Javier Orrico ha destacado por escribir diversos libros criticando el modelo educativo que padece España, destacando especialmente uno titulado “
“Las medidas estrella de la legislatura iban a ser, en consecuencia, regresivas: eliminar el procedimiento de selección de los profesores universitarios dispuesto en
Podían habernos ahorrado la nueva montaña de papeleo y burocracia que supone en
De
– La comprensividad como dogma organizativo. Espantosa traducción de las comprehensive schools que casi acabaron con Inglaterra, se trataba (y se trata) de que el sistema mantuviera juntos (comprehender) a los alumnos durante toda la escolarización obligatoria, sin más criterio, por tanto, que el de la edad.
No se podían seguir caminos diversos en función del talento, el rendimiento, el esfuerzo o las querencias de los jóvenes. Se reducían al mínimo las repeticiones y se relajaban los filtros (exámenes, promociones de curso, etc.), pues, de haberse mantenido la exigencia, la comprensividad habría resultado insostenible. Su finalidad no era, pues, extender la instrucción para todos, sino la ficción de que todos accedieran a la misma instrucción, aunque fuera ninguna. "Nada para todos", fue su lema.
Por lo demás, es fácilmente comprensible que unos chicos a los que se obliga a permanecer donde no quieren ni ya entienden nada, a los que se niega la libertad de elegir y comprometerse con otras posibilidades orientadas al aprendizaje de una profesión, produjeran una constante perturbación en las aulas, lo que impedía no sólo su progreso, sino el de todos. Si a ello unimos la impunidad de las conductas "disruptivas" (el gracioso término que los psicopedas usan para encubrir el gamberrismo y hasta la delincuencia); la total falta de consecuencias disciplinarias de la zafiedad, la insolencia, la agresión verbal e incluso física, la radical negativa al estudio y la evidencia de que, quien repite curso una vez, es promocionado al siguiente "por imperativo legal" (PIL) sin necesidad de que apruebe una sola asignatura, tendremos un panorama aproximado del imperio absoluto de mala educación en muchos de los centros españoles desde hace quince años.
No es tanto un problema de violencia, que la hay, a veces soterrada, a veces patente, sino de pérdida absoluta de respeto a los demás, en un reino de pequeñas vilezas sobre el que crecen jóvenes desnortados, consumistas y aburridos por la ausencia de cualquier referente cultural y ético.
– El constructivismo como dogma didáctico. La desaparición de los conocimientos del eje de la enseñanza-educación a que obligaba la comprensividad se apoyaba en un nuevo y rusoniano paradigma: el conocimiento no puede recibirse, sino que ha de ser construido por el propio alumno desde su experiencia vital y social.
El conocimiento no existe, pues, como valor universal. De hecho, el conocimiento es tan relativo como plurales las personas y los contextos culturales (esto les gusta mucho a los nacionalistas y a los multiculturalistas, pues elimina lo común y la posibilidad de un canon). Su última versión es, por eso, el socio-constructivismo, que es una especie de relativismo del relativismo. El profesor ya no debe enseñar, por tanto, pues eso supone una imposición, sino sólo acompañar al alumno. Hoy es un "mediador didáctico".
Les aseguro que todo esto no es una broma, sino una de las razones clave del descrédito de la profesión y del desistimiento en que han caído muchos profesionales, crecientemente afectados por patologías de índole psiquiátrica.
Además de esos principios fundamentales y de la estructura del sistema, se mantenía algo incluso más importante: el lenguaje, la jerga pedaboba que se había adueñado de todas las administraciones educativas. Y el lenguaje es el mundo. (Mientras no volvamos a usar el español para hablar de enseñanza, nada podrá cambiarse). Entonces, ¿para qué hacer una nueva ley? Aparte de la función simuladora, tan cara a ZP, estaba la contribución a la estrategia general de presentar al Partido Popular como una organización antidemocrática que había elaborado una ley,
En realidad, los más interesados en la derogación de
Algo que sí ha hecho
Es un método ingenioso de reducir el fracaso escolar. También podría pagarse más a los profesores que más aprueben, como van a hacer en Andalucía. Si la medida se extiende, y así terminarán exigiéndolo los sindicatos, grandes coautores de todo lo ocurrido, no cabe duda de que habremos acabado con los insidiosos suspensos. Ya no habrá ni que hacer exámenes, y la felicidad reinará en
El currículo vacío
Con todo, si cupiera, seguramente lo más grave de lo realizado por
De la lectura de las últimas enseñanzas mínimas se desprende que son, en efecto, muy mínimas: no hay nada. Todo se formula en términos de melifluas actitudes, procedimientos y algunos contenidos, poquitos, siempre ambiguamente expresados; con una doble finalidad: que sobre el vacío se alce la pura doctrina, en la dirección política correcta, y que las comunidades autónomas, en su adaptación, puedan crear programas tan distintos como para que en dos generaciones desaparecezca cualquier vestigio de la idea de una España de todos. Muchas han elaborado ya o están elaborando sus propias leyes educativas.
