28 de febrero de 2009

"El Ártico en Peligro por el Cambio Climático"


Desde que la humanidad empezó a trazar mapas del mundo, los polos norte y sur nos han fascinado, tanto poética como científicamente. Pero, con excepción de unos pocos balleneros y exploradores, no mucha gente alguna vez fue allí para echar una mirada más de cerca. La quietud serena del Ártico y el Antártico era una perfecta combinación para la indiferencia humana. Sin embargo, el estallido del calentamiento global cambió todo.



Por supuesto, esa vieja indiferencia no era universal. En un raro esfuerzo de inteligencia política colectiva, y para evitar cualquier riesgo de un conflicto internacional, se firmó un tratado internacional en 1959 para gobernar la Antártida. Este tratado dedicaba la Antártida a fines exclusivamente pacíficos. Reconocía los reclamos territoriales existentes, los declaraba "congelados" y prohibía toda aseveración física de soberanía en el territorio de la Antártida.



La naturaleza y el contenido de ese tratado eran puramente diplomáticos. Sólo después de su ratificación surgieron las primeras cuestiones ambientales. Estas se incorporaron a un tratado revisado en 1972 por una convención sobre protección de las focas, seguida, en 1980, de una convención sobre preservación de la vida silvestre. Más importante, un protocolo firmado en Madrid en 1991 abordaba la protección del medio ambiente antártico.



Como primer ministro francés, junto con el entonces primer ministro de Australia, Robert Hawke, fui responsable de proponer el protocolo de Madrid, que transformó el Antártico en una reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia durante 50 años, renovable por acuerdo tácito. No fue un logro sencillo. Tuvimos que rechazar primero una convención sobre la explotación de los recursos minerales que ya había sido negociada y firmada en Wellington en 1988, con lo que corrimos el riesgo de reabrir negociaciones muy inciertas. Estábamos alardeando, pero nuestra fanfarronada funcionó.



El ambiente del Antártico hoy está efectivamente protegido por la comunidad internacional, que es el propietario de facto de este continente, sin ninguna diferenciación nacional. Es el único caso de este tipo en el mundo. De hecho, abogados internacionales que intentan definir la condición legal del espacio exterior -¿Quién será el dueño de la luna? ¿Quién será el dueño de los recursos que algún día puedan extraerse allí?- suelen analizar el "sistema del tratado del Antártico" en busca de precedentes y analogías.



Pero la Antártida tenía una gran ventaja, en comparación con el Ártico, que hoy está en peligro: sólo había pingüinos en la Antártida, no votantes, especialmente votantes de diferentes nacionalidades. La Antártida, si bien es un gigantesco archipiélago continental que mide 24 millones de kilómetros cuadrados y está cubierto por una capa de hielo de 4-5 kilómetros de espesor, está lejos de cualquier continente habitado. El Ártico es sólo agua, y con el propio Polo Norte 4.200 metros debajo de la superficie. Pero hay cinco países muy cerca: Noruega, Rusia, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca (vía Groenlandia, que se volverá independiente en los próximos años).



A lo largo de gran parte de la historia humana, el hielo impidió casi por completo toda navegación en los mares que rodean al Polo Norte, y el Ártico estuvo dormido en una indiferencia silenciosa. Todo cambió radicalmente en los últimos tres años. El Panel Internacional sobre Cambio Climático (PICC) estableció que el calentamiento global no es uniforme: mientras que las temperaturas aumentaron, en promedio, el 0,6ºC en el siglo XX, el incremento en la región del Ártico fue de 2ºC.



Algunas estimaciones sugieren que aproximadamente el 20% del total de reservas petroleras del mundo están debajo del Ártico. En 2008, por primera vez en la historia humana, se abrieron por unos meses dos canales de navegación a través del campo de hielo polar -en el este a lo largo de Siberia y en el oeste a lo largo de las islas canadienses-, lo que permitió que los barcos se desplazaran de Europa a Japón o a California a través de los estrechos de Bering, en lugar del Canal de Panamá o el Cuerno de África, y que se así ahorraran unos 4.000 o 5.000 kilómetros.



Dado el calentamiento global, esto tal vez se convierta en una práctica regular: miles de barcos pasarán por los pasos del Ártico, vaciando sus tanques de combustible y causando filtraciones de petróleo y otras formas de contaminación. Esto plantea una amenaza real para las poblaciones esquimal e inuit, así como para los osos polares.



Es más, de acuerdo con la Convención sobre el Derecho del Mar, los países gozan de soberanía absoluta en las primeras 12 millas náuticas (unos 20 kilómetros) de su mar de aguas costales, y una soberanía casi absoluta, limitada por unas pocas convenciones, dentro de las 200 millas náuticas (360 kilómetros) de sus costas. Cualquier país que pueda probar que el lecho marino más allá de las 200 millas náuticas es una extensión de la plataforma continental sobre la cual ejerce soberanía puede reclamar soberanía sobre eso también.



Rusia, que hace tres años utilizó un submarino para plantar una copia de platino de su bandera nacional en el Polo Norte, reclama soberanía sobre el 37% de la superficie del Océano Ártico. Los territorios reclamados por Rusia incluyen el Polo Norte y un campo petrolero gigantesco. Si se explota este petróleo, los riesgos de contaminación serán mucho mayores que en cualquier otra parte. Dada su política de rearme, ¿Rusia podría estar planeando establecer sitios de lanzamiento de misiles submarinos?



En consecuencia, es urgente y necesario negociar un tratado que garantice la paz y la protección ambiental en la región del Ártico. Probablemente sea algo difícil de alcanzar, pero el esfuerzo debería ser visto como una gran causa para la humanidad.



PD: texto de Michel Rocard, ex primer ministro francés.


"P2P vs Streaming "


Pese a que el grueso del tráfico en la Red sigue siendo generado por las redes de intercambio P2P, su ritmo de crecimiento es menor al del total del tráfico total. El análisis muestra que la mayor cantidad de tráfico se ha repartido entre BitTorrent -que encabeza el ránking de protocolos- y eDonkey -que desciende de manera importante-, las dos redes más populares de intercambio de archivos P2P, informa Ars Tecnica .



Otras conclusiones del estudio afirman que, pese a todo, el P2P genera la mayor cantidad de tráfico enInternet en todas las regiones, aunque los servicios de alojamiento crecen en popularidad de manera importante. En cuanto al contenido de vídeo, el 'streaming' (servicios como YouTube, por ejemplo) crece de forma importante, y llega en algunas regiones a suponer el 10% del tráfico total.



Según informa la compañía alemana iPoque en una nota, por tercer año consecutivo, los responsables del estudio Mochalski Hendrik y Klaus Schulze han llevado a cabo la medición y el análisis de 1,3 petabytes de tráfico de Internet (una cantidad que cabría en 300.000 DVD) en ocho regiones del mundo. El estudio abarca el uso de un centenar de los más populares protocolos de Internet, incluido P2P, VoIP, 'streaming', mensajería instantánea y otros.



"Bosnia and Herzegovina: Political Instability and Ethnic Intolerance in the Balkans"


Bosnian Serb leaders have threatened to pull out of state institutions and are pressing anew for independence from Bosnia and Herzegovina, threatening to throw the fragile, multiethnic country into political crisis once again.



Analysts and observers of the region said the situation could unravel the United States-brokered Dayton accords of 1995, which ended a savage war that killed more than 100,000 people, most of them Muslims, between 1992 and 1995. The pact divided Bosnia and Herzegovina into a Muslim-Croat Federation and a Serb Republic, presided over by a decentralized political system that reinforced rather than healed ethnic divisions.



The crisis comes at a critical time, just a few weeks after the United Nations and European Union envoy to Bosnia, Miroslav Lajcak, was appointed foreign minister of his native Slovakia, creating what analysts called a potentially dangerous power vacuum. United Nations officials stressed Tuesday that Lajcak would continue to exercise his powers until a replacement was found.



Srecko Latal, a Bosnia specialist at the Balkan Investigative Reporting Network in Sarajevo, the country's capital, warned that the West, distracted by the global financial crisis, Iraq and Afghanistan, was ignoring trouble signs in Bosnia, in its own backyard. "The United States and the European Union must engage, not just for the sake of Bosnia but because the world can't afford to allow what happened the last time," he said.



Bosnia's security is guaranteed by 2,000 European Union peacekeepers. But Latal said the force was not strong enough to contain hostilities, should they erupt. Sketching a worst-case possibility, he warned that if the Serb Republic declared independence, neighboring Croatia would respond by sending in troops, and Bosnian Muslims would take up arms.



Bosnian Serb officials, Western diplomats and the police said the crisis began last week when the country's state police agency sent a report to the State Prosecutor's Office with allegations involving the Serb Republic's prime minister, Milorad Dodik.



