En la “última película de Brad Pitt” se nos narra una interesante historia basada, aunque muy de lejos, en un relato de Scott Fitzgerald. Se trata de la “historia de Benjamín Button”, un niño que nace en 1918 con los rasgos físicos y el estado corporal propios de una anciano de 80 y pico años. Su madre biológica muere durante el parto y su padre le abandona de inmediato al considerarle un monstruo.
Por suerte es encontrado por una joven afroamericana, que junto con su marido trabaja en una residencia de ancianos, en la que Benjamín es criado. Con el paso de los años, el bebé va creciendo y desarrollándose físicamente, pero en lugar de envejecer, sus rasgos físicos van rejuveneciendo. Así, cuando tiene unos 10 años, su apariencia es la de un septuagenario enano.
Durante esa etapa conoce a Daisy (Cate Blanchett), la nieta de 9 años de una de las ancianas de la residencia. Ambos se hacen muy amigos y disfrutan mucho de los cuentos e historias que la abuela les cuenta.
Con el paso del tiempo, Benjamín va creciendo y rejuveneciendo, pasando por varias etapas: desde trabajar en un barco mercante, en la que su capitán le muestra algunos de los placeres de la vida, hasta ese momento desconocidos para él (visita a varios burdeles incluidos); hasta su etapa en Rusia, en la que mantiene una relación amorosa con una mujer casada. Y por descontado, su participación en la Segunda Guerra Mundial.
Según pasan los años Benjamín va rejuveneciendo y Daisy va creciendo hasta que se encuentran en un punto intermedio en el que ambos tienen una edad ( tanto cronológica como de apariencia exterior) similar. Entonces se enamoran, y viven sus mejores años juntos, hasta el punto de que, fruto de esa relación, nace una niña (Caroline).
Sin embargo, Benjamín se da cuenta de que no puede permanecer junto a la mujer que ama, ya que con su peculiaridad vital, la pobre Daisy se vería obligada a cuidar a dos niños: su hija y su marido. Por eso decide abandonarlas, y emprender una interminable serie de viajes alrededor del mundo.
Con el paso del tiempo, Benjamín vuelve a Nueva Orleáns, teniendo la apariencia de un joven de 25 años, y por fin conoce a su hija, que ya es toda una jovencita para la época. Descubre que Daisy se ha vuelto a casar, y que el padre adoptivo de Caroline ha sido ejemplar, por lo que considera que su sacrificio ha merecido la pena.
El tiempo sigue corriendo, y nos encontramos a un Benjamín que vuelve a ser un niño, tanto física como mentalmente, y a una Daisy anciana. Así un día, ésta es llamada por los servicios sociales para hacerse cargo de un niño carente de documentación… De esta forma Benjamín pasa sus últimos años en al residencia de ancianos en la que se crió, siendo cada vez más y más joven, hasta que un día, siendo un bebé, al que Daisy sostenía en sus brazos, la mira por última vez, y perece…
Toda esta historia aparece escrita en un diario, que la enfermísima Daisy le hace leer a su hija Caroline, mientras está ingresada en el hospital, y mientras Nueva Orleáns sufre los efectos del Huracán Katrina. Por fin una Carolina treintañera descubre quién es su verdadero padre, y la peculiar historia de su vida.
Debo manifestar que se trata de una película magnífica, maravillosa, con un argumento genial, y una magnífica interpretación que le puede dar a Pitt un Oscar. Recomiendo profundamente que se acuda a verla, pero le pongo una pega: su excesiva duración ( 2 horas y 40 minutos). No obstante, merece la pena.
Por suerte es encontrado por una joven afroamericana, que junto con su marido trabaja en una residencia de ancianos, en la que Benjamín es criado. Con el paso de los años, el bebé va creciendo y desarrollándose físicamente, pero en lugar de envejecer, sus rasgos físicos van rejuveneciendo. Así, cuando tiene unos 10 años, su apariencia es la de un septuagenario enano.
Durante esa etapa conoce a Daisy (Cate Blanchett), la nieta de 9 años de una de las ancianas de la residencia. Ambos se hacen muy amigos y disfrutan mucho de los cuentos e historias que la abuela les cuenta.
Con el paso del tiempo, Benjamín va creciendo y rejuveneciendo, pasando por varias etapas: desde trabajar en un barco mercante, en la que su capitán le muestra algunos de los placeres de la vida, hasta ese momento desconocidos para él (visita a varios burdeles incluidos); hasta su etapa en Rusia, en la que mantiene una relación amorosa con una mujer casada. Y por descontado, su participación en la Segunda Guerra Mundial.
