Esta frase podrá leerse o bien acompañar a los ciudadanos a partir del próximo lunes por las calles de Barcelona, gracias a que dos autobuses propiedad del Ayuntamiento la pasearán por toda la ciudad durante el mes de enero tras su contratación por una plataforma de ateos de la capital catalana.
Se trata de la versión barcelonesa de una exitosa campaña espoleada en Inglaterra por el biólogo darwinista Richard Dawkins, -autor de 'El gen egoísta' y 'El espejismo de Dios'- y de Ariane Sherine, columnista del diario británico 'The Guardian', para contrarrestar los mensajes "amenazan con el infierno a los no creyentes".
Según asegura desde la Unión de Ateos y Librepensadores y Ateus de Catalunya, promotores de la campaña en la capital catalana, la iniciativa pretende "contribuir a animar el debate social, porque en la respuesta a estas cuestiones se encuentra nuestra propia concepción del ser humano". Un debate que, si acaba teniendo el mismo éxito en Barcelona como en el resto de ciudades del mundo donde se ha puesto en marcha, podría extenderse a Madrid y otros puntos de España.
Dado que estoy TOTALMENTE A FAVOR DEL ATEÍSMO, considero oportuno reproducir un post al respecto (que se puede hallar en la web " BusAteo.org "):
“Ante la constatación de lo efímero de la vida y la incertidumbre que despierta la muerte, los seres humanos nos interrogamos, de forma recurrente, sobre las grandes cuestiones que afectan a nuestra existencia. Solemos dar a estas preguntas respuestas muy diversas, respuestas que a menudo se forjan en nuestro cerebro de forma emotiva, sin ningún tipo de fundamento racional. Son respuestas basadas en la tradición, en el aprendizaje, en la aceptación acrítica de la autoridad, en la adhesión intuitiva.
Sin embargo, buena parte de los seres humanos también consideramos que es posible responder de forma consistente, ponderada y racional a tales consideraciones. El ser humano es un animal que se caracteriza por sus capacidades afectivas, que vive y siente en el mundo, y ello es con frecuencia lo que le proporciona mayor satisfacción, pero es también un ser que destaca por su capacidad de razonar, de analizar de forma lógica la información que recibe de su entorno y de extraer conclusiones que le permiten acercarse al conocimiento intrínseco de la realidad, y ese es un potencial que no podemos desperdiciar si de verdad deseamos dar una respuesta plausible a las cuestiones fundamentales de la existencia.
Esa capacidad potencial de razonar, para ser realmente efectiva, debe ponerse en práctica con responsabilidad, con el mayor grado de rigor posible, pero por sí solo eso tampoco es suficiente, también debe poder ejercerse de forma autónoma, con total independencia y sin restricciones de ninguna índole, es decir, requiere de un entorno donde exista libertad para pensar. Sólo mediante el ejercicio de la conciencia libre estaremos en condiciones de llegar a conocer la realidad última de la naturaleza y, en consecuencia, del propio ser humano. Estamos convencidos de que la naturaleza es asequible al conocimiento, tanto como para suponer que con el transcurso de los siglos podamos reducir progresivamente el ámbito de lo desconocido y llegar a hacer más llevadera la existencia del ser humano, satisfacer sus necesidades vitales y mejorar sus expectativas personales, con el fin de hacer más agradable su tránsito por la vida.
Aunque el conocimiento por sí solo no mejorará nuestras condiciones de vida sí debemos reconocer que el progreso es heredero del conocimiento. Es cierto que los seres humanos mostramos en demasiadas ocasiones un comportamiento poco coherente en el respeto hacia nuestros semejantes y el equilibrio del medio que nos sustenta, incluso hasta llegar a poner en peligro nuestra propia supervivencia. A lo largo de la historia los seres humanos hemos progresado tecnológicamente de forma notable, mientras que en el ámbito social nuestro avance ha sido menos evidente. Con excesiva frecuencia los intereses particulares se han impuesto sobre las necesidades colectivas y el egoísmo ha inducido a buscar el propio e inmediato beneficio en detrimento de las condiciones de vida de nuestros semejantes.
En este contexto, las personas capaces de pensar con libertad sin dar las cosas por sabidas, de cuestionar las verdades generalmente aceptadas, de discrepar si es preciso del discurso dominante, de criticar públicamente las afirmaciones impuestas por la tradición han constituido una vanguardia que ha permitido combatir la ignorancia y la superstición, y alcanzar muchos de los logros más remarcables del pensamiento humano.
Los supuestos dioses y seres intangibles, sus intermediarios y los paraísos que nos prometen no conseguirán la mejora de este mundo, porque basan todo su discurso sobre una enorme FICCIÓN y sus promesas van dirigidas mayormente a conseguir la adhesión acrítica de sus adeptos, no a descubrir la realidad. Los dioses, como todos los demás seres fantásticos, son sólo una creación humana. Nada nos espera después de la muerte, porque con el fin de la vida dejamos sencillamente de existir como seres humanos y pasamos a ser materia desorganizada, sin aliento, sin vida. Solamente nuestras obras y nuestras eventuales contribuciones al conocimiento, en definitiva nuestro legado, permanecen.
