Cuando el gigante del comercio electrónico emergió de la pasada recesión, hace siete años, con un aura de invencible, su directora general, Meg Whitman, se jactaba de que "eBay es en cierta medida impermeable a las recesiones".
Explica Brad Stone en The New York Times, en un artículo titulado "Amid the Gloom, an E-Commerce War", que, mientras los ingresos y las acciones del subastador por Internet seguían subiendo, uno de sus principales rivales, Amazon.com, trataba de seguirle el paso a duras penas.
Pero los tiempos cambian. Y Whitman, ahora codirectora de la campaña presidencial del senador John McCain, se retiraba de eBay a principios de este año mientras la empresa luchaba contra el estancamiento. Entretanto, Amazon se ha convertido en un fuerte minorista.
Y como señal de que las empresas de Internet están expuestas a la tempestad económica, el sucesor de Whitman, John J. Donahoe, despedía el 6 de octubre al 10% de los 16.000 trabajadores de eBay.
El que la crisis económica se esté acercando a las costas de Silicon Valley no debería sorprender a nadie. En los últimos tres meses, los inversores castigaban a empresas tecnológicas como Google, Microsoft y Apple, que perdían entre la quinta parte y la mitad de su precio bursátil.
El comercio electrónico, sin embargo, se consideraba en otro tiempo refugio de las tempestades económicas. Los que se mantienen apartados de las tiendas probablemente se sentirían más tentados a comprar por Internet y buscar gangas, o al menos eso se pensaba.
Pero los analistas están revisando ahora esa suposición. Muchos consumidores aseguran que estas fiestas navideñas cerrarán bien el monedero: el 48% de los entrevistados recientemente por eBillme, un servicio de pagos por Internet, tenía intención de retrasar sus compras.
Las tiendas tradicionales experimentaban en septiembre grandes descensos de ventas, superiores al 10%, y se preparan para una temporada mala. Nadie sabe con seguridad hasta qué punto se verán afectados los vendedores al por menor de Internet, porque nunca han soportado una recesión económica profunda y prolongada.
Para eBay y Amazon, los gigantes del comercio electrónico, la crisis financiera ha llegado en un momento crucial. Tras años de afirmar que sus empresas eran complementarias, no rivales, ambas se encuentran ahora en trayectoria de colisión.
Amazon ha acelerado su cortejo a pequeños vendedores por Internet, permitiéndoles vender en su sitio, algo que le hace parecerse más a eBay. E eBay ha decidido dar más importancia a las ventas tradicionales con precio fijo, tanto de mercancía nueva como usada, volviéndose más parecida a Amazon.
En juego hay algo más que el derecho del comercio electrónico a presumir. En Internet, el tamaño importa. Las empresas más grandes pueden recoger más información sobre los consumidores, negociar mejores acuerdos con los socios y usar esa palanca para ampliar su dominio.
"Éstas son unas fiestas esenciales para eBay", comenta Jeffrey Lindsay, analista de Bernstein Research que lleva un año analizando Internet. "Lo que la gente se teme es que Amazon esté básicamente creando una base de ventas mayor que eBay y que use ese conocimiento para vender cada vez más de los objetos que los consumidores quieren comprar por Internet".
De hecho, el equilibrio de poder en el comercio electrónico parece estar cambiando. Hace sólo tres años, eBay tenía un 30% más de tráfico que Amazon. Hoy, su total de 84,5 millones de usuarios activos apenas supera los 81 millones de cuentas de clientes activos que Amazon anunciaba en junio. Y Amazon ha superado a eBay en otros formas.
La capitalización bursátil de eBay era tres veces superior a la de Amazon en 2005, cuando a Wall Street le encantaba que la empresa no necesitase inventario y que generase enormes beneficios. Este año, las acciones de eBay han perdido más de la mitad de su valor y, en julio, el precio de Amazon superaba por primera vez al de eBay.
En una serie de entrevistas, Donahoe reconocía que eBay no se había adaptado con rapidez a los vientos racheados del comercio electrónico. Ahora ha cambiado por completo de actitud y está dirigiendo su mercado de Internet hacia compradores que no quieren perder el tiempo en subastas. Por su parte, el director general de Amazon, Jeffrey P. Bezos, afirma que tras años de experimentos fracasados, las terceras partes vendedoras ?la base sobre la que se construyó eBay? suponen ahora aproximadamente el 29% de las ventas de Amazon.
El año pasado Amazon impresionaba a los inversores con su crecimiento acelerado, y sus acciones recuperaban las alturas alcanzadas durante el auge de las empresas electrónicas, antes de que el desvanecimiento de la euforia y el pesimismo del mercado eliminasen este año más de la mitad de esa subida. Bezos lo atribuye a la tolerancia de Amazon hacia las apuestas arriesgadas y caras como el dispositivo de lectura electrónica Kindle.
"eBay pudo haberle cerrado la puerta a Amazon cuando ésta era principalmente una plataforma para vender libros y música", comenta Scott Devitt, analista de Stifel, Nicolaus & Company, el banco de inversión. "Pero lo que eBay hizo en aquella época fue adoptar una estrategia de no intervención y dejar que el mercado se controlase a sí mismo. Y eso acabó siendo la ruina del negocio en relación con otros que han salido adelante".
