28 de agosto de 2007

"Fiscalizando las Cuentas del Rey"


El BOE de 27 de Agosto publica el nombramiento de Óscar Moreno Gil, como “interventor de la Casa Real”, y es que tras múltiples peticiones por parte de partidos nacionalistas (principalmente ERC) exigiendo que se aclare cómo se gasta la asignación económica que esta institución recibe de los Presupuestos Generales del Estado, la Monarquía por fin ha decidido impregnarse de una sana costumbre que es habitual en otros países: “la transparencia”.


La Constitución destina al rey, en su condición de Jefe de Estado la más alta representación del Estado Español”, junto con las demás funciones que se establecen en el Título II CE, y para ello se le asignan una serie de recursos económicos a cargo del Estado

Para analizar la financiación de la Casa Real debemos acudir en primer lugar al Art. 65 CE que establece que: “el Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su familia y Casa, y distribuye libremente la misma”.


Así todos los años en los P.G.E. se consigna una cantidad al efecto ( 8.28 millones de euros en el 2007), a la que hay que añadir una partida anexa que supera los 5 millones de euros, destinados a la “gestión administrativa de la Jefatura del Estado”. Pero aún hay más: en los departamentos de Interior, Fomento, Exteriores y Presidencia, se consignan partidas presupuestarias para mantenimiento de los “reales sitios adscritos a Patrimonio Nacional” (véase la Ley 23/1982 Reguladora del Patrimonio Nacional ), viajes y desplazamientos, parque móvil, y temas de seguridad. En total acaban sumando unos 25 millones de euros anuales.



Hasta ahora, la Casa Real nunca ha dado ninguna explicación de cómo se distribuían esos recursos económicos, amparados en el mencionado Art. 65CE, y en el Art. 56.3 CE, que establece que “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, lo que ha sido usado como argumento para frenar en seco cualquier iniciativa parlamentaria que pretendiese fiscalizar las cuentas de la Monarquía.


No obstante, en los últimos años han surgido voces críticas al respecto, principalmente por:

- Las polémicas surgidas en su día por la gestión del señor Prado y Colón de Carvajal, que se autodenominaba “gestor de los dineros privados del rey”, en las que se sugería que, a través de oscuras gestiones se había asegurado que a Juan Carlos de Borbón no le pasase lo que a su abuelo (que se tuvo que ir al exilio sin ningún recurso económico, y viviendo gracias a las donaciones de los “fieles monárquicos”), mediante transferencias patrimoniales al exterior y “negocios poco transparentes” … (el 23-F implementó esta “necesidad de asegurarse las habichuelas” ).

- La aparición de partidos políticos con una manifiesta ideología republicana, que no estaban dispuestos a hacer el tradicional “peloteo seguidista” al monarca.

- El avance de una mentalidad democrática en amplios sectores de la sociedad española, que han dejado de “sacralizar la figura del rey”.

- El crecimiento de la familia real, apareciendo los yernos – hombres de negocios”, que usan su condición de miembros esta ilustre familia para proporcionarse ventajas en asuntos negociales privados, a la par que recibían parte de esa asignación destinada a la casa real.


Así, tras estas “presiones sociales”, la Monarquía parece modernizarse en uno de sus aspectos más oscurantistas, y es que ¡han tardado 32 años! Cuando en otros países es absolutamente normal que todos los ciudadanos sepan el destino de hasta el último céntimo que se gastan sus monarcas, en España el rey Juan Carlos ha estado muy “cómodo en las tinieblas”, lo que contrasta bastante, pues hasta Alfonso XIII daba pública cuenta de las asignaciones recibidas por cada miembro de la familia real.

Si hacemos comparaciones con otras monarquías, podemos observar que la española no es de las más “gravosas”: Reino Unido (55 millones de euros), Suecia (20 ), Noruega (13), Luxemburgo (8), Mónaco (25), Bélgica (8), Holanda (9). Si lo comparamos con algunos presidentes de repúblicas, llegamos a la conclusión de que nuestro Jefe de Estado es una “ganga” especialmente comparando con USA o Francia ( que les cuesta a los franceses 90 millones anuales).