The case outlined in the State Investigation and Protection Agency report related to corruption, fraud and misuse of finances involving several important government contracts in the Bosnian Serb Republic. They included allegations concerning a $146 million government building in Banja Luka.



Gordan Milosevic, a spokesman for Dodik, said Tuesday by telephone that the allegations were politically motivated. He said the case breached due process because it had been forwarded without the approval of top Bosnian Serb officials in the State Investigation and Protection Agency and the prosecutor's office.



Dodik expressed indignation last weekend, saying he was the victim of a witch hunt aimed at undermining him and the Bosnian Serb Republic. "Even the little faith I had in the state of Bosnia and Herzegovina is now lost due to this farce with the criminal charges against me," he said last week. "They have made this country pointless."



He also vented his ire at a meeting in Mostar, where leaders of Bosnia's three main ethnic groups were discussing how to press forward with changes to the Constitution. Attendees at the meeting said Dodik stormed out after one hour. Before leaving, they said, he delivered an ultimatum that a new constitution could proceed only if it affirmed the right of the Bosnian Serb Republic to national self-determination and enshrined its right to hold a referendum on independence.



Adding to the tensions, Dodik said recently that the investigation against him had probably been devised by the deputy United Nations high representative in Bosnia, Raffi Gregorian. In November, Dodik filed criminal charges against Gregorian and foreign prosecutors in Bosnia, accusing them of plotting against his government after they opened a corruption investigation into the Serb Republic's awarding of government contracts.



The Serbian member of the country's three-member presidency, Nebojsa Radmanovic, called over the weekend on all Bosnian Serb political parties, citizens and nongovernmental organizations to support the Bosnian Serb government. One Serbian veterans' association warned that Bosnia's Muslims were secretly arming themselves, and Bishop Grigorije, head of the Serbian Orthodox Church, warned that "nobody should play around with Republika Srpska."



But Western diplomats and officials on both sides of the ethnic divide stressed that the conflict was a political war of words that was unlikely to spill over into violence. "Dodik wants to make clear that the right of the Republika Srpska to exist is beyond dispute," said Milosevic, Dodik's spokesman. "No one wants war."



Serbian analysts said that Dodik had no intention of seceding, at least in the near term, and that he was using the international political vacuum in Bosnia to cement his control over the republic. Beyond the obvious threat of provoking a war, they said, secession was not an attractive option for Dodik, because it would mean aligning the Serb Republic with Serbia or Russia, which would severely diminish his power. It also would inevitably lead to international isolation.



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21 de febrero de 2009

"Invertir en Oro para Eludir la Crisis Financiera"


En medio de las turbulencias que castigan los mercados, el oro está viviendo una época dorada. La inversión en renta variable entraña cada vez más riesgo, la renta fija (tanto estatal como corporativa) no atraviesa por su mejor momento y el dólar, con quien siempre ha mostrado una fuerte descorrelación, sigue muy debilitado.



Junto a ello, los indicadores macroeconómicos siguen mostrando el fuerte deterioro de la economía global, un escenario que favorece el interés por el oro, como el activo refugio por excelencia. Ayer, el oro superó los 1.000 dólares por onza troy, con lo que está cada vez más cerca de los máximos que alcanzó en marzo en 1002,95 dólares por onza. Si en 2008 este metal precioso se convirtió en uno de los activos más rentables, este 2009 tiene muchas papeletas para repetir la hazaña.



Varias firmas de inversión internacionales han augurando que el oro mantendrá un buen comportamiento en los próximos meses y el consenso de mercado apunta, como mínimo, a los 1.000 dólares por onza. Según Merrill Lynch, la onza se cambiara a 1.500 dólares en 2010 ya que, como explican en su último informe sobre materias primas "es un uno de los pocos activos líquidos que no teme al crédito, a la inflación, a la inestabilidad de la divisa o al riesgo político". Goldaman Sachs, a principios de febrero, fijó el precio de la onza del oro en 1.000 euros en los próximos tres meses. La entidad asegura que, mientras persista un elevado riesgo de quiebra de financieras o estados -recogidos en los CDS-, los precios del oro se mantendrán al alza.



El gestor de fondos de Black Rock, Evy Hambro, también se muestra optimista y señala que las tendencias del mercado apoyan la senda alcista del oro. Según el experto, ·en el medio y largo plazo, las tensiones entre la oferta y la demanda van a jugar un papel importante a la hora de determinar el precio de este activo". Apunta que es muy probable que el aumento de la riqueza en las economías emergentes mantenga la demanda de oro al alza, mientras que la oferta se está contrayendo, ante la caída de la explotación del metal.



Juan Ramón Caridad, socio director de Atlas Capital, señala, como otro de los motivos que están impulsando el buen tono del metal precioso, la fuerte demanda de los ETF que replican la cotización del oro. "El SPDR Gold Trust ya representa el 10% del volumen total de la demanda mundial y mueve más de 1.000 toneladas", explica.



Por otro lado, el escenario deflacionista al que podríamos enfrentarnos podría convertirse en una traba para el avance imparable del oro. Sin embargo, el miedo a la crisis pesa más y, como explica Caridad, "todos los trillones de dólares que se están inyectando para combatir la recesión tendrán que generar inflación antes o después, por lo que, aunque en el corto o medio plazo viésemos inflación negativa, en el largo plazo los precios repuntarán de nuevo".



La gestora suiza Julius Baër dispone, en su gama de productos, de un fondo para inversores institucionales que invierte su patrimonio en barras de oro de 400 onzas (12,5 kg), las mantiene segregadas y custodiadas en cámaras de alta seguridad en la población suiza de Olten, en los Alpes, y admite reembolsos tanto en dinero como en las propias barras de oro. Este fondo aúna la seguridad de invertir en activo especialmente atractivo en momentos de crisis, con la liquidez y eficiencia de costes de un fondo de inversión. Adicionalmente la clase en euros del fondo cubre el dólar de tal modo que elimina el efecto del cambio de la divisa aislando la rentabilidad de la materia prima en sí misma.



En enero, los fondos que invierten en metales preciosos se han revalorizado un 10,43%, mientras que los fondos monetarios europeos han caído un 0,01% y los que apuestan por la renta fija a corto plazo de Europa tan sólo ha repuntado un 0,16%.



"Chavismo y Venezuela: Camino hacia el Desastre"


Debimos saber que algo andaba mal cuando el 2 de febrero de 1999 Hugo Chávez selló su ascenso a la Presidencia de Venezuela declarando que juraba sobre “esta moribunda constitución”. La “moribunda”, como a partir de ahí quedó bautizada, había hecho posibles 8 transiciones pacíficas del poder en el país y el pleno funcionamiento de un régimen de partidos políticos y libertades individuales. Cierto es que en ese período Venezuela produjo tanta corrupción e irresponsabilidad política como barriles de petróleo, pero en el balance final había sido, políticamente hablando, un país bastante mejor al promedio latinoamericano. No era Suiza, pero sí, ciertamente, una democracia genuina.



Ya no. Pese a la obsesiva celebración de elecciones –un elemento necesario para la existencia de un sistema democrático, pero no equivalente a él—, el legado de la primera década del chavismo consiste, ante todo, en la devastación de la institucionalidad democrática. Elegido en olor de multitudes para sanear los vicios del sistema político que le precedió, el Comandante optó por tirar el agua sucia de la tina con el bebé adentro. Desapareció el sistema político anterior, incluidos el ambiente de tolerancia a las ideas ajenas y los controles sobre el ejercicio del poder, pero no murieron sus vicios, en particular la demagogia y la venalidad, hoy peores que nunca. Al igual que hace 10 años, Venezuela, que alguna vez fue uno de los destinos preferidos por los migrantes del planeta, continúa subdesarrollándose a toda prisa.



El legado de Chávez se encuentra también, y acaso fundamentalmente, en el oxígeno insuflado a algunas ideas perniciosas, que han sido, por mucho tiempo, carlancas que impiden el desarrollo político y económico de América Latina.



En primer lugar, la noción de que la búsqueda de la justicia social demanda el abandono de la vía reformista y de las formas democráticas “burguesas”, en favor de una supuesta democracia “real”, nacida en el fuego purificador de la revolución y en los sueños milenarios del caudillo. No hay tal. La revolución chavista tiene a su haber logros importantes en la reducción de la pobreza y la desigualdad, aunque dudosamente sostenibles y teñidos por las peores prácticas asistencialistas. Esos logros también los tienen, casi en la misma proporción, países como Chile o Brasil, que no han renegado de la separación de poderes, de la pluralidad política o la libertad de prensa, y que no han tenido, tampoco, una inyección de más de 300.000 millones de petrodólares en una década. Más importante aún, pese al incesante revisionismo histórico, no debe olvidarse que entre 1950 y 1980, Venezuela misma fue capaz de reducir la pobreza extrema de 43% de su población a 8%, una de las cifras más bajas de América Latina. Y lo hizo en democracia y en libertad.



