23 de febrero de 2008

"Independencia de Kósovo : Aznar analiza la Situación creada en los Balcanes"



Kosovo proclama su independencia unilateralmente, saltándose todo el Derecho Internacional a la ligera, y una brecha se abre dentro de la UE, a la par que Rusia amenaza con usar la fuerza si la OTAN trata de imponer dicha independencia militarmente.



El expresidente Aznar ha hecho un completo análisis sobre dicha situación, y creo oportuno exponerlo.



La política no es el arte de aceptar lo inevitable. Es el arte de hacer posible lo deseable. En el caso del reconocimiento de la declaración unilateral de independencia por el parlamento de Kosovo es un ejemplo más de la confusión que reina en la política de hoy en día. Y hay que decirlo claramente: reconocer a Kosovo en la situación actual y en la forma actual es un error que traerá graves consecuencias.



Para empezar hay que recordar -y yo lo recuerdo muy bien- que la OTAN no fue a la guerra en 1999 para asegurar la independencia de Kosovo. La Alianza se movilizó militarmente a fin de impedir un potencial genocidio por parte del Gobierno de Milosevic en esa provincia sobre la mayoría albano-kosovar, dominada y castigada por los serbios hasta ese momento. Pero la OTAN fue a su primera guerra, además, justificándose en dos principios básicos: el respeto a todas las minorías como condición sine qua non de aceptabilidad internacional y la indeseabilidad de construir estados nacionales sobre la base de la limpieza étnica. O sea, la OTAN se embarcó en su intervención militar para preservar la tolerancia y consolidar los estados multiétnicos.



Quien piense lo contrario, se equivoca. Y quien lo diga, si conoce las deliberaciones de aquel momento, miente.



Reconocer ahora a Kosovo es olvidarse de los principios que inspiraron y guiaron nuestra intervención del 99. Aún peor, significa cegarse voluntariamente a todo cuanto ha acontecido en esa provincia desde entonces. A pesar de la masiva ayuda de la UE y de que la seguridad ha sido vigilada por los soldados de la OTAN, la mayoría albano-kosovar ha maltratado sin piedad a la minoría serbia en un desgraciado desquite de cuentas histórico. Ha destruido sus templos de oración, sus monumentos históricos, ha forzado su desplazamiento y, al final, la práctica separación física y el éxodo de mucho de ellos. Nada edificante, por decirlo de manera suave. Reconocer Kosovo así es dar crédito a la limpieza étnica, esta vez de signo contrario.



En segundo lugar, Kosovo será independiente de Serbia pero no es una entidad que pueda funcionar de manera independiente. De hecho, será dependiente de nosotros. Es impensable que a medio plazo las funciones institucionales de un auténtico estado soberano puedan desarrollarse -no ya comenzar a ejecutarse- sin la asistencia continua y significativa de la Unión Europea y sin que las funciones de seguridad y orden pasen por la presencia de las tropas aliadas. Creer que Kovoso está listo para su independencia en términos prácticos de funciones y competencias es un enorme error. Porque no lo está.



Tercero, el porqué de esta premura en pos del reconocimiento de la declaración unilateral de independencia tampoco nos puede llevar al entusiasmo. Por su parte, los americanos parecen estar presos de la fatiga de tener que tutelar y gestionar esa región y prefieren creer que dándole vía libre a los kosovores, la presión se les aliviará; por su parte los europeos se han convencido de la inevitabilidad de la independencia de Kosovo ya que si no, suele decirse, los kosovares recurrirán a la fuerza, esta vez contra nosotros. Malos principios ambos para apuntalar el futuro: fatiga y miedo. La OTAN nunca debiera aceptar basar sus decisiones sobre la base del riesgo o la amenaza al uso de la fuerza. Equivaldría a legitimar el chantaje, y ese no es un gran principio sobre el que construir las relaciones internacionales. Pero es, de hecho, lo que parece estar legitimándose.



En cuarto lugar, reconocer la independencia declarada unilateralmente de Kosovo significa aceptar en el ámbito internacional el principio de autodeterminación de los pueblos y la alteración no consensuada de las fronteras en Europa. No sólo es que la experiencia de ambas cuestiones haya sido catastrófica en el pasado, es que rompe con los principios defendidos institucionalmente, por ejemplo en el seno de la UE, desde hace cinco décadas. Es más, sienta un pésimo precedente de futuro.



Suele decirse que Kosovo es un caso tan singular que no implicará ejemplo alguno para otros grupos separatistas en Europa. Pero, ¿qué principio rector podremos anteponer ahora ante los serbios-kosovares para impedir que ellos también demanden su independencia y elijan libremente unirse a Serbia? ¿Por qué tiene que quedarse Mitrovica, por ejemplo, bajo la férula de Pristina? ¿Qué dirán mañana los serbio-bosnios de la república Srpska que gozan de las mismas características que los kosovares pero en relación a Sarajevo y no Belgrado?



Es más, los independentismos, separatismos y nacionalismos excluyentes aunque tengan una base y una agenda racional, se mueven por pasiones y sentimientos irracionales, por lo que no cabe concluir que, con la experiencia que tenemos, se vayan a comportar según nuestra propia lógica. Cierto, el País Vasco, Flandes, Escocia, nada tiene que ver con la situación de Kosovo, pero ese no es el problema. La realidad es que si los kosovares acceden a su independencia y soberanía de la forma en que lo hacen, eso supone crear una posibilidad, un horizonte y una esperanza de que para otros, una opción similar también será posible cuando llegue su momento. Tal vez no ahora ni mañana. Pero en un futuro. Si ellos sí, por qué yo no, será lo que nos digan algún día. Y reconociendo a Kosovo hoy en estas circunstancias, nos estamos desarmando para poder enfrentarnos a esa fatídica pregunta.



