Ante un escenario de mercados bursátiles con absoluta volatilidad, cuestionamiento de la economía española en el exterior (gracias a la “eficiente gestión” del gobierno ZP), y una mare magnum de dudas que lo inunda todo, recientemente me han pedido mi opinión sobre una empresa conocida a nivel de servicios, pero no demasiado famosa a nivel bursátil: Corporación Dermoestética.
Si repasamos su historia, podemos observar que desde su nacimiento en 1979, Corporación Dermoestética se ha ido expandiendo progresivamente, pasando de su ámbito originario, Valencia, a ser el líder nacional (contando con centros en Barcelona, Madrid, Bilbao, Zaragoza etc, y con una permanente y progresiva apertura de nuevos centros). Dicho crecimiento orgánico no se limitó solo a España, sino que progresivamente también se fue implantando en el extranjero, especialmente en países como Portugal, Italia y Reino Unido.
A día de hoy cuenta con más de ochenta clínicas repartidas por el viejo continente, y sus planes son seguir expandiéndose; y es que el motivo para dicho crecimiento es evidente: sus tratamientos han tenido una magnífica acogida en los mercados explorados, y su volumen de negocio no ha parado de crecer, ya que al fin y al cabo, en una sociedad en la que la imagen es algo esencial para casi todos los aspectos de la vida (laboral, sentimental, psicológico etc); esta compañía ofrece soluciones accesibles financieramente y con un altísimo nivel de calidad, de forma tal que el acceso a la cirugía estética se ha democratizado, al estar al alcance de cualquier ciudadano (en contraposición con lo que ocurría hace unos años, en los que solo los archimillonarios podían permitirse tratamientos estéticos).
La clave del éxito de Corporación Dermoestética se fundamenta en dos pilares:
- Su Equipo Médico, formado por cirujanos plásticos y reparadores, dermatólogos, odontólogos, médicos especialistas en tratamientos estéticos, nutricionistas etc; a los que se les exige una dilatada experiencia y una formación académica de primer nivel. Buena prueba de ello, es que Corporación Dermoestética tiene un convenio con la Universidad Complutense de Madrid para formar a los futuros profesionales del sector; siendo además la primera empresa española que ha desarrollado su propio Master Interno en Medicina Estética.
- La Vanguardia Tecnológica: la decidida apuesta por la tecnología de última generación como pudieran ser los tratamientos con láser, aparatología de alta gama y con materiales garantizados y homologados por la Unión Europea, le ha conferido una primacía absoluta en el sector, a la par que se le ha permitido ganarse la confianza de los consumidores. También, ha realizado una clara apuesta por el I+D destinado a mejorar la efectividad de los tratamientos que ofrece, así como de la línea de cosméticos exclusiva de la marca, que elabora en su Laboratorio propio.
Por todo ello, este valor que cotiza en la Bolsa de Madrid, concretamente en el Mercado Continuo (Ticker: DERM) sin duda constituye un interesante opción de inversión a medio plazo, puesto que, a pesar de que su capitalización bursátil se ha visto afectada por la crisis (viéndose reducida a 63,5 millones de euros en la última sesión), si observamos su trayectoria, podremos constatar que no hace demasiado tiempo estuvo en una capitalización de 345,8 millones; lo que de facto viene a poner de manifiesto el largo recorrido que tiene, especialmente si analizamos que esta empresa está en un sector con una creciente y potencial clientela, ya que los efectos del tiempo acaban apareciendo en todo el mundo, y como ya se ha mencionado anteriormente, nos hallamos en una sociedad en la que la buena imagen es un activo más.
Por todo ello recomendaría a todo posible lector un estudio ad hoc de esta empresa, para ver si se ajusta al perfil de inversión que le pudiera interesar, puesto que, aunque no cotice en el IBEX35, ello no debe ser óbice para renunciar a una opción interesante para nuestras carteras. Y como siempre digo en estos temas, antes de tomar cualquier decisión económica, recomiendo un análisis meditado y pormenorizado por parte del implicado, ya que la economía es algo demasiado serio como para hacer el tonto.