En segundo lugar está la idea de que los males de América Latina son, invariablemente, culpa de otros. Es esta la perniciosa narrativa de victimización –aún tan popular en las universidades públicas de la región—contra la que con tanta elocuencia predicó otro venezolano, Carlos Rangel, antes de morir a destiempo. Es obvio que ni el sistema tributario famélico, ni la educación de mala calidad, ni la corrupción rampante, ni la criminalidad desbocada, ni la debilidad de las instituciones, todo aquello, en suma, en lo que Venezuela camina mal aun para los reducidos estándares de América Latina, son culpa del imperialismo norteamericano. En particular esto último. Que Hugo Chávez declare moribunda una constitución legítima o que diga “L’état c’est moi” y decrete, al mejor estilo de Trujillo, un feriado nacional para celebrar su ascenso al poder, son muestras más que elocuentes de un raquitismo institucional enteramente criollo, que basta y sobra para condenar a cualquier país al noveno círculo de la miseria.



Ninguna de esas ideas prolifera, claro está, en una nación satisfecha. Es ahí dónde la experiencia venezolana le habla a toda América Latina. La combinación de crecimiento económico (ahora en retirada por la crisis) y atroces niveles de desigualdad y segmentación social, seguirá generando la misma suma de expectativas insatisfechas y resentimientos sociales que hizo posible la llegada de Chávez al poder en Venezuela. Mientras las democracias latinoamericanas no tomen en serio la tarea de reducir la desigualdad y crear sociedades más integradas por las oportunidades, seguirán viviendo peligrosamente, cortejando un desastre que tarde o temprano llegará. Evitar este desenlace requiere abandonar creencias, tan adormecedoras como reaccionarias, como la de que, mientras se reduzca la pobreza, no importa lo que suceda con la desigualdad o que es posible aspirar al desarrollo humano sin crear sistemas tributarios modernos y progresivos.



Si la celebración de 10 años de chavismo sirve como un recordatorio de los peligros que acechan a las democracias injustas –sobre todo ahora que se acerca un nuevo ciclo electoral en la región—, de algo habrá servido el desolador itinerario recorrido por Venezuela. Dicen que la letra con sangre entra. En América Latina, es cuestionable ...



"Japan : a Defeat could Dissolve the Liberal Democrats"


Mounting troubles threaten the brief administration of Japan's unpopular prime minister, Taro Aso. The bigger question is whether time could also be running out for his Liberal Democratic Party and its half-century monopoly on political power in Japan.



Aso's frequent verbal gaffes have offended just about everyone from doctors to kindergarten mothers. A prominent lawmaker has defected from his party, and a former prime minister publicly rebuked him. Even his scheme to boost economic growth by giving away at least $130 in cash per person has been panned by the public as a cynical vote-winning gesture.


If the party loses upcoming elections, it could mean a drastic redrawing of Japan's political lines, as Liberal Democratic lawmakers defect to create new parties or join the opposition, which has historically been weak and divided. It also raises the possibility of a radical rethinking of Japan's increasingly ineffectual and dysfunctional politics, which have failed to produce the big changes needed to lift a nation that has seemed to slip into slow stagnation.



Political analysts and lawmakers say a defeat could even spell the end of the Liberal Democratic Party, which has appeared outdated with no ideology to bind it together beyond a desire to hold onto power. In its place could emerge new, more modern types of political parties bound together by a shared agenda and principles.



"A defeat could dissolve the Liberal Democrats, create new parties, change the whole political landscape," said Tomoaki Iwai, a politics professor at Nihon University in Tokyo. "The party itself has grown obsolete." For now, the winner would likely be the largest opposition party, the Democratic Party of Japan, which endorses similar policies to the Liberal Democrats and also lacks an ideological core.



The latest blow to the prime minister came Tuesday, when his finance minister resigned after appearing to be in a stupor during a news conference over the weekend at an economic summit in Rome. The minister, Shoichi Nakagawa, who admitted to a glass of wine over lunch, blamed his strange performance, widely replayed on YouTube, on too much cold medicine. The embarrassing news conference, and Aso's tardiness in seeking Nakagawa's resignation, have shaken a five-month-old administration that is already one of the least popular in postwar Japanese history. This week, panicked members of Aso's own party began calling on him to step aside so the Liberal Democrats can install a new, more appealing leader before the upcoming general election for the lower house of Parliament.



"The prime minister no longer has the ability, trust or integrity to manage the current political crisis," Masazumi Gotoda, a Liberal Democratic lawmaker, told reporters on Wednesday while making a public appeal for Aso to resign. Even before the minister's resignation, Aso's approval ratings had already dipped into the single digits. An opinion poll published Feb. 10 by a leading newspaper, Yomiuri Shimbun, showed the Democratic Party of Japan had an approval rating of 28.3 percent, surpassing the Liberal Democrats' 26.8 percent. A loss in the lower-house election, which must be called by mid-September, would remove the Liberal Democrats from Japan's helm for only the second time since the party's founding in 1955. The party lost power for 11 months in 1993.



But many lawmakers and political analysts say pushing aside Aso could also backfire for the party. Aso would become the third prime minister in less than three years to step down amid dismal approval ratings. That could further damage public confidence in the Liberal Democrats, who are already reeling from recent scandals, including the loss of millions of pension records, which outraged this rapidly aging nation.



"The party is in a dilemma because it could lose either way," said Atsuo Ito, an independent political analyst. The depth of its predicament has many lawmakers and political analysts wondering if the party is not finally on its last legs. The Liberal Democratic Party has been one of the longest-ruling political parties in the democratic world, founded to keep Japan firmly in the American camp against the Soviet Union, while focusing on export-led growth and building up the country with infrastructure projects.



But in recent years, the party has increasingly looked like an exhausted relic from the cold war, say political analysts and lawmakers. The party appears stuck in its old ways, promising tens of billions in new public works to combat the current financial downturn, despite sinking Japan deeply into debt building roads to nowhere during its stagnant 1990s.



Recently announced figures for the fourth quarter showed that Japan's economy is deteriorating at its worst pace since the oil crisis of the 1970s. "The Liberal Democratic Party was not made for exerting strong leadership," said Yoshimi Watanabe, a former minister of administrative reform whose high-profile departure from the party last month kicked up a stir. "But political leadership is exactly what Japan needs now."



Aso's backers point out that this is not the first time that people have predicted the Liberal Democrats' demise, saying that both Aso and the party can still bounce back. They say voters will warm to the cash handouts and other planned stimulus measures like a lowering of highway tolls. They are also counting on Japan's cautious electorate to shy away from actually voting for an untried opposition, though they admit that the Liberal Democrats must also find a new message to woo back voters.



"The Liberal Democrats are a very flexible party, so it will adapt," said Yoshihide Suga, a lawmaker who is deputy chief of the party's election committee. The last time someone tried to change the Liberal Democrats was a half decade ago, when then Prime Minister Junichiro Koizumi vowed to save the party by destroying it. He broke the grip of the party's powerful internal factions and weakened its embrace of rural voters with steep cuts in public works and the privatization of Japan's huge postal system, a source of jobs. But analysts say Koizumi ended up crippling the party by failing to create an alternative political base.



Since Koizumi's departure in 2006, the party has appeared to drift, sliding back toward its old factional politics and reliance on the bureaucracy. Aso has only added to this sense of lost direction by seeming to flip-flop and contradict himself on crucial issues. Earlier this month Aso told a parliamentary committee that he had opposed Koizumi's postal privatization plan, despite boasting a few months earlier that he had been the minister in charge of it. Koizumi, who remains a powerful presence here, dismissed Aso's remarks as "laughable."



Aso has also turned off voters by seeming to be out of touch. The wealthy scion of a concrete conglomerate, Aso talks of drinking at posh hotel bars at a time when his constituents face growing layoffs and economic distress. He has also been mocked for his chronic misreading of characters in the written Japanese language. "There's an unmistakable mood here that it is time to give the Democratic Party a chance," said Iwai of Nihon University. "But the Democrats have no experience running a country, so expectations aren't high there, either."



15 de febrero de 2009

"UE y la Seguridad Energética"


¿Acaso el "arma energética" de los años 1970 -la retención de suministros energéticos con fines políticos- ha regresado? Utilizar el petróleo o el gas como arma política es algo más fácil de decir que de hacer, por supuesto, pero la reanudación este año de la disputa del gas entre Rusia y Ucrania, y el resultante corte del suministro a gran parte de la Unión Europea, deberían concentrar las mentes en la necesidad de que la UE desarme a quienes utilizarían el arma energética.



Como estrategia a largo plazo, los embargos de energía siempre resultaron inútiles. Arabia Saudita vio cómo su porcentaje de las exportaciones mundiales de petróleo se desmoronaba en los 12 años posteriores al embargo de 1973-1974. Las enormes subas de precios de los años 1970 se volvieron insostenibles porque llevaron a los gobiernos en Europa y otras partes a proteger a sus consumidores a través de impuestos más elevados al petróleo, conservación y expansión de la producción petrolera fuera de la OPEP.