Un ejemplo bastante escandaloso, aunque no se haya enterado casi nadie, de manipulación al servicio de los nacionalistas es el trile con la lengua materna realizado al hilo de las competencias básicas, que en Europa se llaman "clave". Se trata de un corpus de referencias para homogeneizar y contrastar la eficacia de los diferentes sistemas educativos europeos que fija explícitamente dos competencias lingüísticas para todos los países de
Milagro. ¿A alguien, en cualquiera de las comunidades donde se practica la inmersión lingüística, con lo que se niega a los ciudadanos el derecho a elegir o, al menos, a escolarizar a sus hijos de manera equilibrada en las dos lenguas oficiales, se le ocurre alguna explicación? Bajo ZP, la inmersión lingüística se ha extendido hacia el objetivo confeso de los independentistas: un sistema bilingüe catalán/vascuence/gallego-inglés en el que el español acabe desoficializado y reducido a una lengua familiar de uso minoritario.
Educación para
Pero la cumbre borrascosa de nuestro señor ZP y de su ayo Gregorio –más por su valor metafórico sobre la autocracia zapaterista que por sus consecuencias reales– ha sido, sin duda,
La obsesión "afectivo-emocional", un territorio tan delicado, en el que antes nos educaba la literatura (son mucho más de fiar Flaubert y Rojas, Shakespeare y Galdós, que Victorino Mayoral), linda el bochorno. Y si esto es grave, más lo es el que lo estén aplicando a sangre y fuego. Que quienes han inventado cómo convertir dos asignaturas en una para que nadie suspenda estén tomando auténticas represalias contra los jóvenes que se resisten a ser manipulados, expulsándolos y amenazándolos, una vez más, con el infierno.
La verdad última de la educación socialista es, por tanto, una gran carcasa de ignorancia y doctrina que, si no se corrige radicalmente, terminará por hacer del nuestro un país, más que de servicios, de servidores, y cuando ya todos los puestos estén ocupados. La enorme confusión que reina en nuestras aulas proviene de la difícil coexistencia de las dos lógicas contradictorias que aquí se han esbozado: la de los docentes que aún pretenden enseñar algo, aunque cada vez sepan menos qué y para qué, y la de un sistema que juega a las ficciones igualitaristas y sólo produce desigualdad y desidia. Pero a Zapatero y a sus socios no les preocupa la excelencia que nuestros jóvenes habrán de necesitar en un mundo de naciones emergentes con sistemas educativos rigurosísimos. Sólo persiguen que, si nos hundimos, nos hundamos todos.
Salvo los privilegiados, claro. La reforma de la universidad, que merecería un artículo completo, y el mantenimiento de
7 comentarios:
España necesita una Ley de Educación que sea aprobada por todos los partidos para que no la cambien cada dos por tres.
un abrazo.
Da igual el PSOE seguirá empeñado en fabricar incultos, de lo contrario sería el principio del fin.
Saludos
Un magnífico post,Adamantio.
Yo creo que ineludiblemente,hay dos generaciones perdidas,desgraciadamente,a los que la LOGSE ha dejado en una cuneta cultural, y de la que dificilmente saldrán.
El problema del sistema educativo español,apenas se está tocando en la campaña electoral.
Por cierto, tienes un premio en esta dirección http://caballerozp.blogspot.com/2008/02/otra-buena-noticia-para-variar.html
Saludos
¿Quién necesita estudios?, mirad los iletrados que han llegado al gobierno.
Tienes un premio en nuestro blog.
Felicidades.
Ya sabes que soy un fan de tu blog. Así que te he dejado un premio en el mío (además del post del viernes je,je)
Saludos
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