Según pasan los años Benjamín va rejuveneciendo y Daisy va creciendo hasta que se encuentran en un punto intermedio en el que ambos tienen una edad ( tanto cronológica como de apariencia exterior) similar. Entonces se enamoran, y viven sus mejores años juntos, hasta el punto de que, fruto de esa relación, nace una niña (Caroline).
Sin embargo, Benjamín se da cuenta de que no puede permanecer junto a la mujer que ama, ya que con su peculiaridad vital, la pobre Daisy se vería obligada a cuidar a dos niños: su hija y su marido. Por eso decide abandonarlas, y emprender una interminable serie de viajes alrededor del mundo.
Con el paso del tiempo, Benjamín vuelve a Nueva Orleáns, teniendo la apariencia de un joven de 25 años, y por fin conoce a su hija, que ya es toda una jovencita para la época. Descubre que Daisy se ha vuelto a casar, y que el padre adoptivo de Caroline ha sido ejemplar, por lo que considera que su sacrificio ha merecido la pena.
El tiempo sigue corriendo, y nos encontramos a un Benjamín que vuelve a ser un niño, tanto física como mentalmente, y a una Daisy anciana. Así un día, ésta es llamada por los servicios sociales para hacerse cargo de un niño carente de documentación… De esta forma Benjamín pasa sus últimos años en al residencia de ancianos en la que se crió, siendo cada vez más y más joven, hasta que un día, siendo un bebé, al que Daisy sostenía en sus brazos, la mira por última vez, y perece…
Toda esta historia aparece escrita en un diario, que la enfermísima Daisy le hace leer a su hija Caroline, mientras está ingresada en el hospital, y mientras Nueva Orleáns sufre los efectos del Huracán Katrina. Por fin una Carolina treintañera descubre quién es su verdadero padre, y la peculiar historia de su vida.
Debo manifestar que se trata de una película magnífica, maravillosa, con un argumento genial, y una magnífica interpretación que le puede dar a Pitt un Oscar. Recomiendo profundamente que se acuda a verla, pero le pongo una pega: su excesiva duración ( 2 horas y 40 minutos). No obstante, merece la pena.
6 comentarios:
Te agradezco la recomendación. Estaba buscando alguna película que poder ver...Saludos.
Había oído el titulo de la película pero no sabía de qué iba el argumento, tal y como lo cuentas has hecho que me entren unas ganas tremendas de verla.
Saludos
Ha nacido un niño, no el niño Dios
para sus padres como si fuera, lo miran
los dos
y no digamos ese tío que se hace llamar
dos y dos lo mira como tonto, por que la baba
se le cae de solo pensar lo que tiene que
trabajar para a su sobrino de regalos llenar
como creador y publicitador ya esta
pensando en sacarle lo mejor de lo mejor
y engordarle su cuenta para cuando sea
mayor
ya les esta diciendo soy un niño y tengo
mis derechos si me los quitáis os vais ha
enterar a un señor que de profesión dice
ser Juez, os voy ha denunciar
Yo soy un niño no tengo deberes lo únicos
que obedezco son los naturales
esos que tanto mal humor os da ensuciarme
también mojarme hasta que llegue anegarme
Me encanta ver vuestras cara de felicidad
cuando os obsequio con una risa la cual
me pienso cobrar pues hoy en día no se
da ná por ná
Me causa verdadera sorpresa la cara
de bobos que pone ese señor
y ese otro ¿quién será?
Mira mi mamá no se conforma
con poder conmigo disfrutar
pues la buena señora no hace
nada mas que propasarse
Estos padres de hoy en día
creen que con los niños pueden
hacer herejías
están equivocados ya tenemos abogados
para no ser por nadie maltratados
cuanto me gusta imponer mi voluntad
para eso soy un niño para mandar
mis papás como son mis esclavos
todos los caprichos me darán
para que siempre recuerde mi infancia
con una gran nostalgia de felicidad
ya que todo lo que me empeñaba
ellos con mucho amor me lo daban
Ahora cuando sea mayor querrán
educarme, hacerme con libros cargar
para que sepa lo que es estudiar
Pues no pienso estudiar ya que
con varios suspensos de curso
puedo pasar
Cuanto quiero adoro a mis papas
y a mi tío dos dos
siempre en el corazón los llevaré
y jamás los olvidaré
Yo querré ser liberal que nadie
me tenga que mandar y mi
persona tampoco hipotecar
por mucho dinero querer ganar
gracias por la recomendacion
Un saudo de José
Gracias por la recomendación. Yo te recomiendo "La Ola", dirigida por Dennis Gansel ;)
Un argumento de difícil verosimilitud. Aún así la ficción es a menudo superada por la realidad.
P.D. Después de Babel no creo que resista la 'tentación' de ver a esta pareja de nuevo.
Puedo garantizar que esta peli no es tan insoportable como Babel...
Afortunadamente, no está Iñárritu de por medio jeje
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