directora de la CIA con la que Langdon tendrá relaciones tanto de colaboración como de obstruccionismo mutuo. Está más preocupada por el peligro para la seguridad nacional que la revelación de ciertos secretos supondría, y al contrario que Langdon, no tiene inconveniente en que Peter Solomon de su vida, a cambio de mantener esas informaciones en secreto.
- Warren Bellamy, es el “gerente” (en la versión original recibe la denominación de “arquitecto”, aunque no en el sentido de diseñador del edificio, sino de encargado de su mantenimiento) del capitolio, además de masón. Le servirá a Langdon de ayuda en varios tramos del desarrollo de la historia.
- Malik, el misterioso y tatuado villano que ha secuestrado a Peter Solomon para obligarle a entregarle el gran secreto que celosamente guarda la Masonería. Destaca además por haber infringido varios ataques previos a la familia del secuestrado, llevándola a su práctica destrucción. Además, su identidad guarda un peculiar secreto que se desvela al final, pero que sin duda, será fácilmente identificable por los lectores avispados (y esto ha sido una pista).
Una vez trazados los rasgos básicos de la obra, procedo a mi valoración crítica, que como en el resto de novelas de Dan Brown es: “se trata de una novela entretenida pero literariamente mediocre”.
Resulta interesante porque la continua sucesión de misterios sobre la cultura clásica o los análisis etimológicos pueden entretener al público que no es muy ducto en estas materias; pero en el fondo muestra un gigantesco grado de mediocridad, porque se trata de “otra novela paralela” a las que el autor ha escrito. Sigue exactamente el mismo esquema, con personajes simétricos, desde el policía con el que tiene tensiones, a la chica relacionada indirectamente con el implicado, y que le ayuda a resolver el misterio; pasando obligatoriamente por el villano que nos va contando su historia personal a lo largo de la trama.
Y todo ello con la continua sucesión de puzzles como hilo conductor, dándose la peculiaridad de que el autor, llega a repetir los misterios utilizados en otras novelas anteriores. Así, el nombre en latín de Isaac Newton, o la etimología de “sinceramente” y “sin cera” ya habían aparecido respectivamente en El Código da Vinci y en Fortaleza Digital.
En conclusión, que no tengo la más mínima duda de que arrasará en ventas, y de que en un par de años, tendremos la película; pero no por ello voy a dejar de destacar de que nos encontramos ante otro ejemplo de mediocridad literaria con una buena campaña de marketing, y dirigida a un público de masas que quiere algo “fácil de digerir” intelectualmente.
1 comentarios:
Paso para decirte que hoy...
* octubre 13, 2009. "Multinacionales, Bº Fiscales y Traslados a Suiza": Adamantio
(Publicado el lunes 13 de julio de 2009 por Adamantio en su página Ideas Libérrimas (...)
... he publicado en mi blog este texto tuyo -quiero recordar, o me lo estoy inventando, que te comenté en su día que te lo copiaba-
Gracias y buen día. PAQUITA
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