No hay la más mínima duda de que uno de los sectores que mayor revolución ha sufrido gracias a Internet es el del juego. Se ha pasado de regímenes de apuestas en monopolio estatal (como la Primitiva, o la Quiniela), o en concesión administrativa (como los casinos) a un sistema de libertad absoluta, en el que cualquiera puede desde su casa realizar apuestas en los más variados acontecimientos que uno se pueda imaginar: desde apuestas deportivas, apuestas sobre los ganadores de los Oscars de cine, e incluso hay apuestas sobre las elecciones presidenciales de USA.
La gran modificación de este ámbito económico ha hecho aparecer una miríada de empresas online que se dedican al juego: desde póker y demás juegos de casinos, hasta todo tipo de apuestas online. Y el común denominador de las mismas suele ser que ofrecen la expectativa de un gran beneficio, en poco tiempo y sin esfuerzo.
Ante este panorama propicio para que un montón de ingenuos pierdan su dinero, creo conveniente hacer un llamamiento a la racionalidad. No es que esté en contra del juego online, ya que ha permitido a muchos enriquecerse a la par que se divierten; pero sí abogaría porque la gente entendiera que no se puede apostar sin sentido. Una apuesta requiere un proceso serio de análisis de los diferentes factores concurrentes para llegar a una solución con verdaderas posibilidades de rentabilidad. En el fondo, se basa en los mismos principios que las inversiones bursátiles.
Por ello me he sorprendido al encontrar una web en la que se ofrece una completa guía de formación para la realización de apuestas, a la par que realiza un análisis y clasificación de las diferentes casas de apuestas que se puede uno encontrar por Internet, desmenuzando los puntos fuertes y débiles de las mismas. Me ha llamado bastante su rigor, porque la frase inicial que se encuentra uno al leer la primera página de su guía es:
“En primer lugar tenemos que tener claro que el mundo de las apuestas no es para nada sencillo, y en caso de que tengamos la idea de que con esta actividad se puede ganar mucho dinero de forma fácil, debemos apartar desde ahora mismo esa idea de nuestra cabeza.”
Creo que una primera declaración de intenciones como esa nos pone sobre aviso de la cruda realidad: apostar puede ser rentable, pero requiere estudio, análisis, tenacidad, y mucha lógica a la hora de realizar nuestra “inversión”, por lo que si alguno de los lectores de este blog decide jugar online, antes debería adquirir una correcta formación sobre las apuestas, además de seleccionar adecuadamente la web en la que va a realizar las mismas.
La gran modificación de este ámbito económico ha hecho aparecer una miríada de empresas online que se dedican al juego: desde póker y demás juegos de casinos, hasta todo tipo de apuestas online. Y el común denominador de las mismas suele ser que ofrecen la expectativa de un gran beneficio, en poco tiempo y sin esfuerzo.
Ante este panorama propicio para que un montón de ingenuos pierdan su dinero, creo conveniente hacer un llamamiento a la racionalidad. No es que esté en contra del juego online, ya que ha permitido a muchos enriquecerse a la par que se divierten; pero sí abogaría porque la gente entendiera que no se puede apostar sin sentido. Una apuesta requiere un proceso serio de análisis de los diferentes factores concurrentes para llegar a una solución con verdaderas posibilidades de rentabilidad. En el fondo, se basa en los mismos principios que las inversiones bursátiles.
Por ello me he sorprendido al encontrar una web en la que se ofrece una completa guía de formación para la realización de apuestas, a la par que realiza un análisis y clasificación de las diferentes casas de apuestas que se puede uno encontrar por Internet, desmenuzando los puntos fuertes y débiles de las mismas. Me ha llamado bastante su rigor, porque la frase inicial que se encuentra uno al leer la primera página de su guía es:
“En primer lugar tenemos que tener claro que el mundo de las apuestas no es para nada sencillo, y en caso de que tengamos la idea de que con esta actividad se puede ganar mucho dinero de forma fácil, debemos apartar desde ahora mismo esa idea de nuestra cabeza.”
Creo que una primera declaración de intenciones como esa nos pone sobre aviso de la cruda realidad: apostar puede ser rentable, pero requiere estudio, análisis, tenacidad, y mucha lógica a la hora de realizar nuestra “inversión”, por lo que si alguno de los lectores de este blog decide jugar online, antes debería adquirir una correcta formación sobre las apuestas, además de seleccionar adecuadamente la web en la que va a realizar las mismas.
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