Europa no puede permitir que esta historia lo vuelva complaciente. De hecho, tras la repetida disputa entre Rusia y Ucrania, Europa debe reaccionar con la misma decisión para diversificar sus suministros energéticos que demostró en los años 1970 al enfrentarse al desafío de la OPEP. Como sucedió con los países de Oriente Medio, sólo una experiencia amarga le enseñará a Rusia que los suministros seguros de energía están en el interés de todos. El Kremlin aprenderá esa lección sólo si Europa diseña, adopta y se ajusta a una estrategia energética que disminuya su dependencia del suministro ruso y establezca su propia política exterior común en materia de seguridad energética, como recomendaba el informa de 2007 del Parlamento Europeo.



El gas es, sin duda, más vulnerable que el petróleo a las interrupciones imprevistas del suministro. El petróleo es razonablemente fácil de comercializar a nivel global en buques cisternas marítimos, mientras que en la mayoría de los mercados de gas la tubería fija entre el campo de gas y la hornalla traba a productores y consumidores en un abrazo exclusivo. Una tarea a la que hoy se enfrenta Europa es hacer que ese abrazo de oso ruso sea menos exclusivo, lo que requerirá de un esfuerzo coordinado y sostenido entre los estados miembro de la UE y sus vecinos en materia de seguridad energética externa.



Eso implica construir nuevos gasoductos -como los proyectos Nabucco, Trans-sahariano y Arroyo Blanco- que circunvalan a Rusia, y tal vez hacer que su concreción sea una condición para cualquier gasoducto ruso nuevo, particularmente el polémico gasoducto transbáltico Nordstream y el gasoducto South Stream a los Balcanes e Italia. Sólo entrelazando los destinos de estos proyectos se disipará la potencial capacidad de Rusia de desestabilizarlos.



Otro aspecto interno importante de una política de seguridad energética de la UE debe ser una política energética paneuropea común que sea vinculante y coordine mejor los proyectos de infraestructura y distribución de los gobiernos nacionales. Harán falta inversiones importantes tanto públicas como privadas para entrelazar las diversas redes nacionales de gasoductos.



Estas dos reformas por sí solas privarían a Rusia de su capacidad para enfrentar a los países entre sí, porque una concesión otorgada a un distribuidor nacional inmediatamente estaría a disposición de los clientes en el resto de los países a través de cláusulas contractuales ejecutorias de suministro y protocolos de tránsito supervisados por la Comisión Europea. Esto sería análogo al papel que desempeña la Comisión a la hora de promover las Redes Transeuropeas de comunicaciones por carretera o tren.



En toda Europa, las empresas energéticas están empezando a tomar conciencia de los beneficios de este tipo de reformas y se vuelven menos reacias a ellas que en el pasado, cuando muchas querían proteger sus mercados nacionales e ignorar al resto de Europa.



Dado que está surgiendo un mercado de gas natural licuado (GNL) comercializable -los flujos a Europa como mínimo se han duplicado en la última década y representan aproximadamente un cuarto del comercio mundial total de gas transfronterizo-, Europa necesitará invertir copiosamente en nuevas terminales de GNL como otra alternativa para el gas ruso. Se deberían invertir unos 100.000 millones de dólares en GNL en los próximos diez años. Estas inversiones tendrán grandes implicancias para la industria del gas de Europa y generarán una mayor transparencia en la cotización global del gas, porque ahora es posible importar gas de productores distantes.



Una mejor integración de la red eléctrica de Europa también es esencial para la seguridad energética, porque esto les permitirá a los países individuales comercializar libremente entre sí cuando algunos tengan excedentes y otros enfrenten escaseces. Por ejemplo, los estados bálticos necesitan conexiones a la red finlandesa y a la red polaca para poner fin a su aislamiento energético.



La Comisión de la UE parece estar entendiendo este mensaje. Hace poco autorizó la inversión de 5.000 millones de euros para proyectos energéticos prioritarios, entre ellos 1.750 millones de euros para interconectares de gas y electricidad, 1.250 millones de euros para la captura de carbono y el almacenamiento de gas y 250 millones de euros para Nabucco. No es suficiente, por supuesto, pero es un buen comienzo.



Más allá de estas acciones de organismos públicos, Europa también necesita hablar con una única voz cuando trata con proveedores monopólicos como Rusia -o, en el futuro, con un Irán que algún día podría estar conectado a los planeados gasoductos del Caspio-. Una única voz no erosionaría el derecho soberano de los países individuales a determinar su mezcla de producción de energía -el equilibro entre energía convencional, renovable y nuclear- como sostienen algunos euroescépticos. Se trata, simplemente, de sentido común entre países decididos a defender su seguridad común.



La seguridad energética en Europa, en definitiva, depende de reconocer que, debido a la naturaleza conectada de nuestro suministro energético y sistemas de transmisión, la UE y nuestros vecinos deben depender unos de otros. En consecuencia, resulta vital una solidaridad energética fortalecida en la UE, en la que cada país de Europa ayude a través de "cláusulas de solidaridad" vinculantes a garantizar los suministros energéticos de los demás en caso de emergencia -ya sea esta emergencia deliberada o accidental-. La Carta Energética Europea, que enfatiza el acceso al mercado y la transparencia, aunque digna de elogio, es insuficiente en momentos de crisis cuando los mercados pasan por su peor momento.



Los líderes de Europa tienen la obligación de decirles a sus pueblos qué es necesario hacer para asegurar el futuro energético. Quienes se nieguen a plantearle elecciones difíciles a su pueblo pueden pasarla mejor ahora, pero cuando azote la catástrofe, perderán credibilidad y legitimidad. Por el futuro energético de Europa, hoy es el momento de las decisiones difíciles.



"USA, Coal and Environment"


Last May, protesters took over James Rogers's front lawn in Charlotte, North Carolina, unfurling banners declaring "No new coal" and erecting a makeshift "green power plant" — which, they said in a press release, was fueled by "the previously unexplored energy source known as hot air, which has been found in large concentrations" at his home.



And so it goes for Rogers, the chief executive of Duke Energy. For three years, environmentalists have been battling to stop his company from building a large coal-fired power plant in southwestern North Carolina. They say it will spew six million tons of carbon dioxide into the atmosphere annually, in addition to producing toxic gases and mountains of fly ash similar to the muck that engulfed a Tennessee community recently.



All Rogers asks, he said in jest, is that protesters let him know when they want to camp out on his lawn. "Maybe next time we can have a little notice and ask them to join us for coffee or tea," he says. Rogers and his colleagues may be forgiven for feeling a little under siege these days. The coal industry, which powered the industrial revolution and supplied America with much of its electricity for more than 60 years, is in a fight for its survival.



With concerns over climate change intensifying, electricity generation from coal, once reliably cheap, looks increasingly expensive in the face of the all-but-certain prospect of regulations that would impose significant costs on companies that emit large amounts of carbon dioxide and other greenhouse gases.



As a result, utilities' plans for new coal plants are being turned down left and right. In the last two-and-a-half years, plans for 83 plants in the United States have either been voluntarily withdrawn or denied permits by state regulators. The roughly 600 coal-fired power plants in the United States are responsible for almost one-third of the country's total carbon emissions, but they are distinctly at odds with a growing outlook that embraces clean energy.



A new campaign against coal by Robert F. Kennedy Jr., a prominent environmentalist, and the Waterkeeper Alliance is called "The Dirty Lie." Other clean-energy advocates are equally passionate. "If you care about being a leader on solving global warming problems, you don't build new coal plants, especially ones that don't have a way to capture carbon," said Stephen Smith, executive director of the Southeastern Alliance for Clean Energy. (Smith's group was not involved in the decorating of the Duke executive's lawn. That was the handiwork of a small group called Rising Tide, in Asheville.)



This green chorus also includes Al Gore, the former vice president, Eric Schmidt, the chief executive of Google, and Harry Reid, the Senate majority leader, who has called for a moratorium on new coal plants. Reid and other Democratic leaders in Congress, emboldened by support from the Obama administration, have promised climate change legislation by the end of the year. While the exact outlines are yet to be determined, lawmakers are discussing plans to force companies to reduce carbon emissions or be required to pay some form of penalty.



Some conservatives in Congress, and the coal industry itself, say the clean energy push is an affordable luxury — and a pet cause — for people in states that don't have to rely primarily on coal to produce electricity. "The costs for those customers in the heartland who get more of their electricity from coal, not only residential but commercial customers, could be significantly higher, at a time when we can least afford it," says Jim Owen, spokesman for the Edison Electric Institute, which represents electric utilities. "So we want to make sure that a climate change program is properly designed."



