La marca alemana ha puesto en marcha en España una iniciativa cívica para fomentar la educación de los niños en un ámbito en el que se van a tener que mover toda su vida: su “Escuela de Seguridad Vial” con la que empezar a formar desde el principio a los que luego serán posibles conductores de sus vehículos. Para ello, Porsche Ibérica ha desarrollado una escuela en la que formar de una manera divertida a los más pequeños, y contribuir así a mejorar el nivel de conducción y también de educación vial de los futuros conductores.
El pasado año se realizaron dos pruebas piloto en dos centros escolares de Madrid y el éxito entre los alumnos fue tal, que los propios padres y los profesores quedaron sorprendidos. A partir de ahí se sucedieron las solicitudes de otros colegios y, finalmente, Porsche Ibérica decidió crear su propia escuela con carácter permanente.
"Ferdi", un oso de peluche vestido de piloto, es la mascota de la escuela y quien guía a los pequeños durante las clases que reciben en su propio centro educativo. La actividad dura aproximadamente una hora, con una primera parte teórica en la que se les explican las "normas básicas de circulación". Estas se enseñan tanto desde el punto de vista del peatón, como del ocupante del vehículo y, por supuesto, del conductor.
En una segunda fase, llega la clase práctica donde los alumnos se ponen a los mandos de los Porsche de pedales para recorrer la reproducción a escala de una ciudad. Los monitores que imparten las clases están homologados por la Dirección General de Tráfico y los escolares reciben con entusiasmo esta enseñanza en la que aprenden las normas que hay que cumplir. Pero lo mejor es que todas estas enseñanzas se aplican como si se tratara de un juego, por lo que los alumnos disfrutan y se divierten aprendiendo cosas que les pueden salvar la vida.
Esta es una experiencia inolvidable para un niño y a juzgar por las experiencias de los cursos ya impartidos, en muchos casos son los niños los que recriminan a sus padres, tras haber realizado el curso, las conductas que son menos cívicas o incluso antirreglamentarias. Esto, que puede generar una sensación de culpabilidad en los mayores, tiene un efecto muy positivo sobre la futura conducta al volante.
Sin duda hay que destacar este tipo de iniciativas cívicas, especialmente si vienen de una entidad con gran poder de convocatoria como Porsche. Y es que no me negarán ustedes, que aprender seguridad vial con el patrocinio de esta marca incentiva más que si la convocatoria la hiciera Skoda...
El pasado año se realizaron dos pruebas piloto en dos centros escolares de Madrid y el éxito entre los alumnos fue tal, que los propios padres y los profesores quedaron sorprendidos. A partir de ahí se sucedieron las solicitudes de otros colegios y, finalmente, Porsche Ibérica decidió crear su propia escuela con carácter permanente.
"Ferdi", un oso de peluche vestido de piloto, es la mascota de la escuela y quien guía a los pequeños durante las clases que reciben en su propio centro educativo. La actividad dura aproximadamente una hora, con una primera parte teórica en la que se les explican las "normas básicas de circulación". Estas se enseñan tanto desde el punto de vista del peatón, como del ocupante del vehículo y, por supuesto, del conductor.
En una segunda fase, llega la clase práctica donde los alumnos se ponen a los mandos de los Porsche de pedales para recorrer la reproducción a escala de una ciudad. Los monitores que imparten las clases están homologados por la Dirección General de Tráfico y los escolares reciben con entusiasmo esta enseñanza en la que aprenden las normas que hay que cumplir. Pero lo mejor es que todas estas enseñanzas se aplican como si se tratara de un juego, por lo que los alumnos disfrutan y se divierten aprendiendo cosas que les pueden salvar la vida.
Esta es una experiencia inolvidable para un niño y a juzgar por las experiencias de los cursos ya impartidos, en muchos casos son los niños los que recriminan a sus padres, tras haber realizado el curso, las conductas que son menos cívicas o incluso antirreglamentarias. Esto, que puede generar una sensación de culpabilidad en los mayores, tiene un efecto muy positivo sobre la futura conducta al volante.
Sin duda hay que destacar este tipo de iniciativas cívicas, especialmente si vienen de una entidad con gran poder de convocatoria como Porsche. Y es que no me negarán ustedes, que aprender seguridad vial con el patrocinio de esta marca incentiva más que si la convocatoria la hiciera Skoda...
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