Tras los “resultados del Superpartes” una cascada de “primarias y caucus” ha seguido celebrándose en USA, y los resultados han reforzado la sensación que ya describí tras la gran cita del SuperTuesday: todo ha quedado muy claro en el lado republicano, y hay un empate técnico en lado demócrata que se va a mantener hasta el final, luchando Hillary y Obama hasta el último delegado.
En el Partido Demócrata, Obama ha ganado 8 primarias consecutivas: Louisiana, Nebraska, Washington (en la costa oeste, no la capital federal), Maine, las Islas Vírgenes, Maryland, Virginia y el Distrito de Columbia (la capital). Todos éllos son estados con un número reducido de delegados, pero sin embargo, la “acumulación por goteo” ha permitido al senador afroamericano empatar con Hillary en el número de delegados ganados.
Como en su día dije, los estados de Texas, Ohio (cuyas primarias se celebrarán el 4 de marzo) y Pennsylvania acabarán decidiendo definitivamente quién va a ser el nominado demócrata para concurrir a las elecciones, pues estos tres estados, todavía en juego, son los que mayor número de delegados aportan a la convención nacional.
Sin embargo, como reiteradamente he dicho, aunque las victorias en los estados “pequeños” no tienen demasiada trascendencia aritmética, sí producen un efecto publicitario que puede acabar influyendo en los resultados de esos tres estados decisivos. Es innegable que Obama se ha puesto la “vitola de ganador”, y que Hillary tendrá que pelear durísimamente para no ser derrotada.
Como se puede ver, emoción hasta el último minuto.
Pasando al Partido Republicano, McCain arrasa en las primarias, aunque Huckabee ha dado algunas sorpresas ganando en estados como Kansas o Louisiana. Ya nadie duda de que el senador de Arizona será el nominado republicano, y solamente se cuestiona quién será su compañero de ticket, pues como en su día mencioné, gran parte del electorado republicano (especialmente la derecha religiosa) no le considera “suficientemente conservador”, y por tanto McCain, para poder movilizar a ese electorado tendrá que elegir a alguien que se encargue de los estados del centro y del sur de USA, más rurales y conservadores, mientras que él se ocupa de las zonas urbanas de ambas costas y la región de los grandes lagos.
Es decir, la “complementariedad de los integrantes del ticket republicano determinará sus posibilidades de victoria”, teniendo en cuenta lo crudísimo que lo tienen tras la envenenada herencia que les deja Bush.
En la búsqueda de dicho “compañero de ticket", en su día aquí se sugirió la posibilidad de que McCain incluyera a Giuliani, para abarcar más electorado centrista, pero el aparato interno del partido parece decantarse por alguien mucho más conservador.
Hace poco, en una entrevista que le hicieron al senador y excandidato presidencial en 1996 Bob Dole, éste sugirió que la compañera de McCain debería ser Condoleezza Rice. Personalmente me parece una opción maravillosa, ya que durante los años de gobierno de Bush, en la que todos sus colaboradores han ido cayendo como moscas, la “dama de ébano” ha permanecido intacta, sin sufrir daño alguno. Su altísima inteligencia y su amplia cultura le han permitido ser “un haz de luz en las tinieblas que rodean la administración Bush”. Por otra parte, dada su condición de mujer afroamericana, serviría para contrarrestar (al menos parcialmente) el efecto que pudieran producir tanto Obama como Hillary.
No obstante, el aparato del Partido Republicano ya se ha puesto a estudiar otros candidatos a vicepresidente mucho “más grises”, que permanecieran en segundo plano, ejerciendo fielmente un papel gregario, y por tanto dedicándose a ayudar a McCain en la restauración de los principios que le tradicionalmente han caracterizado al partido republicano, y que Bush ha ignorado: un gobierno reducido, la ampliación de la libertad de empresa, y una estricta disciplina fiscal. Recientemente el Wall Street Journal ha publicado un artículo con los principales candidatos a materializar esta idea:
- South Carolina Gov. Mark Sanford: If there is a governor anywhere in America who has demonstrated a commitment to economic conservatism, it is Mr. Sanford. The mild-mannered former congressman has been willing to wage spending fights even against members of his own party. Facing an inherited $155 million deficit, Mr. Sanford vetoed 106 spending items. When the Republican legislature over-rode all but one of his vetoes, he carried two pigs into the Capitol, one named Pork the other Barrel.
Mr. Sanford also pushed through property and small-business tax cuts. As a member of Congress, Mr. Sanford was a reliable opponent of legislation expanding the size of government, and a supporter of personal accounts for Social Security before it was politically acceptable. He was also a champion of school choice.
- South Carolina Sen. Jim DeMint: When it comes to fighting government spending in Washington, Mr. DeMint can be found on the frontlines. Mr. DeMint, a strong believer in the power of free-market solutions, has introduced a number of bills to restrict the federal government's reach. He's proposed legislation that would allow Americans to buy health insurance across state lines, opening the health-care market to greater competition.
He is pushing legislation that would improve on the No Child Left Behind Act by expanding school-choice options and empowering parents and local officials. Mr. DeMint has also taken aim at the burdens Sarbanes-Oxley imposed on our public companies. He wants to repeal the death tax. And he's an ardent free trader, never wavering on the issue even when viciously attacked during his 2004 Senate race.
- Indiana Rep. Mike Pence: Over seven years in Congress, the former chairman of the Republican Study Committee has established himself as a principled, determined conservative. An active defender of political speech, Mr. Pence voted against McCain-Feingold campaign-finance restrictions and led the fight against the ironically named Fairness Doctrine, designed to limit the speech of conservative talk radio. On taxes, Mr. Pence has been a strong proponent of tax cuts, calling the death tax "an economic growth killer." Mr. Pence opposed the Republican-backed Medicare prescription drug bill, calling it "the beginning of socialized medicine in America." Instead, he introduced the Small Business Health Insurance Act to make it easier for small businesses to purchase health insurance.
- Former Texas Sen. Phil Gramm: He is best known for the spending reduction measure that bears his name, the Gramm-Rudman law, which required automatic budget cuts if the deficit was not decreased to specified levels. But Mr. Gramm is a stellar economic conservative across the board. To quote him, he was "conservative before conservative was cool." Before retiring from the Senate in 2002, he led fights against energy price caps, the "windfall profits" tax on oil companies, President Bill Clinton's tax hikes and Hillary Clinton's health-care behemoth. And he fought for welfare reform. He has fought against big-government measures like increasing mileage standards on automakers and voted against McCain-Feingold.
- Forbes Inc. CEO Steve Forbes: While Mr. Forbes is an out-of-the-box pick, the desire for an outsider this year is huge. And with voters also worried about the economy, Mr. Forbes would be a natural complement to Mr. McCain. Given Mr. McCain's acknowledged unfamiliarity with economic issues, Mr. Forbes would provide the Arizona senator with instant credibility both with conservatives and independents who respect Mr. Forbes' business acumen. In addition, Mr. Forbes's ardent support for free trade, personal accounts for Social Security, the flat tax, school choice and less government overall has made him a darling of economic conservatives.
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