Moreover, getting more and more of our energy from squeaky-clean sources like wind, solar and biomass sounds like a great idea, but whether renewables can keep the lights on and our iPods charged remains an open question. The coal industry is aware of all of these issues and is fighting back. An industry-financed group called the American Coalition for Clean Coal Electricity spent $38 million last year informing Americans, via TV and newspaper ads, that coal is the source of 50 percent of their electricity, that it is an abundant domestic resource and, most importantly, that there is the promise of "clean," or carbon-free, coal. This argument is what Kennedy's group calls "the dirty lie."



Nevertheless, the industry sees clean coal technologies as its best hope for joining the ranks of green power. The problem is that the technology, called carbon capture and storage, is still being developed and could make electricity generated by coal more expensive than power from other sources. "There are 16 gigawatts of new coal-fired generation coming online in the next few years," said Kevin Book, an energy policy analyst at FBR Capital Markets. "They may well be the last plants."



Rogers, 61, may adhere to the pro-coal sentiments of many of his peers, but he is hardly a typical captain of the energy industry. Five years ago, he began advocating for climate change legislation at a time when some companies were still saying human activity had nothing to do with global warming. Rogers, a native of Birmingham, Alabama, considers himself an environmentalist and calls his decision to move forward with the new plant, made shortly after he became chief of Duke in April 2006, a difficult one.



The estimated 240 million tons of carbon dioxide that will be generated over the 40-year life of the plant, known as Cliffside, will probably never be captured, when or if such technology becomes viable. Most proposals to capture gas involve injecting it deep into the earth. But in North and South Carolina, where Duke operates, the underground rock is too porous to contain any gas. "There's always been a tension between affordability and clean," Rogers said in mid-January, sipping a cappuccino on his way to a meeting in Washington with Carol Browner, the White House coordinator of energy and climate policy. "Ultimately we need to be able to meet the energy needs of our customers. That's my biggest obligation."



Fulfilling that responsibility through renewable energy wasn't an option, he said. Duke, which gets 71 percent of its electricity from coal, has only recently delved into solar energy, promising to buy the entire output of a large solar farm in North Carolina and it is seeking final approval to put solar panels on rooftops at hundreds of customer sites. Its first purchase from a wind farm has started flowing to customers in Indiana. All that combined, though, will give Duke only 124 megawatts of energy, compared with 800 planned from Cliffside.



Hoping to mitigate some of the environmental impact of Cliffside, Rogers has promised to shut down more than an equal amount of older, more polluting power plants by 2018. Environmentalists are not impressed. They say that Rogers hasn't pushed for clean energy with the same vigor he has expended on Cliffside; for instance, he personally lobbied North Carolina utility regulators for Cliffside but not for the solar program. "Among the utility guys he's the most dangerous because he talks a good game, but his actions are among the worst," said Bruce Nilles, who oversees anti-coal initiatives for the Sierra Club. Not so, says Rogers. He says that he's just a pragmatist, not a hypocrite, and that he has given his full support to Duke's solar program.




Even if they want to, it's going to be hard for utilities to wean themselves off huge coal plants, which are much simpler to plan and build than a collage of smaller alternative energy projects that cannot be counted on for continuous power.



"Utilities like to plan their world around big traditional power plants," said Smith of the Southern Alliance for Clean Energy. "Only when they are forced are they willing to rethink that business model." Rogers, after all, was hoping to build two plants at the Cliffside site, but the state awarded only one permit. Other utilities, though, have sworn off coal for the time being and are eagerly embracing alternative energy. Xcel Energy, for example, has erected 274 cloud-colored turbines on the gusty plains of northeastern Colorado. It gets about half of its electricity from coal, but it also draws more of its power from wind, almost 3,000 megawatts, than any other utility.



"It's not always easy, but we're wanting to provide our customers with cleaner and cleaner energy," said Frank Prager, vice president for environmental policy at Xcel. Others have even broader ambitions. Dan Reicher, Google's director for climate change and energy initiatives, is confident it's possible to wean Americans off coal. Last year he devised a plan, called Clean Energy 2030, that calls for America to go almost fossil fuel-free by 2030.



His proposal entails keeping electricity demand flat by aggressively pursuing energy efficiency, thus bypassing the need for new coal plants to meet growing demand. All existing coal generation and about half of our current natural gas production would be replaced with a medley of clean electricity propelled by wind, solar, nuclear and other sources.



Michael Morris, chief executive of American Electric Power in Columbus, Ohio, also one of the largest utilities in the country, dismisses Google's plan, particularly the idea of eliminating coal-fired electricity by 2030. "Absolutely impossible," he scoffs. "If you can make the wind blow 24/7 that would be good. Maybe Google's got a plan for that." Environmentalists counter that there are innovative ways to deal with the fact that wind and solar farms don't generate nonstop electricity, namely pairing them with natural gas plants, and using emerging energy storage technologies.



Even with creative approaches, clean energy still presents huge challenges. Lots of new wind and solar farms are going to require huge amounts of new transmission lines that will carry that power from remote places to more populated areas, an endeavor that a consortium of grid operators projects will cost as much as $100 billion. Solutions like advanced geothermal, a promising way to get clean, always-on energy, are still in the development stage and will require huge investments.



For their part, nearly all utility companies yearn for the day when coal isn't a dirty word and when plants can capture and store their carbon dioxide. No one is a bigger cheerleader for this idea than Morris of American Electric. This fall, the 150-foot smokestack at the company's Mountaineer coal plant in New Haven, West Virginia, will be outfitted with technology that uses chilled ammonia to trap carbon dioxide. The greenhouse gas will then be turned into a liquid and injected into the ground. It will be the first such project that will both capture and store carbon from an existing plant, and Morris is wildly optimistic. "At the end of the day we will develop this technology," he says.



But Morris's plans, as ambitious as they are, say a lot about just how far away "clean coal" is. Of the 8.5 million metric tons of carbon dioxide emitted annually by the Mountaineer plant, only 100,000 to 300,000 will be removed with the new technology. And American Electric and the maker of the technology, Alstrom, are spending $100 million on the initiative — a daunting expense for some producers.



Then there is the cost of doing the carbon removal, which Book, of FBR Capital Markets, estimates would more than double the price of electricity generated from coal, possibly making it too expensive relative to other sources. "The economic case isn't there for private companies to do it," he says. "The government is going to have to fund it." Until then, coal's image problem is likely to persist. "Coal is the dirtiest possible fuel," said Patrice Simms, senior attorney for the Natural Resources Defense Council. "We need to move away from our 19th-century fuel source."



"Microsoft Imita a Apple: va a Abrir una Cadena de Tiendas Propias"


El gigante del software Microsoft proyecta abrir una red mundial de tiendas propias similar a la del grupo Apple, en la que venderá tanto sus productos como ordenadores con el sistema operativo Windows.



En un anuncio realizado a última hora del jueves y que recoge la prensa estadounidense, Microsoft dijo que estas tiendas "ayudarán a conseguir una mayor implicación con los consumidores y a seguir aprendiendo de primera mano lo que quieren y cómo compran".



La compañía ha contratado a David Porter, un veterano ejecutivo del sector minorista, para poner en marcha esta red mundial de establecimientos. Porter, ex-directivo de la cadena de supermercados Wal-Mart, tendrá como primera tarea decidir la ubicación de las tiendas, su diseño y coordinar su apertura.



Microsoft no ha especificado si los primeros establecimientos estarán en EE.UU. o fuera de este país. Con este paso, Microsoft intenta impulsar ventas y mejorar la imagen de su sistema operativo, dañado por las frecuentes críticas a Windows Vista. La decisión llega, sin embargo, en un difícil momento para el sector minorista.



La cadena estadounidense de tiendas de electrónica Circuit City se declaró insolvente el pasado noviembre y ha cerrado sus tiendas en EEUU, mientras que su competidor BestBuy ha despedido a miles de empleados. Apple parece salvarse por el momento de la quema porque sus productos están orientados a un consumidor más preocupado por la calidad y el diseño que por el precio pero, aún así, sus ventas medias por tienda cayeron hasta los 7 millones en 2008 frente a los 8,5 millones de 2007.



Por otra parte, Microsoft puso hoy precio a la cabeza del creador o creadores del virus informático Conficker, también conocido como Downadup, y ofreció una recompensa de 250.000 millones de dólares para quien ayude a identificar a su autor.



"Microsoft quiere ayudar a las autoridades a atrapar a los criminales responsables del virus", dijo la firma en un comunicado. Cualquier persona en cualquier país podrá acceder a la recompensa porque los virus informáticos "afectan a la comunidad de Internet en todo el mundo", añadió.



Conficker empezó a extenderse a finales de 2008 a través de un fallo de seguridad de Windows que Microsoft había corregido con un parche en octubre y se estima que ha afectado ya a más de 15 millones de ordenadores.