Sólo uniendo nuestros esfuerzos sobre la base de una razón libre de prejuicios y orientada al progreso de toda la humanidad conseguiremos avanzar en los caminos de la libertad, la igualdad de derechos, la fraternidad, la solidaridad y la paz. Es necesario transmitir este mensaje a la sociedad para poder legar a las generaciones venideras un mundo mejor que el que en su día recibimos de nuestros predecesores”.
La única pega que yo le pondría a esa iniciativa es la palabra “probablemente”, pero claro, me acusarían de dogmático… En fin, nada mejor que hablar de ateísmo en fechas navideñas ¿verdad?
Se trata de la versión barcelonesa de una exitosa campaña espoleada en Inglaterra por el biólogo darwinista Richard Dawkins, -autor de 'El gen egoísta' y 'El espejismo de Dios'- y de Ariane Sherine, columnista del diario británico 'The Guardian', para contrarrestar los mensajes "amenazan con el infierno a los no creyentes".
Según asegura desde la Unión de Ateos y Librepensadores y Ateus de Catalunya, promotores de la campaña en la capital catalana, la iniciativa pretende "contribuir a animar el debate social, porque en la respuesta a estas cuestiones se encuentra nuestra propia concepción del ser humano". Un debate que, si acaba teniendo el mismo éxito en Barcelona como en el resto de ciudades del mundo donde se ha puesto en marcha, podría extenderse a Madrid y otros puntos de España.
Dado que estoy TOTALMENTE A FAVOR DEL ATEÍSMO, considero oportuno reproducir un post al respecto (que se puede hallar en la web " BusAteo.org "):
“Ante la constatación de lo efímero de la vida y la incertidumbre que despierta la muerte, los seres humanos nos interrogamos, de forma recurrente, sobre las grandes cuestiones que afectan a nuestra existencia. Solemos dar a estas preguntas respuestas muy diversas, respuestas que a menudo se forjan en nuestro cerebro de forma emotiva, sin ningún tipo de fundamento racional. Son respuestas basadas en la tradición, en el aprendizaje, en la aceptación acrítica de la autoridad, en la adhesión intuitiva.
Sin embargo, buena parte de los seres humanos también consideramos que es posible responder de forma consistente, ponderada y racional a tales consideraciones. El ser humano es un animal que se caracteriza por sus capacidades afectivas, que vive y siente en el mundo, y ello es con frecuencia lo que le proporciona mayor satisfacción, pero es también un ser que destaca por su capacidad de razonar, de analizar de forma lógica la información que recibe de su entorno y de extraer conclusiones que le permiten acercarse al conocimiento intrínseco de la realidad, y ese es un potencial que no podemos desperdiciar si de verdad deseamos dar una respuesta plausible a las cuestiones fundamentales de la existencia.
Esa capacidad potencial de razonar, para ser realmente efectiva, debe ponerse en práctica con responsabilidad, con el mayor grado de rigor posible, pero por sí solo eso tampoco es suficiente, también debe poder ejercerse de forma autónoma, con total independencia y sin restricciones de ninguna índole, es decir, requiere de un entorno donde exista libertad para pensar. Sólo mediante el ejercicio de la conciencia libre estaremos en condiciones de llegar a conocer la realidad última de la naturaleza y, en consecuencia, del propio ser humano. Estamos convencidos de que la naturaleza es asequible al conocimiento, tanto como para suponer que con el transcurso de los siglos podamos reducir progresivamente el ámbito de lo desconocido y llegar a hacer más llevadera la existencia del ser humano, satisfacer sus necesidades vitales y mejorar sus expectativas personales, con el fin de hacer más agradable su tránsito por la vida.
Aunque el conocimiento por sí solo no mejorará nuestras condiciones de vida sí debemos reconocer que el progreso es heredero del conocimiento. Es cierto que los seres humanos mostramos en demasiadas ocasiones un comportamiento poco coherente en el respeto hacia nuestros semejantes y el equilibrio del medio que nos sustenta, incluso hasta llegar a poner en peligro nuestra propia supervivencia. A lo largo de la historia los seres humanos hemos progresado tecnológicamente de forma notable, mientras que en el ámbito social nuestro avance ha sido menos evidente. Con excesiva frecuencia los intereses particulares se han impuesto sobre las necesidades colectivas y el egoísmo ha inducido a buscar el propio e inmediato beneficio en detrimento de las condiciones de vida de nuestros semejantes.
En este contexto, las personas capaces de pensar con libertad sin dar las cosas por sabidas, de cuestionar las verdades generalmente aceptadas, de discrepar si es preciso del discurso dominante, de criticar públicamente las afirmaciones impuestas por la tradición han constituido una vanguardia que ha permitido combatir la ignorancia y la superstición, y alcanzar muchos de los logros más remarcables del pensamiento humano.
