La potestad del presidente del gobierno de elegir la fecha en la que se van a celebrar las elecciones, es una importantísima herramienta de cara a la preparación de las mismas. Recientemente se ha estado hablando mucho de un posible adelanto, para impedir un mayor desgaste de Zp, y la supuesta fecha elegida sería el domingo 28 de octubre, que coincide con el veinticinco aniversario de la primera victoria electoral de Felipe González en 1982, y además, que evita los malos recuerdos del aniversario del 14-M.
No obstante, ZP ha decidido agotar la legislatura, pues cree que aún le quedan muchos “conejos en la manga”: los “2500€ por nacimiento”, el “gran salto en materia de vivienda para jóvenes”(pretende hacer en 6 meses lo que no ha hecho en 3 años y medio, en los que ha tratado de vendernos las “excelencias de los zulos habitacionales”) y Dios sabe qué nuevas ocurrencias saldrán de esa iluminada cabeza… En conclusión, el 9 de Marzo de 2008 tiene muchas posibilidades como fecha electoral.
Pero centrándonos en el tema del “oportunismo”, quiero prestar atención a un dato importante: no tengo ninguna duda de que Chaves hará coincidir las elecciones andaluzas con las generales. ¿El motivo? Andalucía constituye, junto con Cataluña, el gran granero de votos socialistas ( en 2004 sacaron 15 escaños de diferencia al PP en cada una). Dado el desastre de infraestructuras que la “excelente gestión de Magdalena Álvarez” ha regalado a Cataluña, la necesidad de unos buenos resultados en Andalucía se hace imperiosa.
Si analizamos esa comunidad, podemos ver cómo en los grandes núcleos urbanos, los resultados del PP son bastante buenos. Pero en áreas rurales, el PSOE domina ampliamente, ya que la institucionalización de la “cultura del subsidio” ha hecho el voto del campo cautivo. Nada más efectivo que amenazar a unos ciudadanos de escasa formación con “el gran demonio de la derecha”, para conseguir una movilización masiva a la hora de votar. Y dado que suele haber homogeneidad al depositar la papeleta en la urna, Chaves le aseguraría a ZP un buen número de escaños del “feudo andaluz”.
Siempre he pensado que en la batalla electoral debe prevalecer el principio de “igualdad de armas”, por lo que si el PSOE juega su baza andaluza, el PP debería subir la apuesta y usar la “baza Navarra”. ¿A qué me refiero? Como es sabido, UPN gobierna en minoría en Navarra, teniendo un PSN que le va a poner las cosas difíciles, pues se han tenido que tragar el estar en la oposición “por imperativo de Madrid”. Y además es generalizada la sospecha de que el PSN esperará a las elecciones generales, para no desgastar a ZP, y que después presentará una moción de censura junto a Nafarroa Bai, para alzarse con el poder.
Dado que una de los grandes estandartes del PP durante estos años de oposición ha sido la política antiterrorista, y la inclusión en la misma de críticas por un “pasteleo negociador sobre Navarra” que Zp y los “hombres de paz” habrían mantenido durante el “proceso”, y que debía cristalizar en un pacto PSN –Na Bai, opino que el presidente navarro, debería ejercer su potestad de disolver el parlamento navarro y convocar elecciones simultaneas a las generales.
¿Motivos para ello?
- Se conseguiría mantener vivo el fracaso de ZP en su política antiterrorista, movilizando buena parte del electorado.
- Se crearía una auténtica guerra interna dentro del PSN entre el sector “vasquista” y el “navarrista”, lo que desalentaría a muchos votantes socialistas de ir a votar, y podría permitir obtener a Sanz esos escaños que le faltan para completar la mayoría absoluta.
- Obligaría a Zp a mojarse durante la campaña electoral: tendría que decir si después de las elecciones apoyaría un gobierno PSN-Na Bai o si se opondría. Si echa balones fuera o dice que lo aceptaría, eso le costaría muchísimos votos en el resto de España. Si dice que no lo apoyaría, le costaría votos en Navarra, tanto a nivel estatal como autonómico, y así UPN se aseguraría el gobierno de la comunidad foral tras las elecciones, bien por obtener mayoría absoluta, o por la imposibilidad del PSN de apuñalarle por la espalda ante la “promesa de ZP” (aunque bueno, todos sabemos lo que “valen las promesas de ZP”…).
Como se puede observar, es una apuesta arriesgada en una partida de poker a cara de perro, pero dado que el PP se ha obcecado en el tema antiterrorista, creo que deberían llevar esa baza hasta las últimas consecuencias.
No obstante, siempre pensaré que Rajoy debe empezar y terminar todos sus discursos hablando de economía: subida de hipotecas, electricidad, gas, gasolinas, cesta de la compra, educación… de que "sube absolutamente todo menos los salarios". A la mayoría de la gente le preocupa en primer lugar, su propia situación personal, y después ya le presta atención a los “temas de Estado”. Hay que recordarles la buena gestión de los gobiernos del PP, e insistir en la promesa de que se puede luchar contra el desastre microeconómico que la ceguera del “alumno de las dos tardes” ha creado.
Es hora de que el PP deje de hacer el imbécil con luchas internas entre buitres, trepas, dinosaurios, y demás fauna de ineficientes, y se centre en hacer una oposición contundente, y sobre todo, en presentar un programa electoral con propuestas claras, sencillas de comprender, y realistas, para volver a ganarse la confianza del electorado. ¡Más trabajar para obtener una victoria y menos preocuparse de repartir los restos del posible naufragio!
PD: por si alguien lo duda, sí, este ha sido un post absolutamente partidista, en el que muestro mis deseos electorales. Pero yo nunca he ocultado que quiera que Rajoy sea presidente, por lo que no debería sorprender a nadie.