Ante un panorama económico desolador, millones de desempleados, un gobierno incapaz, y unas perspectivas de futuro bastante negras, millones de personas acaban acudiendo al “mundo de lo suprarreal” en busca de respuestas.
Unos abrazan la fe religiosa de una forma enfervorizada, otros deciden explorar filosofías orientales, y los hay también que se deciden a examinar ámbitos más tradicionales europeos como la astrología, el tarot, las runas etc.
En un mundo en el que las respuestas que ofrece la lógica, son bastante desoladoras, es común que se genere un espíritu explorador de “nuevas vías” que sirvan de “guía” en las tinieblas de la oscura realidad.
Así se puede observar como el número de feligreses de las iglesias aumenta, cómo la gente compra más estampitas, pone más velas, aumenta el nivel de rezos (todo ello en el ámbito del cristianismo); y además, también surgen diversos medios explicativos de filosofías, técnicas y rituales más ancestrales. Y como no podía ser de otra manera, Internet se ha convertido en un nuevo canal de distribución de esos contenidos, generando diversos negocios online al respecto.
Personalmente, y dado mi ateismo radical, toda respuesta que no esté basada en la racionalidad científica, me produce desinterés. Puede que a otros muchos les sirva para sobrellevar la demoledora coyuntura en la que nos encontramos, pero personalmente pienso que es preferible hacer un análisis racional del problema, buscar las posibles soluciones, y tratar de ponerlas en práctica.
No obstante, comprendo que no todo el mundo es tan frío y racional como yo, por lo que, para el caso de que un posible lector estuviera interesado en explorar ese “ámbito ancestral” de la astrología, el tarot, el misticismo de rituales centenarios etc, he encontrado una página bastante completa al respecto, que además ofrece el asesoramiento de expertos en la materia. Y es que, puestos a introducirnos en el “universo del misterio”, mejor que sea asesorados por verdaderos profesionales que ofrezcan un servicio integral en un ámbito desconocido para la generalidad de las personas: desde tiradas online de cartas de tarot, hasta análisis numerológicos, pasando, cómo no, por la consulta del horóscopo.
Ahora bien, repito, la racionalidad me parece un camino infinitamente más provechoso que las “salidas más espirituales”, ya que, aunque sea mucho más dura de asumir, a la larga acaba ofreciendo mayor nivel de seguridad. No obstante, esta es mi opinión personal. En un país en el que la libertad ideológica, religiosa y de credo está constitucionalmente garantizada, cada uno es libre de buscar respuestas allá donde considere oportuno.
Unos abrazan la fe religiosa de una forma enfervorizada, otros deciden explorar filosofías orientales, y los hay también que se deciden a examinar ámbitos más tradicionales europeos como la astrología, el tarot, las runas etc.
En un mundo en el que las respuestas que ofrece la lógica, son bastante desoladoras, es común que se genere un espíritu explorador de “nuevas vías” que sirvan de “guía” en las tinieblas de la oscura realidad.
Así se puede observar como el número de feligreses de las iglesias aumenta, cómo la gente compra más estampitas, pone más velas, aumenta el nivel de rezos (todo ello en el ámbito del cristianismo); y además, también surgen diversos medios explicativos de filosofías, técnicas y rituales más ancestrales. Y como no podía ser de otra manera, Internet se ha convertido en un nuevo canal de distribución de esos contenidos, generando diversos negocios online al respecto.
Personalmente, y dado mi ateismo radical, toda respuesta que no esté basada en la racionalidad científica, me produce desinterés. Puede que a otros muchos les sirva para sobrellevar la demoledora coyuntura en la que nos encontramos, pero personalmente pienso que es preferible hacer un análisis racional del problema, buscar las posibles soluciones, y tratar de ponerlas en práctica.
No obstante, comprendo que no todo el mundo es tan frío y racional como yo, por lo que, para el caso de que un posible lector estuviera interesado en explorar ese “ámbito ancestral” de la astrología, el tarot, el misticismo de rituales centenarios etc, he encontrado una página bastante completa al respecto, que además ofrece el asesoramiento de expertos en la materia. Y es que, puestos a introducirnos en el “universo del misterio”, mejor que sea asesorados por verdaderos profesionales que ofrezcan un servicio integral en un ámbito desconocido para la generalidad de las personas: desde tiradas online de cartas de tarot, hasta análisis numerológicos, pasando, cómo no, por la consulta del horóscopo.
Ahora bien, repito, la racionalidad me parece un camino infinitamente más provechoso que las “salidas más espirituales”, ya que, aunque sea mucho más dura de asumir, a la larga acaba ofreciendo mayor nivel de seguridad. No obstante, esta es mi opinión personal. En un país en el que la libertad ideológica, religiosa y de credo está constitucionalmente garantizada, cada uno es libre de buscar respuestas allá donde considere oportuno.
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