Los hábitos de los ciudadanos a la hora de realizar alguna de las múltiples compras que habitualmente se realizan en el día a día de una cada vez más larga vida, han ido variando considerablemente con el paso de los años.
Así, pasamos de una situación caracterizada por el hecho de que solo se compraba la limitada gama de productos que se nos ofrecía por parte de los comerciantes locales que estaban situados cerca de nuestros domicilios, a un sistema de grandes almacenes distribuidos a lo largo y ancho de toda la geografía española.
Pero la cosa no se quedó ahí, sino que poco a poco, los canales de distribución de los productos se ampliaron, y a través de la pequeña pantalla, de ese maravilloso aparato catódico que es la televisión, se nos empezaron a ofrecer productos a través de teletiendas o de canales especializados en compras.
Y como era lógico, el siguiente paso en la ampliación de los canales de distribución de los productos previamente anunciados en la televisión, ha sido Internet. Y es que la revolución tecnológica que ha supuesto la red, ha modificado considerablemente la estructura del mercado, de la distribución y comercialización de productos.
Ahora, con un simple, click, y desde nuestra casa, cualquiera puede comprar productos anunciados en teletienda, y para ello solamente necesita tener un ordenador personal y una conexión a Internet, lo que en los tiempos en que vivimos es algo generalizado.
Solo con conectarnos unos minutos ante el ordenador, podremos acceder a los productos que previamente hemos visto en televisión, pero teniendo la ventaja de que ahora podremos estudiar detalladamente sus características, su precio, las condiciones y gastos de entrega etc. En tv, el tiempo es oro, y los anuncios van a una velocidad de vértigo por lo que es posible que no lleguemos a obtener todos los conocimientos necesarios para poder tomar una decisión sobre si comprar o no el producto que inicialmente parece que nos interesa; pero gracias a la red, sí que podemos hacer ese estudio pormenorizado, de tal forma que si tomamos la decisión de comprar algo, sin duda seremos conscientes de todas las consecuencias que ello implica. Es decir, Internet nos garantiza nuestros derechos como consumidores.
Para observar un buen ejemplo de ello, podemos visitar de forma específica webs como www.anunciadoentv.org
Así, pasamos de una situación caracterizada por el hecho de que solo se compraba la limitada gama de productos que se nos ofrecía por parte de los comerciantes locales que estaban situados cerca de nuestros domicilios, a un sistema de grandes almacenes distribuidos a lo largo y ancho de toda la geografía española.
Pero la cosa no se quedó ahí, sino que poco a poco, los canales de distribución de los productos se ampliaron, y a través de la pequeña pantalla, de ese maravilloso aparato catódico que es la televisión, se nos empezaron a ofrecer productos a través de teletiendas o de canales especializados en compras.
Y como era lógico, el siguiente paso en la ampliación de los canales de distribución de los productos previamente anunciados en la televisión, ha sido Internet. Y es que la revolución tecnológica que ha supuesto la red, ha modificado considerablemente la estructura del mercado, de la distribución y comercialización de productos.
Ahora, con un simple, click, y desde nuestra casa, cualquiera puede comprar productos anunciados en teletienda, y para ello solamente necesita tener un ordenador personal y una conexión a Internet, lo que en los tiempos en que vivimos es algo generalizado.
Solo con conectarnos unos minutos ante el ordenador, podremos acceder a los productos que previamente hemos visto en televisión, pero teniendo la ventaja de que ahora podremos estudiar detalladamente sus características, su precio, las condiciones y gastos de entrega etc. En tv, el tiempo es oro, y los anuncios van a una velocidad de vértigo por lo que es posible que no lleguemos a obtener todos los conocimientos necesarios para poder tomar una decisión sobre si comprar o no el producto que inicialmente parece que nos interesa; pero gracias a la red, sí que podemos hacer ese estudio pormenorizado, de tal forma que si tomamos la decisión de comprar algo, sin duda seremos conscientes de todas las consecuencias que ello implica. Es decir, Internet nos garantiza nuestros derechos como consumidores.
Para observar un buen ejemplo de ello, podemos visitar de forma específica webs como www.anunciadoentv.org
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