Con la excusa de poder leer las conversaciones de Messenger de otros piden que se ingrese la propia dirección de correo electrónico y la clave secreta. Así acceden luego a datos privados del incauto.
Como ocurre en el mundo material, los modos de engañar a través de Internet se renuevan en forma permanente. Ahora circulan correos electrónicos que ofrecen acceder a las conversaciones privadas de chat de amigos y conocidos. Sin embargo, la propuesta no es otra cosa que un intento de adueñarse de la dirección y la contraseña de e-mail de quien, tentado en su curiosidad, acepta la oferta.
Todo comienza con un mensaje (en apariencia puede provenir de un conocido) que propone: "Descúbrelo todo viendo los historiales de conversación de tus amigos de MSN". El servicio se ofrece como gratis, "100% seguro" y fácil de usar. El e-mail incluye un link a un sitio. Si se sigue ese enlace se llega a una página que pide -para proporcionar lo prometido- que se ingrese la dirección de correo electrónico y la contraseña propias. Sin embargo, las conversaciones privadas anunciadas nunca aparecerán; en su lugar, se acusa algún desperfecto momentáneo. Y el engaño está consumado: los datos ingresados ya fueron a parar a manos de los que gestaron el ardid.
¿Y para se usa la información recolectada?
Es sencillo: Lo que se suele hacer es revisar los mensajes de la víctima en busca claves de acceso a sitios de bancos, o cualquier otra información que conduzca a la obtención de un beneficio económico. También se toman datos personales para luego enviar otros correos engañosos más creíbles.
Además, se recogen todas las direcciones de los contactos de la casilla invadida para alimentar bases de datos que servirán luego para enviar correo basura (spam).
Como ocurre en el mundo material, los modos de engañar a través de Internet se renuevan en forma permanente. Ahora circulan correos electrónicos que ofrecen acceder a las conversaciones privadas de chat de amigos y conocidos. Sin embargo, la propuesta no es otra cosa que un intento de adueñarse de la dirección y la contraseña de e-mail de quien, tentado en su curiosidad, acepta la oferta.
Todo comienza con un mensaje (en apariencia puede provenir de un conocido) que propone: "Descúbrelo todo viendo los historiales de conversación de tus amigos de MSN". El servicio se ofrece como gratis, "100% seguro" y fácil de usar. El e-mail incluye un link a un sitio. Si se sigue ese enlace se llega a una página que pide -para proporcionar lo prometido- que se ingrese la dirección de correo electrónico y la contraseña propias. Sin embargo, las conversaciones privadas anunciadas nunca aparecerán; en su lugar, se acusa algún desperfecto momentáneo. Y el engaño está consumado: los datos ingresados ya fueron a parar a manos de los que gestaron el ardid.
¿Y para se usa la información recolectada?
Es sencillo: Lo que se suele hacer es revisar los mensajes de la víctima en busca claves de acceso a sitios de bancos, o cualquier otra información que conduzca a la obtención de un beneficio económico. También se toman datos personales para luego enviar otros correos engañosos más creíbles.
Además, se recogen todas las direcciones de los contactos de la casilla invadida para alimentar bases de datos que servirán luego para enviar correo basura (spam).
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