Los supuestos dioses y seres intangibles, sus intermediarios y los paraísos que nos prometen no conseguirán la mejora de este mundo, porque basan todo su discurso sobre una enorme FICCIÓN y sus promesas van dirigidas mayormente a conseguir la adhesión acrítica de sus adeptos, no a descubrir la realidad. Los dioses, como todos los demás seres fantásticos, son sólo una creación humana. Nada nos espera después de la muerte, porque con el fin de la vida dejamos sencillamente de existir como seres humanos y pasamos a ser materia desorganizada, sin aliento, sin vida. Solamente nuestras obras y nuestras eventuales contribuciones al conocimiento, en definitiva nuestro legado, permanecen.
Sólo uniendo nuestros esfuerzos sobre la base de una razón libre de prejuicios y orientada al progreso de toda la humanidad conseguiremos avanzar en los caminos de la libertad, la igualdad de derechos, la fraternidad, la solidaridad y la paz. Es necesario transmitir este mensaje a la sociedad para poder legar a las generaciones venideras un mundo mejor que el que en su día recibimos de nuestros predecesores”.
La única pega que yo le pondría a esa iniciativa es la palabra “probablemente”, pero claro, me acusarían de dogmático… En fin, nada mejor que hablar de ateísmo en fechas navideñas ¿verdad?
10 comentarios:
Yo como tengo dudas. Aún sigo preocupándome porque posiblemente Dios no existe o posiblemente Dios sí existe. A saber... ¿Has visto cómo lo ha tratado Libertad Digital? Dicen que es un ataque a la Iglesia.
Soy agnóstico, no ateo.
Porque aunque creo que cualquier creencia es "el clavo ardiente" del que se sujetan muchos para paliar la angustia de la inexistencia postmortem y de para dar explicaciones a los grandes sinsabores que la vida nos da, la libertad (ejercida con conocimiento, pues no sería tal sin él) es un bien superior y se debe, pues,respetar las opciones individuales que cada uno elija y que no afecten negativamente a sus congéneres.
Tu entrada es perfecta, me recuerda a una mía, :)
Duende, dices Libertad Digital: mi pre-ex, columnista también ahí, hace lo contrario de lo que predica...
Un abrazo.
Querido amigo, dado que el ateismo asume no dar nada por sabido, recomiendo la lectura de "Iglesia y política" del entonces Cardenal Joseph Ratzinger.
En sus primeras páginas, y a modo de esbozo filosófico como el post que reproduces, habla de la fe y de lo racional.
El ateismo, desarrollando sus argumentos, termina negando tajantemente, la existencia o la duda de si existe Dios o no existe. Termina por declarar indiferente la existencia de un hipotético ser superior. Luego, no puede usar el argumento de que tal vez no exista para llamar a la despreocupación.
No obstante, te vuelvo a remitir a esa lectura.
Un saludo.
Gran parte de ese dicurso bien podría haberlo suscrito el mismísimo Jesucristo ¿paradójico eh?
Y para dogmas, los de lo políticamente correcto y la educación para la progresía... Cada uno es libre de escoger los suyos ¿o no?
P. D. Pensaba que no había dinero más estupidamente invertido que el de las campañas de Metro de Madrid en tv. Pero ya veo que no.
Podemos creer en Dios
Juan le preguntó a un ateo si alguna vez había acariciado la idea de que Dios existe.
“¡Por supuesto! respondió el ateo. Cuando nació nuestro primer hijo casi llegué a creer en Dios. Al ver a esa criatura pequeña, pero perfecta, y observar sus flexibles deditos y su inteligente mirada, pasé por un período en el que casi dejo de ser ateo. Al mirar a ese niñito, casi me convencí de que Dios existe”.
Que esta noche os traigan todas las ilusiones que esperais del año
Un saludo
Quien dice "probablemente", duda de su afirmación.
Definitivamente Dios existe, por eso nada me preocupa... y disfruto de su creación.
Creo que hay bastantes cosas más urgentes, una de ellas podría ser crear un debate para analizar el sectarismo que padecen la gran mayoría de los votantes del PSOE.
Saludos
Personalmente yo hubiera quitado el "probablemente", aunque entiendo que lo pongan para no ser tachados de dogmáticos.
Y es que en una época de crisis como la actual, creo que va siendo hora de buscar soluciones racionales. Porque todos sabemos que en época de crisis se dispara el nivel de religiosidad, como si un ser supremo fuera a salvar a alguien de las listas del INEM...
Dado que el ser humano se diferencia del resto de seres vivos por su inteligencia racional, es hora de ponerla en práctica (y sí, soy consciente de la cantidad de chascarrillos que podríamos hacer sobre la"inteligencia y racionalidad de Zp y sus Votantes" ... jejejeje).
tanto si existe como si no existe la verdad es que no me preocupa, creo que lo más importante está aquí, así que vamos a aprovecharlo al máximo.
salut!
Adamantio, simplemente TE AMO! Estoy de acuerdo contigo. Es muy dificil encontrar personas que compartan este tipo de ideas y estas tan lejos, noooooo, por que?. Saludos desde Venezuela
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