Que, como argumentan algunos, no sea deseable reconocer a Kovoso ya que la ONU no ha dado su santificación es una cuestión de meras formas que no es lo relevante. Es la independencia unilateral lo verdaderamente grave. Que aceptando la declaración unilateral de independencia pongamos una mejor base para el futuro, es más que dudoso. Por el momento, esta historia se ha convertido en un gran error por nuestra propia culpa.




13 comentarios:

Anónimo dijo...

No se puede tolerar una independencia unilateral porque se crea un grave precedente.

un abrazo.

El Cerrajero dijo...

'La política no es el arte de aceptar lo inevitable. Es el arte de hacer posible lo deseable.'

Así debe ser pero suena muy lejano en la eZPaña del Traidor.

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Esto de Kosovo no es sino una bomba activada de la que desconocemos la hora en la que va a explotar, porque hacerlo lo va a hacer fijo y pringará a toda Europa.

Natalia Pastor dijo...

Es un precedente gravísimo, y que puede provocar un efecto dominó de imprevisibles consecuencias.
La ceguera de la UE y de EEUU,es francamente, preocupante.

Anónimo dijo...

Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con el "Bigotes". La independencia de Kosovo carece de legitimidad, y por tanto, es inaceptable. No voy a abundar en más razones, pues éstas ya se han expuesto adecuadamente.

Por contra, el autor entra en una contradicción al justificar la intervención armada del 1999:
"la OTAN se embarcó en su intervención militar para preservar la tolerancia y consolidar los estados multiétnicos"
Comparto los fines que se esgrimen, pero ya sabemos (o deberíamos saber) que el fin nunca justifica los medios. Los medios se deben justificar con su propia naturaleza. La intervención en Kosovo no tenía base legal, y lo que es peor, ha supuesto un precedente que en un futuro podríamos vivir en circunstancias adversas. Y de hecho, ya lo vimos, cuando USA justificó su agresión sobre Irak, no sólo basándose en viles mentiras, sino además aduciendo el precendente de Kosovo de violación de una soberanía nacional sin acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU.
Si el gobierno serbio, por activa o pasiva, consiente masivas violaciones de los derechos humanos en su territorio, no podemos a pesar de todo, intervenir violando su soberanía. Es un problema interno. Terrible, sí. Si acaso se puede recurrir a la Corte Penal Internacional, romper relaciones con Servia, bloquearla comercialmente, sancionarla, pero nunca invadirla unilateralmente.
Por eso negar la legitimidad de una independencia y obviar la de una invasión, supone una falta de coherencia.
Encima, es que fue un parche como ahora podemos observar a toro pasado. Pues el contingente enviado, sí impidió limpiezas étnicas sobre albano-kosovares, pero se ha mostrado impotente ante las iniciadas en sentido contrario. No sólo eso, sino que ha favorecido las condiciones para que Prístina aspire a la independencia.
¿Se acuerda Adamantio cuando alguna vez le mencioné sobre acciones propias de un "Aprendiz de brujo"?
Esto es un buen ejemplo de ello.
Como también lo es la de algunos países, que unilateralmente han reconocido dicha independencia. Estamos de nuevo ante la maldita Realpolitik, que echará por tierra todo intento de impedir la independencia de Kosovo. Probablemente al final se imponga el criterio de los hechos consumados.
En fin, veremos cómo acaba este fregado.

Compai panita dijo...

Hoy estamos poniendo las semillas de lo que nos puede estallar en la cara mañana.

Anónimo dijo...

Perdón por el offtopic, acabo de recibir un chivatazo sobre algo escandaloso. Explicación aquí. Según la gente de El País, Ciudadanos y UPyD no se presentan a las elecciones. Éste es un caso gravísimo de manipulación informativa con fines electorales. Por favor, dadle toda la difusión que sea necesaria.

Anónimo dijo...

Lo de Kosovo tiene muchos matices, Aznar tiene parte de razón, pero tampoco creo que la independencia sea unilateral, sino que goza de claros apoyos exteriores muy notables (EE.UU., Alemania y Francia), el problema son los kosovares islamistas, es un pueblo problemático, tampoco los serbios se caracterizan por ser especialmente democráticos, ¿verdad?

Compai panita dijo...

¿A dónde te han mandado de viaje esta vez?

Shasta dijo...

¡¡adamantio!!

Anónimo dijo...

Me parece claro que la independencia de Kosovo encierra muchos planes geoestratégicos, principalmente americanos. Sin Estados Unidos, Alemania, Francia e Inglaterra, Kosovo no hubiese llegado hasta este punto.

Las razones de haber permitido que esta situación se haya producido pueden ser muchas y no creo que las lleguemos a conocer... porque no creo que sean muy edificantes...

La noticia de estos días de la venta de armas a Kosovo por parte de los americanos ya nos da una pista de qué utilidad directa e inmediata va a tener ese nuevo "estado" para la influencia estadounidense en la zona.

Y, en cuanto a la política europea sobre el asunto, no existe. Al final, después de tanto cacareo, somos un gallo de segunda en el corral.

Saludos
MMX

Luis Corcino dijo...

La idea de dividir un país no es legitimo y se volverá contra los que la patrocinan. Cada día en el mundo habrá un conflicto en pro de lo mismo.

Unknown dijo...

Lo de Kosovo esperemos que no explote en la cara de los europeos.No entiendo que alguien se autoindependice sin más.
Tienes un premio en mi blog.
Saludos

Adamantio dijo...

Personalmente creo que para obtener una base militar en unos Balcanes tradicionalmente muy pro-rusos, han creado un engendro jurídico que les acabará explotando en la cara... Al tiempo.

Ideas Libérrimas - 2008 -