10 de noviembre de 2007

"Clasificación de Deuda por Moody ´s y Standard & Poor ´s"

Siguiendo con el tema de la Deuda, se pasa a continuación a exponer un criterio básico: “la calidad de la deuda”. Es evidente que antes de invertir en deuda debemos asegurarnos que el emisor va a poder cumplir con sus obligaciones, y para ello a “agencias de calificación”, entre las que destacaríamos Moody´s y Standard&Poor´s en cuyas webs podemos encontrar sus últimas valoraciones de compañías y países así como la definición de sus valoraciones, los criterios utilizados y muchas otras informaciones



Como he mencionado, las estimaciones miden la fiabilidad del emisor. Se distinguen por letras: por ejemplo la máxima valoración de una compañía por Standard&Poor´s es AAA, esta valoración la reciben las compañías más seguras del mundo.




Si la compañía está sujeta a la resolución de posibles negocios o la fiabilidad es muy baja tienen menor valoración. (AA, A, BBB, BB, B, CCC, CC, C) siendo C las compañías más arriesgadas y que por tanto tendrán que ofrecer mayor tipo de interés para poder atraer inversores. Esta valoración suelen referirse a bonos a largo plazo.



Para los bonos a corto Standard&Poor´s utiliza de mayor fiabilidad a menor la siguiente clasificación, A-1, A-2, A-3, B y C.




Moody´s por su parte clasifica los bonos a largo plazo en función de su fiabilidad como, Aaa, Aa, A, Baa, Ba, B, Caa, Ca, C. También suelen aplicar, para todas las categorías, modificadores numéricos (1,2,3) que indican si dentro de la categoría (por ejemplo Ba) la compañía está en la parte alta(1), en la media(2) o en la baja(3).



Por tanto, antes de decidirnos a poner nuestro dinero en uno de estos productos financieros, es imprescindible asegurarse de que vamos a poder recuperar nuestra inversión, porque supongo que nadie tiene interés en quedarse en la misma situación que los que invirtieron en bonos argentinos durante “el corralito financiero”.



Si analizamos el caso español, durante el gobierno de Aznar la deuda pública española alcanzó la máxima clasificación en todas las agencias, ya que Aznar impuso un sistema de gestión eficiente y transparencia, frente a los nefastos criterios de Felipe González, que mantenía unas variables macroeconómicas propias del tercer mundo (déficit anual del 6%, deuda pública del 78% del PIB, tasa de paro del 25 %... Y ello por no hablar de la corrupción generalizada y las acusaciones de terrorismo de estado).




Si nos fijamos en Latinoamérica, podemos encontrar claras diferencias entre países serios a la hora de administrar sus asuntos económicos, como podría ser el caso de Chile o Costa Rica, y aquellos países que se dejan arrastrar por el populismo chavista (afortunadamente hay países que no teniendo una calificación óptima, evitan hacer en ese izquierdismo demagógico, y tratan de seguir parámetros adecuados: Colombia, México, Perú, Uruguay etc).



Y es que a la hora de valorar riesgos económicos, siempre se premia a los gestores serios, rigurosos y eficientes. El talante, las sonrisas, y los discursos vacíos y populistas pueden quedar bien para engatusar a unos cuantos ignorantes, pero si realmente una persona quiere que sus ahorros no se evaporen, debe asegurarse bien de a quién le confía su dinero.




5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿la libertad de las personas les posibilita abusar de los más débiles?


Lo hemos hecho durante décadas con nuestra musa Lucía Angélica.
Ahora toca reconocimiento y compensación económica.


Los daños y perjuicios están en el orden legal pero si los jueces son amigos de los monarcas fallarán a su favor y eso no es justicia es mezquindad intelectual.



Nada de excusas.

Natalia Pastor dijo...

Los políticos se han convertido básicamente en gestores y administradores de recursos; si no son fiables para tal menester, ¿para qué pueden serlo?.

J. F. Sebastian dijo...

Al menos en España, la deuda pública es la más 'segura' porque el Estado sería la última empresa en quebrar puesto que se financia con los impuestos que pagan las demás. En contraposición está su menor rentabilidad al asumir también menor riesgo -teóricamente cero- y la amortización mínima de un año según la web de las letras del tesoro. El problema viene cuando se entra en un periodo inflaccionista como es el caso y la rentabilidad obtenida sea inferior al IPC interanual ¿Me equivoco?

-P. D. Una estupenda idea lo de poner estos conceptos al alcance de los que no estamos versados en los entresijos de la economía. ¿Hablarás de la bolsa?

blumun dijo...

Cierto, muy cierto. Nadie desea que su dinero se mutiplique por palabras y sonrisas. Lo que queremos es multiplicar los euros, y que si hay una sonrisa, sea la nuestra. De charlatanes estamos hartos.
Saludos.

Adamantio dijo...

Sabina… creo que tu respuesta poco tiene que ver con la clasificación de deuda…

Natalia, los políticos deben ser excrutados como cualquier otro administrados: el problema es que es más difícil despedirles

JF Sebastián, has acertado: durante años la inflación ha sido superior a la rentabilidad de la deuda pública, por lo que la gente, en realidad perdía dinero invirtiendo.

Y sí, hablaré de acciones, aunque eso me va a llevar un montón de posts, porque si lo hago en 1ó 2, serían tan largos y tan densos, que serían soporíferos. Iba a empezar con la bolsa tras las deuda, pero me han mandado emails pidiendo primero que ponga algo sobre inversiones tangibles (ya sabes, por lo de la estafa de Afinsa y Forum filatélico). Pero tranquilo, que acabaré poniendo unos 8-10 post sobre bolsa.

Blumun, a la hora de la verdad, progres y liberales, quieren euros… Solamente que unos lo admiten, y otros sueltan frases talantosas jeje

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