"December Boys: Versión Filmográfica de una Historia Entrañable"

Tras varios días escribiendo sobre personajes impresentables como Chávez o Putin, o analizando el posible peligro de estanflación, considero oportuno abrir una ventana y tomar aire puro y fresco, por lo que la temática de este post es totalmente diferente a lo habitual.

Hoy hablaré de December Boys, una película australiana que he visto durante el fin de semana pasado, y que sinceramente, me ha encantado. Debo advertir que este film no ganará 7 oscars, ni arrasará en taquilla, sino que más bien pasará desapercibido para el gran público, pero no obstante recomiendo profundamente acudir a verlo, especialmente si se está en una situación de necesitar airear la mente y evadirla de la oscura realidad de estos días.

En élla se narra una historia sencilla, pura, sin complicaciones ni grandes efectos especiales, sin artificios. Solo las prístinas vivencias de la niñez de un grupo de chicos en un escenario paradisíaco, que sin duda, marcará sus vidas. Es la típica historia con un elemento universal, que podría ser narrada por cineastas de cualquier parte del mundo, y que sin embargo, jamás obtendremos de uno español, ya que éstos, suelen estar más ocupados intentando parasitar a base de subvenciones públicas, y luchar contra sus fantasmas políticos

En la película se nos narra la historia de un grupo de chicos de que abandonan el orfanato en el que viven en el interior de Australia, para pasar las vacaciones de verano en la costa, gracias a la generosa donación de unos benefactores. Los primeros afortunados son los chicos nacidos en Diciembre (recuérdese que el verano austral coincide con nuestro invierno boreal).

Y así hacen una larga travesía hasta llegar a una remota “localidad”, por llamarlo de alguna manera, pues solamente hay unas pocas y destartaladas casas. Allí son acogidos por un matrimonio de ancianos (los benefactores donantes) que, dado su catolicismo militante, tratan de ayudar a los más desfavorecidos, aunque en el fondo, hay un elemento de egoísmo, especialmente en la mujer: se está muriendo de cáncer y quiere que sus últimos días tengan cierto toque de felicidad infantil a su alrededor.

Así nuestros cuatro afortunados niños, comienzan un verano de descubrimiento propio, una época estival que les marcará para siempre, especialmente cuando descubren que una joven pareja que vive en la casa de al lado, y que tras haber intentado tener hijos sin éxito, se plantea adoptar a uno de éllos.

Las reacciones y actitudes de los personajes son realmente interesantes

• Maps (Daniel Radcliffe, intérprete de Harry Potter) es el mayor de éllos. Tiene asumida su realidad de huérfano, y realmente disfruta de su vida en el orfanato. Durante ese verano conoce a la sobrina de uno de los residentes, y acaba teniendo una aventura con élla, descubriendo por primera vez los secretos del género femenino.

• Spark es el chico gracioso del grupo, siempre dispuesto a buscar diversión, en cualquier cosa que se le presente.

• Spit es el egocéntrico del grupo. Admira profundamente a Maps, viendo en él una figura paternal. Inseparable de Spark, ambos se pasan el día jugando.

• Misty, es el más joven y el más maduro. Es él quien oye la intención de la pareja de vecinos de adoptar a uno de éllos, y lo guarda en secreto durante un tiempo, comportándose muy bien, para que lo elijan a él. Al final se descubre el pastel, cuando tiene que confesarse.

SPOILER: continuando con la historia, la feliz pareja acaba decidiéndose por Misty, pero sin embargo, tras haber pasado el verano en aquel idílico lugar, en el que además de la entrañable pareja de ancianos, hay un hombre que lleva años obsesionado con pescar un mítico pez (que Misty acaba pescando) y de ver cómo un caballo negro campa libremente por la playa, capturando peces para alimentar a una familia de gatos; y sobre todo, de jugar y divertirse con sus compañeros de orfanato, Misty descubre la verdad: él no quiere ser adoptado, “porque ya tiene una familia”, sus “hermanos”.

La historia termina con tres de los cuatro personajes reuniéndose en aquella playa cuando ya son ancianos. Van allí para liberar en aquel onírico lugar las cenizas de Maps, que en su día decidió optar por el sacerdocio e irse de misionero a África (a pesar de su affaire con la voluptuosa chica de la playa).

Sin duda esta es una película diferente, pero por su pureza, sencillez y universalidad del argumento, merece ser tenida en consideración al ir al cine.

No obstante, y cambiando totalmente de espíritu, si nos centramos en un tipo de cine más comercial, debo confesar que yo, todos los años suelo hacer en otoño alguna apuesta cinematográfica de cara a los oscars del año siguiente. Hace dos años, aposté por Crash cuando todo el mundo lo hacía por Brokeback Mountain; y en octubre del año pasado, tras una fin de semana en Londres, aparecí en la oficina diciendo que Hellen Mirren ganaría el oscar por The Queen.

Son apuestas arriesgadas, porque todavía no se han realizado las nominaciones de los posibles candidatos a dichos galardones, pero aún así, seguiré la tradición y haré mi pequeña y arriesgada apuesta personal: “en marzo de 2008 el oscar a mejor película se lo llevará American Gangster”. En élla se cuenta la historia de uno de los primeros mafiosos y narcotraficantes afroamericanos, que traía heroína desde Vietnam, utilizando los féretros de los soldados muertos como medio de transporte de drogas. A pesar de sus dos horas y media de duración, me parece magnífica, y aunque yo fallara mi apuesta, sin duda es una película que merece mucho la pena.

En Marzo del año que viene veremos si he vuelto a ganar mi apuesta: esperemos que sea tan lucrativa como este ;)