El Gobierno ha empeorado las estimaciones de crecimiento, y estima una caída del PIB del 3,6% en 2009 y una contracción del 0,3% en 2010. El Gobierno aprobó este viernes el límite de gasto no financiero del Estado para el año 2010, que se situará en 182.439 millones de euros, lo que representa una caída del 4,5% sobre la estimación del presupuesto liquidado correspondiente al año 2009, pero supone un incremento sobre el techo de gasto aprobado inicialmente para este año (160.158 millones de euros).
Este techo presupuestario llevará a la Administración Central a cerrar con un déficit del 5,7% del PIB (60.264 millones de euros) en 2010. Además, el Estado cerrará 2011 con un déficit del 3,5%, que se reducirá al 2% en 2012.
Además del déficit del Estado Central, el Ejecutivo fija para el conjunto de las administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades y ayuntamientos) un déficit del 7,9% del PIB en 2010, del 5,2% en 2011 y del 3% en 2012.
Por todo ello, el gran gobierno de ZP se ha visto obligado a subir los impuestos en mitad del ejercicio fiscal (una subida de 2,9 céntimos por litro de los hidrocarburos, así como de las labores de tabaco de dos euros por cada mil cigarrillos) para paliar el agujero presupuestario (que el año pasado se situó en los 42.000 millones de euros y que en lo que va de 2009 ya supera los 8.500 millones de euros).
Y es que ni las cajas de ahorros, ni los organismos internacionales, ni la oposición, ni los institutos de estudios nacionales se creían los Presupuestos Generales del Estado de este año, que fueron aprobados por la mínima gracias al apoyo del PNV y del BNG, previo acuerdo de inyección de dinero para el País Vasco y Galicia. Y ahora se pagan las consecuencias: no hay dinero para pagar las prestaciones por desempleo.
De hecho, el pasado octubre las cifras ya mostraban que el presupuesto destinado a estas prestaciones se agotaría antes del verano. Este viernes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, han confirmado la mala noticia: ¡piden un crédito de casi 17.000 millones de euros porque no hay dinero en la caja!
Esta falta de recursos es normal, si se tiene en cuenta que las previsiones con las que el Gobierno elaboró los Presupuestos de este año estaban a años luz de la realidad, a pesar de que se aprobaron en octubre, cuando todos los indicadores reflejaban el desplome de la economía española. Como muestra un botón: el Ejecutivo estimaba que el número de parados se situaría en 2,9 millones de personas en todo 2009. El error es muy grave, ya que en la actualidad ya hay casi 4,4 millones de desempleados en España, el 18,1% de la población activa, según las cifras de la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat.
Además, los nuevos cálculos afirman que la tasa de paro será del 17,9% este año, del 18,9% en 2010, del 18,4% en 2011 y del 17,1% en 2012. Con estos porcentajes España superará los cinco millones de parados en menos de un año.
Por si no fuera poco, los Presupuestos apuntaban que los ingresos fiscales aumentarían este año, cuando entre enero y abril de 2009 la recaudación por IVA ha caído en los primeros un 33%, fiel reflejo del hundimiento del consumo, que parece lejos de remitir si se considera el desplome de este impuesto en un 55% sólo en abril.
Por su parte, los ingresos por IRPF acumulan un descenso del 12% y los de Sociedades un 28%. Con estos datos, lógicamente al secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, no le queda otro remedio que admitir que en la recaudación los "brotes verdes" no se ven por ningún lado.
Este techo presupuestario llevará a la Administración Central a cerrar con un déficit del 5,7% del PIB (60.264 millones de euros) en 2010. Además, el Estado cerrará 2011 con un déficit del 3,5%, que se reducirá al 2% en 2012.
Además del déficit del Estado Central, el Ejecutivo fija para el conjunto de las administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades y ayuntamientos) un déficit del 7,9% del PIB en 2010, del 5,2% en 2011 y del 3% en 2012.
Por todo ello, el gran gobierno de ZP se ha visto obligado a subir los impuestos en mitad del ejercicio fiscal (una subida de 2,9 céntimos por litro de los hidrocarburos, así como de las labores de tabaco de dos euros por cada mil cigarrillos) para paliar el agujero presupuestario (que el año pasado se situó en los 42.000 millones de euros y que en lo que va de 2009 ya supera los 8.500 millones de euros).
Y es que ni las cajas de ahorros, ni los organismos internacionales, ni la oposición, ni los institutos de estudios nacionales se creían los Presupuestos Generales del Estado de este año, que fueron aprobados por la mínima gracias al apoyo del PNV y del BNG, previo acuerdo de inyección de dinero para el País Vasco y Galicia. Y ahora se pagan las consecuencias: no hay dinero para pagar las prestaciones por desempleo.
De hecho, el pasado octubre las cifras ya mostraban que el presupuesto destinado a estas prestaciones se agotaría antes del verano. Este viernes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, han confirmado la mala noticia: ¡piden un crédito de casi 17.000 millones de euros porque no hay dinero en la caja!
Esta falta de recursos es normal, si se tiene en cuenta que las previsiones con las que el Gobierno elaboró los Presupuestos de este año estaban a años luz de la realidad, a pesar de que se aprobaron en octubre, cuando todos los indicadores reflejaban el desplome de la economía española. Como muestra un botón: el Ejecutivo estimaba que el número de parados se situaría en 2,9 millones de personas en todo 2009. El error es muy grave, ya que en la actualidad ya hay casi 4,4 millones de desempleados en España, el 18,1% de la población activa, según las cifras de la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat.
Además, los nuevos cálculos afirman que la tasa de paro será del 17,9% este año, del 18,9% en 2010, del 18,4% en 2011 y del 17,1% en 2012. Con estos porcentajes España superará los cinco millones de parados en menos de un año.
Por si no fuera poco, los Presupuestos apuntaban que los ingresos fiscales aumentarían este año, cuando entre enero y abril de 2009 la recaudación por IVA ha caído en los primeros un 33%, fiel reflejo del hundimiento del consumo, que parece lejos de remitir si se considera el desplome de este impuesto en un 55% sólo en abril.
Por su parte, los ingresos por IRPF acumulan un descenso del 12% y los de Sociedades un 28%. Con estos datos, lógicamente al secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, no le queda otro remedio que admitir que en la recaudación los "brotes verdes" no se ven por ningún lado.
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