8 de febrero de 2009

"Cristiano Ronaldo: Éxito de la Biomecánica aplicada al Fútbol"


El despacho de René Meulensteen está presidido por una vieja fotografía de 1970 en la que Bobby Charlton abraza a Pelé. Es una imagen de otra época que resume una filosofía de futuro. Esa imagen reúne los dos argumentos que sustentan los métodos de trabajo de este científico del fútbol que ha incorporado la biomecánica al desarrollo de jugadores en el Manchester United. ¿Puede entrenarse el talento? Meulensteen lo cree y postula la mecanización del gesto técnico como solución a las situaciones de presión. Este holandés ha diseñado un programa de trabajo en el que pretende sumar la disciplina de Charlton y el talento de Pelé.



"Siempre se confía en que Dios nos dote de jugadores como Cruyff, Best o Maradona. Cada cinco años aparece alguien que aúna trabajo y talento como Wayne Rooney. Nosotros queremos optimizar un programa de desarrollo para producir cuatro o cinco Rooneys por camada", apunta el técnico. Pero mientras esto ocurre, Meulensteen se ha ocupado de otro asunto. Del desarrollo futbolístico de Cristiano Ronaldo de dos Santos Aveiro, un chaval de 1,86 y 67 kilos que llegó al United en el verano de 2003 con el único bagaje de jugar una temporada en el Sporting portugués. Hoy pesa ocho kilos más. De músculo, por supuesto.



Meulensteen aterrizó en el staff del United en 2001, de la mano de Sir Alex Ferguson, que buscaba un técnico específico para desarrollar la técnica de sus jugadores. El holandés, discípulo del método Coerver, encajaba en el rol. Cuando llegó Cristiano, Meulensteen le preguntó por su objetivo. "Ganarlo todo con el United y ser el mejor jugador del mundo", contestó.



Cristiano venía de un fútbol pausado como el luso y lo primero que hizo Meulensteen fue convencerle de que debía llegar a la altura del rival en carrera para encararle. "Era y es el jugador mejor dotado técnicamente del equipo, lo que necesitábamos era rentabilizar esas habilidades".



Cristiano reúne dos virtudes extrañamente coincidentes en un futbolista: una velocidad explosiva habitual en jugadores con el centro de gravedad bajo como Messi o Romario y la zancada de mediofondista que le otorga su 1,86. Meulensteen trabajó la musculatura de su tren inferior para aumentar su velocidad explosiva y ha corregido su técnica de zancada.



Además ha añadido a su amplio catálogo de regates nuevas suertes mostrando al portugués un DVD de cinco minutos con jugadas de Best, Maradona y Ronaldo desmenuzadas a cámara lenta. Para el holandés, "Cristiano está a la altura de Ronaldinho creativamente, pero su actitud le hace superior. Su mentalidad le impide ser complaciente. Aprende rápido, es inteligente y siempre prueba cosas nuevas".



El último escalón ha sido trabajar la definición ante portería. Hablan los datos: la temporada que llegó al United anotó 4 goles en 15 partidos; la pasada logró 31 en 31 encuentros. Cristiano reina mientras su secreto lo guarda este científico que advierte lacónicamente "es una pena no haberlo cogido con siete años"... Menos mal, pensará alguno.



"Che Guevara: ¿ Mito de la Izquierda o Asesino en Serie ?"


La historia, cuando es contada por Hollywood, a menudo carece de sentido, pero por lo general los creadores de películas tienen el sentido común de no mostrar bajo una luz amable a los asesinos y los sádicos. Sin embargo, la nueva película de Steven Soderbergh hace eso, y más.



El Che como romántico revolucionario, tal como lo representa Benicio del Toro en la película de Soderbergh, nunca existió. Ese héroe de la izquierda, con su aire hippie y su barba, imagen que hoy es icónica de las remeras y taza de café de todo el mundo, es un mito creado por los propagandistas de Fidel Castro, una especie de cruza entre Don Quijote y Robin Hood.



Al igual que esas historias, el mito del Che tiene una similitud superficial con los hechos históricos, pero la historia real es mucho más oscura. Algún Robin Hood probablemente cometió actos violentos contra los ricos y, para cubrir sus rastros, dio a los pobres parte del botín. En la España medieval, probablemente había caballeros parecidos al Quijote cabalgando por las sendas del reino, librándolo no de dragones, sino de los pocos musulmanes que quedaban.



Lo mismo es válido para el legendario Che. Ningún adolescente en rebelión contra el mundo o sus padres parece capaz de resistirse al atractivo de la imagen del Che. Vestir una remera con su rostro es la manera más sencilla y barata de parecer estar del lado correcto de la Historia.



Lo que funciona para los adolescentes también parece funcionar con los directores de películas que quieren sentirse eternos adolescentes. En los años 60, el estilo Che, con barba y boina, era al menos una atrevida declaración política. Hoy es poco más que una pose de moda que inspira una épica de Hollywood de gran presupuesto. ¿Qué viene después, un parque temático del Che?



Sin embargo, una vez hubo un verdadero Che Guevara: es menos conocido que la marioneta de ficción que ha reemplazado a la realidad. El verdadero Che fue una figura más significativa que su clon de ficción, ya que fue la encarnación de lo que la revolución y el marxismo realmente significaron en el siglo veinte.



El Che no era un humanista. De hecho, ningún líder comunista sostuvo nunca valores humanistas. Fieles al profeta fundador de su movimiento, Stalin, Mao, Castro ni el Che tuvieron nunca respeto por la vida. Para bautizar un nuevo mundo, era necesario derramar sangre. Cuando uno de sus primeros compañeros de lucha lo criticó por la muerte de millones de personas durante la revolución china, Mao observó que millones de chinos mueren todos los días, así es que ¿qué importa?



De manera similar, el Che podía matar y encogerse de hombros. Estudió medicina en Argentina, pero escogió no salvar vidas, sino eliminarlas. Tras llegar al poder, el Che condenó a muerte a quinientos "enemigos” de la revolución sin juicio previo, ni siquiera con demasiada discriminación.



Castro, que no es ningún humanista, hizo lo que pudo por neutralizar a Guevara, nombrándolo Ministro de Industria. Como era de esperarse, el Che aplicó políticas soviéticas a los cubanos: la agricultura fue destruida y por todo el país quedaron regadas fábricas fantasmas. No le importaban la economía de Cuba ni su pueblo: su propósito era buscar la revolución por si misma, significara lo que significara, como el arte por el arte.



De hecho, sin su ideología el Che habría sido poco menos que otro asesino en serie. La propaganda ideológica le permitió matar en números mayores que lo que habría podido imaginar cualquier asesino en serie, y todo en el nombre de la justicia. Hace quinientos años, el Che probablemente habría sido uno de esos sacerdotes o soldados que exterminaron a los nativos de América Latina en el nombre de Dios. En el nombre de la Historia, el Che consideraba que matar era una herramienta necesaria de una causa noble.



Pero supongamos que juzgamos a este héroe marxista según sus propios criterios: ¿realmente transformó al mundo? La respuesta es sí, pero para peor. La Cuba comunista que ayudó a crear es un fracaso indiscutible, mucho más empobrecida y menos libre que antes de su "liberación". A pesar de las reformas sociales de las que la izquierda gusta jactarse acerca de Cuba, el índice de alfabetismo era mayor antes de que Castro llegara al poder, y el racismo contra la población negra estaba menos extendido. De hecho, hoy es mucho más probable que los gobernantes de la isla sean blancos que durante los días de Batista.



Más allá de Cuba, el mito del Che ha inspirado a miles de estudiantes y activistas en toda América Latina, haciéndolos perder la vida en absurdas guerras de guerrillas. La izquierda, inspirada por el canto de sirena del Che, prefirió la lucha armada a las urnas. Al hacerlo, abrió el camino a las dictaduras militares. América Latina aún no se ha curado de estos efectos secundarios del guevarismo.



De hecho, cincuenta años después de la revolución cubana, los latinoamericanos siguen divididos. Las naciones que rechazaron la mitología del Che y escogieron el camino de la democracia y la libertad de mercado, como Brasil, Perú y Chile, están mejor que nunca: la igualdad, la libertad y el progreso económico han avanzado a la par. Por el contrario, las que siguen nostálgicas de la causa del Che, como Venezuela, Ecuador y Bolivia, están en estos momentos al borde de la guerra civil.



El verdadero Che, que dedicó la mayor parte de su tiempo como presidente del Banco Central de Castro a supervisar ejecuciones, merece ser mejor conocido. Quizás si la película épica de dos partes de Soderbergh resulta un éxito de taquilla, sus financistas querrán filmar una secuela más ajustada a la verdad. Ciertamente no faltaría material para “La verdadera historia del Che”.



