No hay duda de que en la próxima entrega de los Oscars, la película Milk ( en España se titulará: Me llamo Harvey Milk ) será una de las que acapare un buen número de nominaciones. En ella se nos cuenta la historia biográfica de Harvey Milk, la primera persona abiertamente gay que accedió a un cargo electo en USA (la comisión de Supervisores de la ciudad de San Francisco).
Milk aparece grabando magnetofónicamente su trayectoria, desde el día en que cumplía 40 años, y se daba cuenta de que no había realizado nada que le hiciera sentirse orgulloso; hasta el momento en que se convirtió en uno de los “líderes del movimiento gay”.
Así se nos describe cómo abandona Nueva York, para trasladarse a San Francisco, concretamente a The Castro, una zona que aunque ahora está bastante rehabilitada, y es una parada obligatoria para los turistas que visitan la ciudad californiana, en los años 70 era un barrio marginal, lleno de criminales, prostitución y drogas.
Allí empieza su cruzada, demostrando primero la posibilidad de usar la economía como arma política, promoviendo el boicot contra los comercios homófonos, para posteriormente presentarse a varias elecciones en las que cosecha dolorosas derrotas.
Solo tras el cambio de la configuración de los distritos electorales, Milk consigue ser elegido como supervisor. Y desde dicho cargo promoverá normativas contra la discriminación laboral y de arrendamientos por motivaciones de orientación sexual.
Sin duda su gran batalla, es enfrentarse a los referenda revocatorios de dicha normativa, que la ultraderecha religiosa promueve por todo el país. Y todo ello a la par que mantiene una vida amorosa algo “movida”…
Desde este blog siempre se han recomendado buenas películas, y sinceramente, creo que esta merece la pena ser vista, ya que, aunque algunos repudien ciertas tendencias del activismo gay, no cabe la menor duda de que este film nos muestra un magnífico ejemplo cómo se puede cambiar las cosas mediante la única vía válida: las urnas.
Por tanto, recomiendo esta interesante película a todos los lectores de este blog. Nadie se arrepentirá de las casi 2 horas que pasará en el cine, viendo la historia de este ilustre personaje norteamericano.
Milk aparece grabando magnetofónicamente su trayectoria, desde el día en que cumplía 40 años, y se daba cuenta de que no había realizado nada que le hiciera sentirse orgulloso; hasta el momento en que se convirtió en uno de los “líderes del movimiento gay”.
Así se nos describe cómo abandona Nueva York, para trasladarse a San Francisco, concretamente a The Castro, una zona que aunque ahora está bastante rehabilitada, y es una parada obligatoria para los turistas que visitan la ciudad californiana, en los años 70 era un barrio marginal, lleno de criminales, prostitución y drogas.
Allí empieza su cruzada, demostrando primero la posibilidad de usar la economía como arma política, promoviendo el boicot contra los comercios homófonos, para posteriormente presentarse a varias elecciones en las que cosecha dolorosas derrotas.
Solo tras el cambio de la configuración de los distritos electorales, Milk consigue ser elegido como supervisor. Y desde dicho cargo promoverá normativas contra la discriminación laboral y de arrendamientos por motivaciones de orientación sexual.
Sin duda su gran batalla, es enfrentarse a los referenda revocatorios de dicha normativa, que la ultraderecha religiosa promueve por todo el país. Y todo ello a la par que mantiene una vida amorosa algo “movida”…
Desde este blog siempre se han recomendado buenas películas, y sinceramente, creo que esta merece la pena ser vista, ya que, aunque algunos repudien ciertas tendencias del activismo gay, no cabe la menor duda de que este film nos muestra un magnífico ejemplo cómo se puede cambiar las cosas mediante la única vía válida: las urnas.
Por tanto, recomiendo esta interesante película a todos los lectores de este blog. Nadie se arrepentirá de las casi 2 horas que pasará en el cine, viendo la historia de este ilustre personaje norteamericano.
3 comentarios:
Estaba preparando una entrada sobre cuánto he sufrido por ser diferente.
Ahora ya tengo las armas mentales para saber que no soy raro ni malo.
Pero lo vivido y lo no vivido lo arrastraré siempre.
Procuraré verla.
Un abrazo
Parece inconcebible la reacción en algunos sectores políticos ante los movimientos gay, ya que estos, simplificando, se reducen a la reclamación de derechos y libertades civiles que detentan el resto de la sociedad.
En cuanto a la peli, espero que sea buena, aunque temo que le pase como a Brokeback Mountain, que si bien era bastante buena, la crítica la sobrevaloró por motivos de corrección política. Es decir, que todos la alabaron hasta niveles desmesurados, quizás por miedo a ser tachados de homófobos si hubieran expuesto sus peros, que los había.
Sí, la verdad es que algunos casos de discriminación están basados en la imbecilidad más absoluta. No obstante, siempre he pensado que el "colectivo gay" no ha usado una "política de marketing" adecuada para "vender su causa". Es decir, conseguirían más fácilmente la aceptación social si siguieran el modelo Grande Marlaska, que si siguieran el Modelo JJ Vázquez...
Y sí, soy consciente del charco en el que me acabo de meter con ese comentario jejeje.
Lole, la película no creo que tenga muchas críticas, porque las escenas de sexo no son tan explícitas como Brokebackmountain. Y sin duda, tiene usted razón en lo de que se tragaron las críticas por miedo a ser llamados homófobos.
No obstante, en la apuesta de la oficina sobre los Oscars de ese año, fui el único que apostó por Crash, y me llevé la porra jajaja.
Mi explicación fue: "lo políticamente correcto cuaesta dinero". Un compañero gay prefirió la explicvación de : "esa película gay nos ha dado por ..." jajajaja
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