Personalmente nunca he sido monárquico, ya que me parece una institución anacrónica (es absurdo mantener los privilegios de una familia simplemente porque hace siglos su antepasado ganara una guerra), y además, su carácter hereditario va en contra del principio de meritocracia, que es esencial dentro de mi concepción ideológica. No obstante, dado que históricamente España siempre ha sido una monarquía (las dos repúblicas que hubo duraron un par de telediarios), creo que puede ser útil mantener la figura del rey, desprovisto de todo poder efectivo, y ejerciendo su labor de “gran embajador”. Sin embargo, no se debe olvidar que el Jefe del Estado, es UN FUNCIONARIO MÁS, al que se le debe exigir eficiencia en el desempeño de sus funciones, y transparencia en su gestión.


Por tanto, bienvenido sea ese interventor que fiscalice los “dineros del Rey”: es un excelente primer paso, para una monarquía que debe hacerse mucho más cristalina en su gestión.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien argumentado y explicado. Un placer leerte.

Anónimo dijo...

Bittersweet sinphony? No me esperaba esa

Sempietnos dijo...

Magnífico post.
Y es que algo que debería ser objeto de normalidad democrática,como son las cuentas y gastos de la Casa Real,estan envueltas en un halo de misterio,en una nebulosa que da para pensar.

Zpedo dijo...

Gracias por tu comentario en el blog de ZPEDO. Como veo en tu perfil que te gusta leer, puedes visitar mi otro blog
http://anthivs.blogspot.com

Un saludo

Duende Crítico dijo...

Ya era hora.

Por cierto, no tengo nada que objetar a lo expuesto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Buenas:
Lo primero bienvenido al mundillo blog.

En cuanto al post... a mí me parece una decisión que huele a cierta propaganda. Aunque también pueden ser paranoias mías y haberse tomado por necesidades internas reales de organización económica.
De todas maneras, para mí es un tema muy muy menor por dos razones: una, porque soy republicano (pero no de la república que defiende la izquierda, nacionalistas y demás morralla parlamentaria)y dos, porque, aceptando que tenemos monarquía, asumo que nunca sabré cierto cuanto y en qué gasta el dinero S.M..

Un saludo y gracias por la visita adamantio.
MMX

Anónimo dijo...

Felicidades por el post.

Anónimo dijo...

Sólo dos incisos.
Al mencionar que España ha sido siempre una monarquía exceptuando los breves periodos republicanos, se ha olvidado (o quizás obviado para simplificar) los treinta y muchos años de dictadura franquista, si bien oficialmente el último periodo Franco ostentó el cargo de regente y por tanto sí fue una monarquía. Aunque en la práctica...

Otra cosa. Al final menciona el principio de meritocracia como esencial en su ideología. ¿Cómo valora usted que insignes políticos de corte neoliberal de este país hayan decidido suprimir en parte
o en su totalidad los impuestos sobre herencias? ¿Cómo ve usted, bajo su ideología, que se pueda heredar la totalidad del patrimonio familiar, impidiéndose que el individuo pueda alcanzar la posición que se merece por sus propios méritos?

Adamantio dijo...

Sí, debería ser parte d ela normalidad democrática... pero a España tarda en llegar.

Lole, una baja presión fiscal genera mayor actividad económica y por tanto mayor recaudación fiscal, aplicando la Ley de Laffer.

Además, estoy en contra de la doble imposición, y es absurdo pagar por unos bienes que ya han sufrido IRPF y el impuesto de Patrimonio.

Por último, hay estudios que demuestran que los beneficios obtenidos con un impuesto como ese son inferiores a su coste de oportunidad.


PD: respecto a Franco, derogó toda la normativa republicana, ergo también la proclamación de la misma, dejando un limbo jurídico sobre la forma de estado. Por eso no lo mencioné.

Ideas Libérrimas - 2008 -