Como repetidamente se ha dicho en este blog, cuando llegan las primarias de los grandes estados, como Florida, es cuando se deciden las cosas realmente importantes. Y así ha sido: tras dichas primarias, dos de los principales candidatos de cada partido han dicho adiós: Edwards y Giuliani se retiran.
Ambos se han dado cuenta de que lo tenían muy difícil para continuar, y prefirieron no despilfarrar dinero en una carísima campaña que iba a resultar totalmente infructuosa.
El caso de Edwards es el más claro: no ha ganado ninguna de las primarias a las que se ha presentado (todas las celebradas), y se ha visto barrido por la dicotomía existente en los votantes a la hora de darles su apoyo a Hillary o a Obama. De hecho, ni siquiera ha ganado en su estado natal, Carolina del Sur, lo que en USA suele suponer un gigantesco signo de falta de confianza en un candidato.
Giuliani prefirió no presentarse a las primarias de estados en los que tenía clarísimo que no ganaría, pues la población era eminentemente rural, y difícilmente le perdonarían su “moral” (tantos matrimonios es totalmente inaceptable para lo que los votantes del medio oeste consideran que debe ser un presidente).
Por ello decidió jugársela apostando por iniciar su campaña en el primer estado grande y de población eminentemente urbana, con un gran número de delegados, y que para el caso de ganar, le supondría un impulso que le colocaría en la cabeza de los candidatos de cara a la nominación del partido republicano. Sus cálculos fallaron, y se ha dado cuenta de que ya es demasiado tarde para recuperar el tiempo perdido.
Ahora bien, analicemos el futuro de ambos: sin duda se trata de personajes valiosos desde el punto de vista político, que podrían atraer un buen número de votantes, y que por tanto, no deberían ser desaprovechados por sus respectivos partidos. Dado que en el ticket electoral de las Elecciones en USA, se debe nominar el candidato a presidente y también el candidato a vicepresidente, tanto Edwards como Giuliani entran en las quinielas para concurrir en el ticket de sus respectivos partidos:
Así el Partido Demócrata, sin duda irá encabezado por Hillary u Obama, dependiendo de quién resulte elegido en
Por otra parte, en el Partido Republicano McCain parece consolidarse como la opción más posible, quedándole solo como posibles rivales el mormón Romney y el expastor baptista Huckabee (que lo tienen bastante crudo en los estados de población mayoritariamente urbana, y que de hecho, son los que más delegados aportan).
Dado que McCain y Giuliani son amigos, y que el senador de Arizona empieza a sufrir escasez de fondos para afrontar los altísimos costes que una campaña presidencial supone, incluir a Giuliani le permitiría por una parte recibir una inyección financiera, y por otra garantizarse tanto el apoyo de los republicanos de buena parte de la costa este (tradicionalmente demócrata), como el voto de los indecisos centristas (cosa que jamás harían los otros dos posibles candidatos republicanos mencionados).
Analizándolo de cara al futuro, y dada la avanzada edad de McCain, Giuliani se colocaría en una inmejorable posición para dar el salto a la presidencia dentro de 4 años, ya que muchos auguran que el senador de Arizona difícilmente aguantaría el ritmo presidencial como para concurrir a la reelección.
Por descontado que todo esto son especulaciones inciertas sobre lo que podría llegar a pasar, pero sin duda, dado que estamos ante las elecciones del país más importante del mundo, y cuya política afecta a todo el planeta, sin duda parece oportuno intentar analizar las posibilidades que se presentan en esta apasionante campaña electoral.
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