No he podido remediar poner este maravilloso artículo de Antonio Camacho sobre la “peculiar situación de sequía, trasvases que no son trasvases, y políticas hidrológicas (o falta de las mismas) que caracteriza al gobierno de ZP". Yo iba a escribir un post al respecto, pero es que el señor Camacho lo ha clavado.
“Daría risa si no diese pena. Sería motivo de chiste si no lo fuese de indignación. Parecería cómico si no fuese dramático.
-¿Tomar agua? ¿Eso no es un trasvase?
-No. Los trasvases están prohibidos en las Tablas de
-Eso es un trasvase como la copa de un pino.
-Tan evidente que Zapatero ha dicho que nones. Que se avíe Cataluña con las desaladoras.
-¡Pero si Cataluña no tiene desaladoras!
-Pues ahí está la segunda paradoja. La primera es que los enemigos de los trasvases lo primero que piensan en cuanto están en apuros es en un trasvase. La segunda es que el Gobierno apóstol de las desaladoras no ha tenido tiempo de construirlas. Por eso le van a mandar agua a Barcelona (¡en barco!) desde una que hay en Carboneras, provincia de Almería.
-¿Almería? Pero... ¿ésa no es una de las provincias más secas de España?
-Tanto que estaba previsto llevarle agua del Ebro en el Plan que derogó Zapatero. Tercera paradoja. No sólo le niegan el trasvase, sino que ha de dar agua a los que se la negaron.
-Y si este Gobierno no ha hecho desaladoras, ¿cómo es que hay una en Almería?
-Cuarta paradoja: se construyó bajo el pérfido Gobierno de Aznar.
-Un momento, a ver si me aclaro: ¿no se hizo el trasvase porque los catalanes no quisieron, y ahora
-Exacto. Solidaridad unilateral, o inversa: de ida, pero no de vuelta. Cohesión nacional, que le llaman.
-Oiga, y volviendo a lo del Segre, ¿por qué no autoriza el Gobierno el trasvase?
-Pues por eso, porque es un trasvase y quedaría en ridículo toda su política hidrológica.
-¿Política hidrológica? No sé si será hídrica, pero desde luego no parece lógica... Además, si el Ebro se acaba de desbordar, es que le sobra agua.
-Quinta paradoja. Sobra, pero no se aprovecha. Eso mismo piensan en Valencia y Murcia. Donde, por cierto, el PSOE se pegó un batacazo electoral muy serio.
-Ya. Mientras que en Cataluña y Andalucía obtuvo una resonante victoria, ¿no? Pues a lo mejor ésa es la clave de todo este enredo surrealista: que cada pueblo tiene el Gobierno que se merece. Y que no hay nada como que ganen los tuyos... para que te apliquen el método de la paradoja. O sea, agua y ajo para todos... pero sin agua para nadie.”
6 comentarios:
Pues sí...yo me descojono con el separatismo catalán. Oséase; tanto "defender la cossa nostra, que si somos la gallina de los huevos de oro del Estado Español, que si referendo en 2014"...ah, claro, y cuando no hay agua para beber, regar o lavarse la sobaca...claro, entonces a pedir se ha dicho; que si trasvases, que si ayudas y que los xarnegos manden agua por barco...
Joder, coherencia con una lógica aplastante. ¡Manda carallo!
saludos desde Barcelona.
Me hace mucha gracia y me río por no llorar, vaya panda hay por aquí suelta (políticos digo), ¿piensan cuándo hablan...?
Nos vamos a terminar lavando con toallitas húmedas.
¿quién los asesorará?.
"La culpa de que no llueva la tendrá el PP seguro". jajajjaja
Besos
El agua es bien para la humanidad,
no es un producto para que el
político lo use a su capricho, y
el vecino se crea dueño de ella
Rasputin
Tengo unas ganas de que cuando alguien haga una propuesta los políticos la estudien por lo qué es, y no por quién la ha hecho... Así pasó con lo del Plan Hidrológico, ni siquiera hubo oportunidades para debate.
Como se ve se aplica el "quien siembra vientos, cosecha tempestades"... aunque en este caso, "tempestad sin lluvia"
Pero al margen de las decisiones políticas al respecto (acertadas o no) y al margen de las intencionalidades que encierran (partidistas, electoralistas, etc), lo cierto es que cada territorio debería apañarse con el agua que tiene. Y si sufre sequías es que ha gestionado mal lo que tiene. Las grandes infraestructuras de trasvase o de desalación son un desatino ecológico y económico.
Por otra parte, el que el Ebro se desborde no en sí mismo ninguna desgracia, si este desbordamiento no ha sido propiciado por infraestructuras mal ubicadas, algo cada vez más habitual. Los desbordamientos son algo habitual en la naturaleza y contribuyen a fertilizar los campos.
Tampoco es una desgracia que las aguas del Ebro lleguen al mar. Lo que sí sería una desgracia es que en su desembocadura se quedara seco como el Júcar.
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