Si repasamos su historia, podemos observar que desde su nacimiento en 1979, Corporación Dermoestética se ha ido expandiendo progresivamente, pasando de su ámbito originario, Valencia, a ser el líder nacional (contando con centros en Barcelona, Madrid, Bilbao, Zaragoza etc, y con una permanente y progresiva apertura de nuevos centros). Dicho crecimiento orgánico no se limitó solo a España, sino que progresivamente también se fue implantando en el extranjero, especialmente en países como Portugal, Italia y Reino Unido.
A día de hoy cuenta con más de ochenta clínicas repartidas por el viejo continente, y sus planes son seguir expandiéndose; y es que el motivo para dicho crecimiento es evidente: sus tratamientos han tenido una magnífica acogida en los mercados explorados, y su volumen de negocio no ha parado de crecer, ya que al fin y al cabo, en una sociedad en la que la imagen es algo esencial para casi todos los aspectos de la vida (laboral, sentimental, psicológico etc); esta compañía ofrece soluciones accesibles financieramente y con un altísimo nivel de calidad, de forma tal que el acceso a la cirugía estética se ha democratizado, al estar al alcance de cualquier ciudadano (en contraposición con lo que ocurría hace unos años, en los que solo los archimillonarios podían permitirse tratamientos estéticos).
La clave del éxito de Corporación Dermoestética se fundamenta en dos pilares:
- Su Equipo Médico, formado por cirujanos plásticos y reparadores, dermatólogos, odontólogos, médicos especialistas en tratamientos estéticos, nutricionistas etc; a los que se les exige una dilatada experiencia y una formación académica de primer nivel. Buena prueba de ello, es que Corporación Dermoestética tiene un convenio con la Universidad Complutense de Madrid para formar a los futuros profesionales del sector; siendo además la primera empresa española que ha desarrollado su propio Master Interno en Medicina Estética.
- La Vanguardia Tecnológica: la decidida apuesta por la tecnología de última generación como pudieran ser los tratamientos con láser, aparatología de alta gama y con materiales garantizados y homologados por la Unión Europea, le ha conferido una primacía absoluta en el sector, a la par que se le ha permitido ganarse la confianza de los consumidores. También, ha realizado una clara apuesta por el I+D destinado a mejorar la efectividad de los tratamientos que ofrece, así como de la línea de cosméticos exclusiva de la marca, que elabora en su Laboratorio propio.
Por todo ello, este valor que cotiza en la Bolsa de Madrid, concretamente en el Mercado Continuo (Ticker: DERM) sin duda constituye un interesante opción de inversión a medio plazo, puesto que, a pesar de que su capitalización bursátil se ha visto afectada por la crisis (viéndose reducida a 63,5 millones de euros en la última sesión), si observamos su trayectoria, podremos constatar que no hace demasiado tiempo estuvo en una capitalización de 345,8 millones; lo que de facto viene a poner de manifiesto el largo recorrido que tiene, especialmente si analizamos que esta empresa está en un sector con una creciente y potencial clientela, ya que los efectos del tiempo acaban apareciendo en todo el mundo, y como ya se ha mencionado anteriormente, nos hallamos en una sociedad en la que la buena imagen es un activo más.
Por todo ello recomendaría a todo posible lector un estudio ad hoc de esta empresa, para ver si se ajusta al perfil de inversión que le pudiera interesar, puesto que, aunque no cotice en el IBEX35, ello no debe ser óbice para renunciar a una opción interesante para nuestras carteras. Y como siempre digo en estos temas, antes de tomar cualquier decisión económica, recomiendo un análisis meditado y pormenorizado por parte del implicado, ya que la economía es algo demasiado serio como para hacer el tonto.
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