Explica Brad Stone en The New York Times, en un artículo titulado "Amid the Gloom, an E-Commerce War", que, mientras los ingresos y las acciones del subastador por Internet seguían subiendo, uno de sus principales rivales, Amazon.com, trataba de seguirle el paso a duras penas.
Pero los tiempos cambian. Y Whitman, ahora codirectora de la campaña presidencial del senador John McCain, se retiraba de eBay a principios de este año mientras la empresa luchaba contra el estancamiento. Entretanto, Amazon se ha convertido en un fuerte minorista.
Y como señal de que las empresas de Internet están expuestas a la tempestad económica, el sucesor de Whitman, John J. Donahoe, despedía el 6 de octubre al 10% de los 16.000 trabajadores de eBay.
El que la crisis económica se esté acercando a las costas de Silicon Valley no debería sorprender a nadie. En los últimos tres meses, los inversores castigaban a empresas tecnológicas como Google, Microsoft y Apple, que perdían entre la quinta parte y la mitad de su precio bursátil.
El comercio electrónico, sin embargo, se consideraba en otro tiempo refugio de las tempestades económicas. Los que se mantienen apartados de las tiendas probablemente se sentirían más tentados a comprar por Internet y buscar gangas, o al menos eso se pensaba.
Pero los analistas están revisando ahora esa suposición. Muchos consumidores aseguran que estas fiestas navideñas cerrarán bien el monedero: el 48% de los entrevistados recientemente por eBillme, un servicio de pagos por Internet, tenía intención de retrasar sus compras.
Las tiendas tradicionales experimentaban en septiembre grandes descensos de ventas, superiores al 10%, y se preparan para una temporada mala. Nadie sabe con seguridad hasta qué punto se verán afectados los vendedores al por menor de Internet, porque nunca han soportado una recesión económica profunda y prolongada.
Para eBay y Amazon, los gigantes del comercio electrónico, la crisis financiera ha llegado en un momento crucial. Tras años de afirmar que sus empresas eran complementarias, no rivales, ambas se encuentran ahora en trayectoria de colisión.
Amazon ha acelerado su cortejo a pequeños vendedores por Internet, permitiéndoles vender en su sitio, algo que le hace parecerse más a eBay. E eBay ha decidido dar más importancia a las ventas tradicionales con precio fijo, tanto de mercancía nueva como usada, volviéndose más parecida a Amazon.
En juego hay algo más que el derecho del comercio electrónico a presumir. En Internet, el tamaño importa. Las empresas más grandes pueden recoger más información sobre los consumidores, negociar mejores acuerdos con los socios y usar esa palanca para ampliar su dominio.
"Éstas son unas fiestas esenciales para eBay", comenta Jeffrey Lindsay, analista de Bernstein Research que lleva un año analizando Internet. "Lo que la gente se teme es que Amazon esté básicamente creando una base de ventas mayor que eBay y que use ese conocimiento para vender cada vez más de los objetos que los consumidores quieren comprar por Internet".
De hecho, el equilibrio de poder en el comercio electrónico parece estar cambiando. Hace sólo tres años, eBay tenía un 30% más de tráfico que Amazon. Hoy, su total de 84,5 millones de usuarios activos apenas supera los 81 millones de cuentas de clientes activos que Amazon anunciaba en junio. Y Amazon ha superado a eBay en otros formas.
La capitalización bursátil de eBay era tres veces superior a la de Amazon en 2005, cuando a Wall Street le encantaba que la empresa no necesitase inventario y que generase enormes beneficios. Este año, las acciones de eBay han perdido más de la mitad de su valor y, en julio, el precio de Amazon superaba por primera vez al de eBay.
En una serie de entrevistas, Donahoe reconocía que eBay no se había adaptado con rapidez a los vientos racheados del comercio electrónico. Ahora ha cambiado por completo de actitud y está dirigiendo su mercado de Internet hacia compradores que no quieren perder el tiempo en subastas. Por su parte, el director general de Amazon, Jeffrey P. Bezos, afirma que tras años de experimentos fracasados, las terceras partes vendedoras ?la base sobre la que se construyó eBay? suponen ahora aproximadamente el 29% de las ventas de Amazon.
El año pasado Amazon impresionaba a los inversores con su crecimiento acelerado, y sus acciones recuperaban las alturas alcanzadas durante el auge de las empresas electrónicas, antes de que el desvanecimiento de la euforia y el pesimismo del mercado eliminasen este año más de la mitad de esa subida. Bezos lo atribuye a la tolerancia de Amazon hacia las apuestas arriesgadas y caras como el dispositivo de lectura electrónica Kindle.
"eBay pudo haberle cerrado la puerta a Amazon cuando ésta era principalmente una plataforma para vender libros y música", comenta Scott Devitt, analista de Stifel, Nicolaus & Company, el banco de inversión. "Pero lo que eBay hizo en aquella época fue adoptar una estrategia de no intervención y dejar que el mercado se controlase a sí mismo. Y eso acabó siendo la ruina del negocio en relación con otros que han salido adelante".
2 comentarios:
Ha estado muy interesante el post, ya me voy sabiendo algo más de cómo afecta la crisis al mercado de internet.
Saludos
SIEMPRE HAY QUE ESTAR AL DÍA DE LAS BATALLITAS COMERCIALES...
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