Interesante opinión de Harold James (profesor de historia y relaciones internacionales de
“Los preocupados inversionistas y encargados del diseño de políticas están obsesionados con las analogías de
En las discusiones actuales están surgiendo dos conclusiones sorprendentes, pero sólo se ha digerido plenamente una de ellas. En primer lugar, se necesitan medidas importantes del sector público. En segundo lugar, esas medidas se complican porque en un mundo globalizado la necesidad de asistencia rebasa las fronteras.
Se han intentado soluciones del sector privado, pero éstas han fracasado en un plazo impresionantemente corto. El consuelo más frecuente de esos fracasos es que una crisis verdaderamente grave tiene efectos purgantes. Las empresas insolventes cierran, los créditos fallidos se cancelan y los prestamistas pueden dar créditos de nuevo con una confianza renovada.
Hank Paulson, quien llegó al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos procedente del banco de inversiones más fuerte del país, Goldman Sachs, apostó a la purga al permitir que quebrara Lehman Brothers. Sostuvo que los Estados Unidos no pueden tolerar una cultura del rescate. Una negativa firme del gobierno debe considerarse como una señal de que la mayor parte de la economía estadounidense es esencialmente sólida y que los mercados financieros del país tienen la suficiente sofisticación para identificar prácticas empresariales sanas.
El Secretario del Tesoro de los Estados Unidos durante
Ya resulta claro que la apuesta de alto riesgo de 2008 no fue ganadora, como tampoco lo fue en 1929. Por el contrario, el no haber llevado a cabo un rescate hizo que fueran necesarios otros más: el de AIG o el de HBOS en Inglaterra. Es poco probable que la cosa quede ahí. Circulan listas que especulan sobre cuál será la próxima institución que caerá. La analogía más adecuada para esta clase de estado de ánimo es la novela de Agatha Christie "Y no quedó ninguno", en la que cada asesinato producía una paranoia creciente.
En un sistema financiero que se ha vuelto loco, sólo las instituciones con recursos casi infinitos pueden revertir las tendencias. Esas instituciones pueden ser organizaciones de autoayuda, como fondos comunes de bancos poderosos. En efecto, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos intentó formar un fondo de ese tipo el domingo 14 de septiembre.
Pero en un clima de profunda incertidumbre, la autoayuda no es suficiente. Es necesario que participen los gobiernos o los bancos centrales, porque son los únicos suficientemente grandes y rápidos. Sólo ellos pudieron acudir con la celeridad necesaria para ayudar a las instituciones gigantes de financiamiento inmobiliario US Fannie Mae y Freddie Mac y después ocuparse de AIG.
La segunda pregunta es ¿qué tipo de gobiernos pueden participar? No cualquier gobierno podrá hacerlo. Los gobiernos europeos de tamaño medio quizá podrán rescatar a instituciones europeas de tamaño medio, pero en el caso de conglomerados financieros realmente grandes, sólo dos gobiernos tienen la capacidad: los Estados Unidos y China.
En las circunstancias similares de la debacle financiera de 1931 también había un número limitado de gobiernos que podían ser eficaces. La vieja superpotencia económica, Inglaterra, estaba demasiado agotada y debilitada para ayudar a alguien más. Las reservas mundiales estaban acumuladas masivamente en los Estados Unidos.
Por ello, la única forma posible de salir de
China es los Estados Unidos de este siglo. Las primeras etapas de la contracción del crédito en 2007 se pudieron manejar con aparente facilidad porque los fondos de riqueza soberana del Medio Oriente, pero sobre todo de China, estuvieron dispuestos a intervenir y recapitalizar la deuda de las instituciones estadounidenses y europeas. El momento crucial de los acontecimientos actuales fue cuando el fondo de riqueza soberana chino China Investment Co. no quiso aventurarse más en la adquisición de Lehman Brothers. En el futuro se considerará el momento del retiro de
Ahora bien, hay muchas razones por las que los chinos se retiraron. La lógica es similar al caso estadounidense de 1931. Algunos de los argumentos que se escuchan en China son muy razonables: hay demasiada incertidumbre y el fondo de riqueza soberana podría perder mucho dinero.
Estamos a punto de saber cuál será la participación real de China en la supervivencia de la economía globalizada mundial. Al igual que en 1931, los argumentos políticos van en contra de tal operación. Sólo quienes tengan una visión a largo plazo se darán cuenta de que los argumentos económicos en favor de un rescate son convincentes”.
2 comentarios:
Escelente amigo, y altamente preocupante para los inversores españoles, por o tener una nitida claridad de la verdadera situación de nuestros bancos y cajas
Un saludo José
Estimados amigos
Vuestro blog es uno de mis favoritos y lo leo regularmente.
Hace algunos días cree un blog llamado http://prohibidosaber.blogspot.com/
Empezare a colocar en este sitio de forma más o menos regular, material que tiene poca difusión por diferentes razones, quisiera invitarles a que visiten mi sitio nuevo.
Mi último post es muy interesante, sobre todo en este momento de crisis mundial, creo que sería de mucho interés para mucha gente… me encantaría que pudieran verlo y retransmitirlo.
No me atrevo a pedirles (aunque de alguna manera lo estoy haciendo) que enlacen a mi sitio porque es muy humilde al lado del vuestro, pero es una idea que está en mi cabeza y confieso que me encantaría.
Saludos y deseos de éxito.
Pablo Alexandre
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