"Las Personas Inteligentes Viven Más Tiempo: Causas y Explicación"


La gente con mejores resultados en las pruebas de inteligencia durante la niñez y la adultez temprana tiende a vivir más. Este fue el resultado de un estudio entre gente de Australia, Dinamarca, Inglaterra y Gales, Escocia, Suecia y Estados Unidos. De hecho, se obtuvo el mismo resultado en todas las poblaciones sometidas a estudio.



Por cierto, el impacto de la inteligencia en la mortalidad compite con factores de riesgo bien conocidos para la enfermedad y la muerte, como alta presión sanguínea, sobrepeso, nivel elevado de glucosa en sangre y colesterol alto. Su efecto es casi tan importante como el del tabaquismo.



- Las diferencias en la inteligencia humana tienen causas ambientales y genéticas. El resultado de una prueba de inteligencia a edad temprana es en parte un registro de lo que el entorno infringió en el cerebro y el resto del cuerpo hasta ese momento. Los bebés que tienen un peso más bajo al momento del nacimiento, por ejemplo, son más proclives a sufrir enfermedades crónicas más tarde en la vida.



También tienen, en promedio, una inteligencia levemente inferior. Pero las pruebas para determinar si el peso al momento del nacimiento podría explicar parte de la relación entre la inteligencia y la mortalidad no han arrojado ninguna conexión.



- Las ocupaciones de los padres también están relacionadas con la inteligencia de su hijo y un posterior riesgo de enfermedad: los niños que provienen de entornos más privilegiados tienden a tener una inteligencia superior y mejor salud, y a vivir más. Sin embargo, no existe ninguna evidencia convincente de que el contexto paterno explique la relación entre mayor inteligencia y vida más prolongada.



Otros investigadores han considerado que los resultados de las pruebas de inteligencia tal vez indiquen algo más que un cerebro eficiente. Después de todo, el cerebro es sólo un órgano del cuerpo, de manera que la gente cuyo cerebro funciona bien a temprana edad también tiene otros órganos y sistemas que son más eficientes que los de otros.



Pero esta idea de "integridad del sistema" es relativamente vaga y difícil de probar. Lo mejor que se hizo hasta la fecha fue examinar si las velocidades de reacción de la gente están relacionadas con la inteligencia y la mortalidad. Lo están. Las pruebas de tiempos de reacción implican pensar poco y simplemente le piden a la gente que responda lo más rápido posible a estímulos simples. La gente que reacciona con mayor velocidad tiene, en promedio, mejores resultados de inteligencia y vive más. Pero necesitamos pensar en mejores mediciones de la integridad del organismo para probar esta idea de manera más exhaustiva.



- Una tercera explicación potencial es que la inteligencia tiene que ver con tomar buenas decisiones. Todos los días, en el transcurso de la vida, tomamos decisiones sobre nuestra salud: qué, cuándo y cuánto comer; cuánto ejercicio hacer; cómo cuidarnos si tenemos una enfermedad, y demás.



Por lo tanto, la razón de que la inteligencia y la muerte estén relacionadas podría ser que la gente con mayor inteligencia en la niñez puede tomar mejores decisiones sobre la salud, y tener comportamientos más saludables. De adultos, tienden a tener mejores dietas, hacer más ejercicio, subir menos de peso, tener menos resacas y así sucesivamente.



Hasta ahora, vamos bien. Pero aún no tenemos la historia completa. No ha habido ningún estudio con datos sobre inteligencia infantil, muchos datos subsiguientes sobre los comportamientos de salud en la vida adulta y luego un seguimiento a largo plazo de las muertes. Y sólo un estudio de esas características podría decirnos si son estos comportamientos saludables los que explican la relación entre inteligencia y muerte.



- Un cuarto tipo de explicación es que la gente con mayor inteligencia en la niñez tiende a obtener mejores calificaciones educativas, trabajar en empleos más profesionales, tener mayores ingresos y vivir en zonas más adineradas. Estas variables también están relacionadas con una vida más prolongada. De modo que quizá sea así: una mayor inteligencia le permite a la gente acceder a contextos más seguros y más congeniables con la salud.



Por cierto, en algunos estudios, la clase social en la adultez parece explicar gran parte de la relación entre inteligencia y muerte. El problema es que esta "explicación" es estadística. Todavía no estamos seguros, digamos, de si la educación y la ocupación "explican" el efecto de la inteligencia en la salud, o si simplemente son, en efecto, medidas sustitutas de la inteligencia.



Los investigadores también han buscado pistas sobre la relación inteligencia-mortalidad en tipos específicos de muerte. Esto ha sido revelador. Una menor inteligencia a temprana edad está asociada con una mayor probabilidad de morir, por ejemplo, de enfermedades cardiovasculares, accidentes, suicidio y homicidio. La evidencia en relación al cáncer es menos certera. A medida que fuimos descubriendo estos hallazgos específicos, nos dimos cuenta de que cada vinculación podría necesitar una explicación diferente.



Para terminar, sabemos que el nivel de inteligencia que tengamos y la cantidad de tiempo que viviremos están generados por influencias tanto ambientales como genéticas. Existen diseños experimentales, en los que se utilizan mellizos, que pueden determinar en qué grado la inteligencia y la mortalidad están asociadas porque comparten influencias ambientales y genéticas.



Entre los ejercicios más informativos que podemos emprender en el terreno de la epidemiología cognitiva está obtener un grupo grande de mellizos sobre los que haya datos de inteligencia a temprana edad y que fueron rastreados durante un período prolongado para determinar quién había muerto. Aún no hemos encontrado un grupo lo suficientemente grande de mellizos con este tipo de información. Encontrar uno es una prioridad.



El máximo objetivo de esta investigación es averiguar qué tiene y hace la gente inteligente que le permite vivir más. Una vez que sepamos eso, podremos compartir y aplicar ese conocimiento con el objetivo de alcanzar una salud óptima para todos.



"Lithium: the Oil of the Next Generation of Hybrid or Electric Cars & Bolivia"


In the rush to build the next generation of hybrid or electric cars, a sobering fact confronts both automakers and governments seeking to lower their reliance on foreign oil: almost half of the world's lithium, the mineral needed to power the vehicles, is found here in Bolivia - a country that may not be willing to surrender it so easily.



Japanese and European companies are busily trying to strike deals to tap the resource, but a nationalist sentiment is building quickly in the government of President Evo Morales, an ardent critic of the United States who has already nationalized Bolivia's oil and natural gas industries.



For now, the government talks of closely controlling the lithium itself and keeping foreigners at bay. Adding to the pressure, indigenous groups here in the remote salt desert where the mineral lies are pushing for a share in the eventual bounty.


"We know that Bolivia can become the Saudi Arabia of lithium," said Francisco Quisbert, 64, the leader of Frutcas, a group of salt gatherers and quinoa farmers on the edge of Salar de Uyuni, the largest salt flat in the world. "We are poor, but we are not stupid peasants," he said. "The lithium may be Bolivia's, but it is also our property."



The new Constitution that Morales managed to pass handily last month bolsters such claims. One of its provisions could give Indians control over the natural resources in their territory, strengthening their ability to win concessions from the authorities and private companies, or even block mining projects.



None of this is dampening efforts by foreigners, including the Japanese conglomerates Mitsubishi and Sumitomo and a group led by a French industrialist, Vincent Bolloré. In recent months all three have sent representatives to La Paz, the capital, to meet with Morales's government to gain access to the lithium, a critical component for the batteries that power cars and other electronics.



"There are salt lakes in Chile and Argentina, and a promising lithium deposit in Tibet, but the prize is clearly in Bolivia," Oji Baba, an executive in Mitsubishi's Base Metals Unit, said in an interview in La Paz. "If we want to be a force in the next wave of automobiles and the batteries that power them, then we must be here."



Mitsubishi is not alone in planning to produce cars using lithium-ion batteries. Ailing carmakers in the United States are pinning their hopes on lithium, including General Motors, which next year plans to roll out its Volt, a car using a lithium-ion battery along with a gas engine. Nissan, Ford and BMW, among other carmakers, have similar projects.



Demand for lithium, long used in small amounts in mood-stabilizing drugs and thermonuclear weapons, has climbed as makers of batteries for BlackBerrys and other electronic devices use the mineral. But the automotive industry holds the biggest untapped potential for lithium, analysts say. Since it weighs less than nickel, also used in batteries, it would allow electric cars to store more energy and drive longer distances.



With governments, including the Obama administration, seeking to increase fuel efficiency and reduce their dependence on imported oil, private companies are focusing their attention on this desolate corner of the Andes, where Quechua-speaking Indians subsist on the remains of an ancient inland sea by bartering the salt they carry out on llama caravans.



The U.S. Geological Survey says 5.4 million tons of lithium could eventually be extracted in Bolivia, compared with 3 million in Chile, 1.1 million in China and just 410,000 in the United States. Independent geologists estimate that Bolivia might have even more lithium at Uyuni and its other salt deserts, though high altitudes could make producing the mineral difficult.



