Tras la exitosa compra de Pixar en 2006, ahora Disney se hace con Marvel, la empresa creadora de comics tan famosos como Spider-Man, Iron Man, Los Cuatro Fantásticos, Thor, el Capitán América o el Increíble Hulk, entre otros.
La empresa propietaria del ratón Mickey pagará unos 4.000 millones de dólares (2.796 millones de euros) por la compañía, en una operación que se materializará en efectivo y con un intercambio de acciones. Disney desembolsará 30 dólares por acción de Marvel y, además, entregará 0,745 acciones propias por cada título del grupo de cómics; valorándose así cada acción de Marvel en 50 dólares, cifra que supone una prima de alrededor del 29% sobre el precio de cierre del viernes pasado
No obstante, esta operación dista bastante de ser la mayor realizada por el gigante del entretenimiento infantil: cuando en 2006 se hizo con la empresa de animación Pixar, autora de la película de dibujos animados Toy Story, pagó 7.400 millones (íntegramente en acciones).
El cierre de la transacción está sujeto al visto bueno de la junta de accionistas de Marvel, a la evolución de ciertos trámites relacionados con la transacción y a la luz verde de las entidades reguladoras. La operación combinará la fortaleza mundial de la marca Marvel y su conocido elenco de personajes, con las habilidades creativas de Disney, una cartera de derechos de entretenimiento única y una estructura de negocio que maximiza el valor de los derechos de propiedad creativa por medio de múltiples plataformas y territorios
Marvel permitirá a Disney ampliar su presencia en el segmento del público masculino, que es el principal cliente de la empresa de comics. Los personajes de Disney, por el contrario, suelen tener una mayor aceptación entre las mujeres, sobre todo, por su gama de Princesas y de la serie Hannah Montana, que arrasa en Estados Unidos.
Marvel es propietario de unos 5.000 personajes y, hasta ahora cobraba licencias a los grandes estudios de cine, como Paramount, Fox o Sony, por utilizar a Spider-Man o Hulk en películas. Sin embargo, desde el año pasado, Marvel empezó a producir sus propias películas, sin licencias. Sin embargo, los acuerdos con los grandes estudios, rivales de Disney, se mantendrán, en principio, hasta que caduquen.
Posteriormente, existe la seria probabilidad de que Disney acabe quedándose el negocio en exclusiva, ya que la rentabilidad de alguno de estos superhéroes es escandalosamente alta. Véase, por ejemplo, el supuesto de Spiderman, cuyas 3 películas han generado en taquilla más de 2.500 millones de dólares en todo el mundo, al tiempo que las cuatro cintas de X-Men rondaron los 1.600 millones de dólares.
Además, la adquisición servirá para que Disney tenga más personajes que introducir en sus parques temáticos, una de las divisiones de la empresa que está sufriendo debido a la recesión económica internacional.
No obstante, los mercados penalizaron ayer a Disney, que caía a media sesión en Wall Street un 3,13%, hasta 26 dólares. Marvel, por el contrario, subía un 25%, hasta 48,48 dólares.
La empresa propietaria del ratón Mickey pagará unos 4.000 millones de dólares (2.796 millones de euros) por la compañía, en una operación que se materializará en efectivo y con un intercambio de acciones. Disney desembolsará 30 dólares por acción de Marvel y, además, entregará 0,745 acciones propias por cada título del grupo de cómics; valorándose así cada acción de Marvel en 50 dólares, cifra que supone una prima de alrededor del 29% sobre el precio de cierre del viernes pasado
No obstante, esta operación dista bastante de ser la mayor realizada por el gigante del entretenimiento infantil: cuando en 2006 se hizo con la empresa de animación Pixar, autora de la película de dibujos animados Toy Story, pagó 7.400 millones (íntegramente en acciones).
El cierre de la transacción está sujeto al visto bueno de la junta de accionistas de Marvel, a la evolución de ciertos trámites relacionados con la transacción y a la luz verde de las entidades reguladoras. La operación combinará la fortaleza mundial de la marca Marvel y su conocido elenco de personajes, con las habilidades creativas de Disney, una cartera de derechos de entretenimiento única y una estructura de negocio que maximiza el valor de los derechos de propiedad creativa por medio de múltiples plataformas y territorios
Marvel permitirá a Disney ampliar su presencia en el segmento del público masculino, que es el principal cliente de la empresa de comics. Los personajes de Disney, por el contrario, suelen tener una mayor aceptación entre las mujeres, sobre todo, por su gama de Princesas y de la serie Hannah Montana, que arrasa en Estados Unidos.
Marvel es propietario de unos 5.000 personajes y, hasta ahora cobraba licencias a los grandes estudios de cine, como Paramount, Fox o Sony, por utilizar a Spider-Man o Hulk en películas. Sin embargo, desde el año pasado, Marvel empezó a producir sus propias películas, sin licencias. Sin embargo, los acuerdos con los grandes estudios, rivales de Disney, se mantendrán, en principio, hasta que caduquen.
Posteriormente, existe la seria probabilidad de que Disney acabe quedándose el negocio en exclusiva, ya que la rentabilidad de alguno de estos superhéroes es escandalosamente alta. Véase, por ejemplo, el supuesto de Spiderman, cuyas 3 películas han generado en taquilla más de 2.500 millones de dólares en todo el mundo, al tiempo que las cuatro cintas de X-Men rondaron los 1.600 millones de dólares.
Además, la adquisición servirá para que Disney tenga más personajes que introducir en sus parques temáticos, una de las divisiones de la empresa que está sufriendo debido a la recesión económica internacional.
No obstante, los mercados penalizaron ayer a Disney, que caía a media sesión en Wall Street un 3,13%, hasta 26 dólares. Marvel, por el contrario, subía un 25%, hasta 48,48 dólares.
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