Amid such potential, foreigners seeking to tap Bolivia's lithium reserves must navigate the policies of Morales, 49, who has clashed repeatedly with American, European and even South American investors. Morales shocked neighboring Brazil, with whose government he is on friendly terms, by nationalizing its natural gas projects here in 2006 and seeking a sharp rise in prices. He carried out his latest nationalization before the vote on the Constitution, sending soldiers to occupy the operations of British oil giant BP.



At the La Paz headquarters of Comibol, the state agency that oversees mining projects, Morales's vision of combining socialism with advocacy for Bolivia's Indians is prominently on display. Copies of Cambio, a new state-controlled daily newspaper, are available in the lobby while posters of Che Guevara, the leftist icon killed in Bolivia in 1967, grace the entrance to Comibol's offices.



"The previous imperialist model of exploitation of our natural resources will never be repeated in Bolivia," said Saúl Villegas, head of evaporates, a division in Comibol that oversees lithium extraction. "Maybe there could be the possibility of foreigners accepted as minority partners, or better yet, as our clients."



To that end, Comibol is investing about $6 million in a small plant near the village of Rio Grande on the edge of Salar de Uyuni, where it hopes to begin Bolivia's first industrial-scale effort to mine lithium from the white, moonlike landscape of the Salar and process it into carbonate for batteries. Morales wants the plant finished by the end of this year.



Workers here were in a frenzy to meet that goal during late January, laboring under the sun around half-finished walls of brick. Over a meal of llama stew and a Pepsi, Marcelo Castro, 48, the manager overseeing the project, explained that along with processing lithium the plant had another objective.


"Of course, lithium is the mineral that will lead us to the post-petroleum era," said Castro. "But in order to go down that road, we must raise the revolutionary consciousness of our people, starting on the floor of this very factory."



Beyond the tiny plant, lithium analysts say Bolivia, one of Latin America's least-developed nations, needs to be investing hundreds of millions of dollars to start producing carbonate. But with economic growth slowing and a decline in oil prices limiting the reach of its top patron, Venezuela, it remains unclear how Bolivia can achieve this on its own.



Even though Morales seized control of oil and natural gas projects, optimistic industry analysts point out that he allowed some foreign companies to remain in the country as minority partners. Lithium mining in Bolivia has its own history. In the early 1990s, nationalist opposition reportedly led by Gonzalo Sánchez de Lozada, a wealthy holder of mining concessions who later became Bolivia's president, thwarted a plan by Lithco, an American company, to tap the lithium deposits here. That history, coupled with Morales's current tensions with Washington, might help explain why American companies appear to be on the sidelines as others seek lithium deals here.



Sánchez de Lozada was ultimately forced to resign as president in 2003 after Morales led protests against his efforts to export another natural resource, natural gas, with the help of foreign capital. As Bolivia ponders how to tap its lithium, nations with smaller reserves are stepping up. China has emerged as a top lithium producer, tapping reserves found in a Tibetan salt flat. But geologists and economists are debating whether the lithium reserves outside of Bolivia are enough to meet the climbing global demand.



"We have the most magnificent lithium reserves on the planet, but if we don't step into the race now we will lose this chance," said Juan Carlos Zuleta, an economist in La Paz. "The market will find other solutions for the world's battery needs."



On the flat salt desert of Uyuni, such debate seems remote to those still laboring as their ancestors did, scraping salt off ground into the cone-shaped piles that line the horizon like some geometric mirage. The lithium found under the surface of this desert seems even more remote for these 21st-century salt gatherers.



"I've heard of the lithium, but I only hope it creates work for us," said Pedro Camata, 19, his face shielded from the unforgiving sun by a ski mask; cheap sunglasses covered his eyes. "Without work out here, one is dead."



"Windows XP Resiste a Vista y a Windows 7 en las Empresas"


Ya han pasado ocho años desde que Microsoft lanzara Windows XP. Pero el tiempo no pasa por este sistema operativo, que sigue estando presente en siete de cada diez ordenadores. Vista no ha logrado desbancarle, ¿lo conseguirá Windows 7?



Un informe de la consultora Forrester Research indica que Vista está preparándose para destronar a XP, pero se enfrenta a complicaciones, como que ha asomado las orejas Windows 7. Además, las posibilidades de Vista parecen aún más lejanas ante datos como que el 71 por ciento de las empresas usan Windows XP en sus ordenadores.



Es el resultado de una encuesta entre 962 empresas de Estados Unidos y Europa, que saca a relucir la popularidad aún aplastante de Windows XP, que parece que tardará en pasar. De cara a Windows 7, el portal tecnológico se pregunta cuánto le costará adentrarse en los ordenadores de las empresas, teniendo en cuenta factores como que requerirá instalación limpia de sistema o que aún se desconoce el precio de su licencia.



Por otro lado, de la encuesta se desprende que Windows 2000 aún está presente en el 10 por ciento de las empresas, Mac OS X en un 3 por ciento y Linuxen un 2 por ciento.



4 de febrero de 2009

"Switzerland 's relations with the European Union"


A sinister image of black crows pecking at a map of Switzerland starkly illustrates what the biggest Swiss political party sees as the stakes Sunday in a referendum that will shape the country's relations with the European Union.



Traditionally neutral,
with its banks a storehouse for money from all over Europe and the world, Switzerland has a series of agreements with 25 of the 27 European Union countries permitting freedom of movement. On Sunday, it must decide whether to renew them, and extend them to the EU's two newest members, Romania and Bulgaria.



The rightist Swiss People's Party, or SVP, the country's largest, is unabashed about opposing the addition of the EU's two poorest members. "Other European countries are rich, not like Romania and Bulgaria," said Kevin Grangiaer, an SVP spokesman in Bern. "The gap in the level between these two countries and Switzerland is too big."



With its black crow poster campaign, the SVP is repeating tactics that won it the largest share of the vote in last year's national elections, and playing to fears that a yes vote would expose this calm, orderly Alpine nation to a flood of the impoverished and unskilled, bent on plundering its prosperity and social welfare benefits.



The party's argument glosses over the fact that, even under the free movement agreement, access for Romanians and Bulgarians would still be restricted for some years. By contrast, the Swiss government, other major political parties, business and employers' associations and some unions support renewing and extending the free movement agreements as essential to Switzerland's economic health, particularly in time of crisis.



The existing framework of agreements helps 400,000 Swiss live in the EU, while 600,000 EU citizens work in Switzerland. Swiss industry draws heavily on foreign skills and the ability to recruit whomever they like is key to Switzerland's allure as a location for multinational corporations and foreign investment, said Rudolf Minsch, chief economist at economiesuisse.



More importantly, perhaps, the freedom of movement agreements are part of a package of measures agreed in 2000 with the EU which opened up European markets to trade, aviation, overland transport and Swiss participation in European research projects.



Switzerland went on to conclude a second package of agreements with the EU in 2004. More than 60 percent of Swiss exports go to the EU, 20,000 trucks cross its borders every day - along with some 200,000 "frontaliers" - people who live in neighboring countries but work in Switzerland. Conversely, Switzerland's tiny but affluent population of 7.6 million people is second only to the United States as a market for EU goods and still bigger than either Russia or China.



Such has been the benefit of these accords that the government is bent on deepening and broadening ties with the EU across a range of sectors from agriculture and electricity to the environment and cooperation with the European Defense Agency. But the prospects for moving ahead in these areas depends significantly on the outcome of the referendum Sunday.



If voters reject free movement, a guillotine clause introduced by the EU provides for terminating all the 2000 agreements six months later
. Supporters of the agreements are unsure how badly that would hurt the Swiss economy, but the very uncertainty caused by unraveling the basis on which trade is now conducted would be a big negative for business, Minsch said.



Switzerland would still have a free trade agreement with the EU, but doing business would become more complicated and costly, said Adrian Sollberger, chief of information at the Federal Department of Economic Affairs. Moreover, the focus of Swiss relations with Europe would shift from further developing ties to "limiting the damage done," he says.



Little more than a year ago, the Swiss People's Party campaigned for a general election playing on mistrust of immigrants with a controversial poster showing white sheep kicking a black sheep off a Swiss flag. Fierce criticism of the poster's racist overtones did not stop it from winning close to 30 percent - the biggest share - of the vote.



The black crow campaign may resonate with a substantially bigger audience. In 2000, the agreements with the EU won the approval of 67 percent of voters. Four years later, the second package was approved by 54 percent of voters. But an opinion poll last week found 50 percent of its sample would support extending freedom of movement, with 43 percent opposed and 7 percent undecided.



As in previous votes on EU-related issues, Geneva and French-speaking areas of Switzerland are more supportive, but in German-speaking cantons and most particularly in Italian-speaking areas, opinion swings against them. "It doesn't help that we are facing an economic crisis now and unemployment rates are rising," Sollberger, of the economic affairs office, said.




Ideas Libérrimas - 2008 -